Ana María Gomes: “Con una red de apoyo todo es posible, no estamos solas”
Desde su llegada a Bolivia, hace 13 años, Ana María Gomes, una mujer multifacética y radiante, que combina su pasión por la medicina, el modelaje y la maternidad, construyó una vida llena de aprendizajes, resiliencia y logros. En el nuevo episodio del Pódcast OH!, comparte detalles de su trayectoria profesional y personal, sus reflexiones sobre la salud mental y su perspectiva sobre la vida como madre y esposa del reconocido artista, Jonathan Hermoza, vocalista del grupo Chila Jatun.
- ¿Cómo iniciaste tu vida en Bolivia luego de dejar a tu familia en Brasil?
- Llegué a Bolivia hace 13 años, el 8 de febrero de 2012, con apenas 19 años. Mi principal objetivo era estudiar Medicina, una meta que en Brasil se veía lejana debido a la alta competencia y los elevados costos de las universidades privadas. Decidí aventurarme sola, dejando a mi familia en Santa Catarina, Brasil, para seguir mis sueños.
Fue un cambio radical, no sólo cultural, sino también emocional. Bolivia me recibió con los brazos abiertos y aquí encontré la oportunidad de formarme profesionalmente, además de muchas experiencias que marcaron mi vida.
- ¿Qué te motivó a estudiar medicina?
- Desde pequeña tuve problemas de salud. Fui una niña muy enferma y pasé por momentos complicados, como una parálisis que me impedía caminar. Recuerdo pasar largas temporadas en hospitales, sometida a innumerables pruebas y tratamientos sin un diagnóstico claro. Esa experiencia despertó mi curiosidad por la medicina.
Me fascinaba todo lo relacionado con el cuerpo humano y me motivó a querer ayudar a personas que, como yo, necesitaban respuestas y atención. Desde entonces, supe que ser médico era mi propósito de vida.
- ¿Cómo fue tu incursión en el modelaje y qué impacto tuvo en tu vida?
- El modelaje llegó a mi vida casi por accidente. En 2012, una amiga me invitó a un casting en una agencia de Cochabamba. Nunca había considerado esta carrera, pero acepté por curiosidad y también como una forma de generar ingresos extras mientras estudiaba.
La experiencia resultó ser enriquecedora. A lo largo del tiempo, el modelaje no sólo me ayudó económicamente, sino que también me enseñó a manejar las críticas, a fortalecer mi autoestima y a aprovechar las oportunidades que se me presentaban. Fue una etapa muy bonita que disfruté mucho.
- También fuiste periodista deportiva. ¿Cómo sucedió eso?
- Sí, fue una experiencia inesperada y emocionante. Durante el Mundial de Brasil 2014, buscaban a una brasileña que pudiera dar noticias deportivas en Bolivia y que tuviera un acento neutral. En ese entonces, me encontraba trabajando en la Feria de Cochabamba, y alguien se acercó y me propuso el proyecto. Fue así como ingresé al mundo del periodismo deportivo. Durante dos años cubrí noticias relacionadas al deporte, y esta experiencia me permitió explorar otra faceta de mi vida profesional que nunca había imaginado.
- ¿Cómo lograste equilibrar la maternidad, tu profesión y la vida pública?
- Fue un gran desafío, pero encontré en la organización y en una buena red de apoyo la clave para lograrlo. Decidí abrir mi propio consultorio médico para tener flexibilidad y poder dedicar tiempo tanto a mis hijos como a mi profesión.
Mi esposo, Jonathan, ha sido un pilar fundamental en este proceso. Aunque su carrera como músico lo lleva a viajar mucho, cuando está en casa se involucra completamente como padre. Esta dinámica nos ha permitido construir una familia sólida mientras ambos seguimos persiguiendo nuestras metas.
- ¿Qué aprendiste de la maternidad que no esperabas?
- La maternidad me enseñó a valorar la importancia de sanar mis propios traumas para no transmitirlos a mis hijos. Ser madre me hizo más consciente de mis emociones y me llevó a trabajar en mi niño interior para ofrecerles un entorno emocionalmente sano.
También aprendí a ser más resiliente y a encontrar belleza en los pequeños momentos cotidianos con mis hijos. Descubrí que el amor puro e incondicional que recibo de ellos es un motor que me impulsa cada día.
- ¿Qué papel juega el ejercicio en tu vida y cómo lo integras en tu rutina?
- El ejercicio siempre ha sido una parte fundamental de mi vida. Trato de ejercitarme al menos tres veces por semana, aunque a veces logro hacerlo hasta cinco días, dependiendo de mi disponibilidad. Cuando mis hijos eran más pequeños, encontraba maneras creativas de mantenerme activa, como caminar con ellos en un fular por el parque Lincoln. Creo firmemente que no se necesita mucho dinero para mantenerse en forma; en Cochabamba tenemos parques y ciclovías perfectas para ejercitarnos. Para mí, el ejercicio no sólo es físico, sino también un escape mental que me permite recargar energías.
- ¿Qué aspectos de tu personalidad crees que te han llevado hasta donde estás hoy?
- Soy una persona muy sociable y curiosa, y esas características me han abierto muchas puertas. Me encanta conocer gente, entablar conversaciones y aprender de los demás.
Esto me ha ayudado a crear relaciones valiosas tanto en mi vida personal como profesional.
Sin embargo, mi confianza a veces me juega en contra, ya que suelo confiar rápidamente en las personas, lo que en algunas ocasiones me ha llevado a decepciones. A pesar de eso, valoro esa cualidad, ya que me permite conectar genuinamente con quienes me rodean.
- ¿Qué consejo le darías a las personas sobre cómo superar los desafíos?
- La resiliencia, la disciplina y la perseverancia son fundamentales para superar cualquier adversidad. No importa cuán talentoso seas, si no trabajas constantemente en tus metas, es difícil alcanzarlas. Creo que la vida nos presenta tormentas para enseñarnos lecciones, y si enfrentamos esos momentos con determinación y paciencia, podemos salir fortalecidos y más sabios.
- Finalmente, ¿qué significa para ti el equilibrio entre la familia y tu profesión?
- El equilibrio es fundamental. Decidí tener mi propio consultorio para poder administrar mejor mi tiempo y estar presente tanto en mi carrera como en la vida de mis hijos. Mi mayor satisfacción es verlos crecer felices y sanos, mientras sigo desarrollándome profesionalmente. Para mí, el éxito no sólo se mide en logros laborales, sino también en la calidad de tiempo y amor que comparto con mi familia.