
ENERGÉTICA
Nos adherimos al sentimiento que existe en la región por conservar empresas estatales de energía y la decisión de hacerlo es decisión soberana de cada país. Empero, si se decide mantenerlas es para que se tornen en sólidos pilares estratégicos de largo plazo. Para ello es imprescindible blindarlas del poder político de turno.
La victoria de los demócratas en EEUU acelerará la añorada transición energética mundial hacia combustibles menos contaminantes. La revolución de la energía limpia (Green New Deal) propuesta por el presidente Biden se sumará al esfuerzo algo solitario que tenía la Unión Europea.
El gobierno del MAS nos dejó un sector energético totalmente descalabrado. En vez de un mar de gas nos dejó “lágrimas de gas”. En vez de industrialización nos dejó “elefantes blancos” en YPFB y ENDE. Estas dos empresas, en lugar de ser estratégicas, son más bien “monstruitos” politizados, con supernumerarios y “escasas o negativas utilidades. Por lo tanto:
Según dos proyecciones estudiadas de oferta de reservas probadas (P1) de gas natural en Bolivia, este 2020 la capacidad de producción está entre 52 a 53 millones de metros cúbicos por día (MMMCD) y en fuerte declinación. Es así que en 2023, esta capacidad de producción se situará en 36 MMMCD. El año 2025 estará bordeando los 26 MMMCD y en 2030 se situaría entre 13 a 14 MMMCD.
El billonario proyecto de urea gestado durante el gobierno del MAS, según el análisis que presentamos a continuación, no pudo, no puede, ni podrá ir a ningún lado bajo las condiciones actuales.
Escribimos esta entrega justo en instancias en que el Gobierno, con muchísimo acierto, está transfiriendo recursos presupuestados, de aproximadamente 2.000 millones de dólares (MMUSD), de una futura planta de propileno-polipropileno en el sur del país, a sectores muy necesitados como salud.
La semana pasada pudimos participar de la XXIX Conferencia de Energía que celebra cada año el Instituto de las Américas, en la Jolla, California. Esta vez, lastimosamente se realizó virtual. Es una importante conferencia por la elevada participación de ministros, altas autoridades de entidades e instituciones públicas de los países de América Latina, empresas del sector energético y de analistas independientes.
Ningún Gobierno en la vida republicana de Bolivia ha tenido la suerte de generar los dantescos ingresos rentistas por exportaciones de materias primas, en este caso gas natural, como los de Evo Morales. El año 2006, cuando entró al poder, recibió reservas probadas (con mercado) de 16 trillones de pies cúbicos de gas natural (TPC) y nos ha dejado con 6.00 TPC de reservas. Recibió mercados con infraestructura desarrollada, contrato de gas firmado a Brasil por 20 años y un deficitario mercado en Argentina.
La propaganda del MAS confundió y engaño e hicieron creer a los bolivianos que el sector de los hidrocarburos andaba fenómeno, cuando en realidad es todo lo contrario. Instalaado el Gobierno de transición, nos permitimos escribir una hoja de ruta propositiva para el sector de energía. https://www.lostiempos.com/actualidad/opinion/20191117/columna/bolivia-diagnostico-hoja-ruta-energia