Francisco Frías: “Viene el tiempo de la economía colaborativa digital”
Uno de los cambios que ha acelerado la cuarentena por el Covid-19 es el de la digitalización de las relaciones sociales. En ese escenario, en semanas recientes, en Bolivia destacó el proyecto Pickapp. Francisco Frías Oblitas, uno de los ejecutivos de Pickapp SRL, conversó con OH! acerca de tanto los planes propios como de los escenarios y variables que le esperan a la Bolivia digital poscuarentena.
—¿Cómo decidieron, y también pudieron, lanzar Pickapp en plena cuarentena?
—Tras varios meses de organización y construcción, teníamos ya un proyecto, orientado a los servicios de transporte, en marcha que lo habíamos lanzado en Tarija. Había funcionado una semana y media y se declaró la cuarentena. Y entonces decidimos aplicar lo que teníamos para ayudar al país en la emergencia que estamos viviendo. Lo hicimos añadiendo el ya conocido módulo Covid-19 de solidaridad colectiva.
Allí, de manera gratuita, cualquier persona en Bolivia puede ofrecer o solicitar ayuda a personas que están cerca de su ubicación. Puede enterarse o informar dónde hay centros de abastecimiento y farmacias cerca de él o también puede chatear con un médico voluntario.
—¿Qué tanto se expandió el uso de la aplicación en estos días?
—El uso del módulo ha crecido notoriamente, ha reaccionado muy bien, especialmente en Cochabamba, La Paz y Tarija. En cada una de esas ciudades se sumaron más de cien voluntarios para ayudar durante la emergencia. En Santa Cruz está algo bajo, pero en las otras ciudades los mapas están llenos de gente que ayuda a otra gente. En menos de cuatro días de trabajo, ya teníamos 1.500 registrados.
—¿Cómo está conformado y cómo funciona el equipo de Pickapp?
—Somos cinco socios fundadores y tenemos socios regionales, en Cochabamba, La Paz y Tarija, que se encargan de toda la parte operativa. Sumamos nueve personas en Bolivia más 12 desarrolladores a nivel internacional.
—¿Qué hechos en especial destaca de la experiencia de estos días de cuarentena con el módulo Covid-19?
—Por ejemplo, logramos ayudar a familias que se comunicaron a través de la aplicación que trabajaban al día, en la calle, y ya no tenían víveres. Entonces, algunos de sus vecinos se movilizaron para ayudarles. Ese fenómeno está pasando, en este momento, en las cuatro ciudades. También ha habido varios casos de médicos que han ayudado a personas con diversos problemas de dolencias, lesiones, etc. Las han orientado y aconsejado, y evitaron así que salgan hacia centros de salud durante la cuarentena. Ha sido una opción también a las líneas gratuitas de atención del gobierno que están en varios momentos colapsadas.
Ahora estamos buscando ampliar el servicio a opciones similares a las que hay en Corea del Sur, el “Self Quarantine” (autocuarentena), o de Perú, el “Perú está en tus manos”. Ambas ayudan muchísimo y sanamente a controlar el buen cumplimiento de la cuarentena. Tenemos la posibilidad de desarrollar esas funciones, pero necesitamos un mayor acercamiento con las autoridades de Gobierno.
—¿Cómo les nació la idea de lanzar sus proyectos digitales?
—Ya veíamos el avance acelerado de la digitalización mundial que se venía y que tras el coronavirus se acelerará más. Bolivia está atrasada, pero tras la pandemia seguro que se va a impulsar mucho. Nosotros ya hemos apuntado a diversas áreas como el transporte, la propia construcción de estructuras digitales así como comercio electrónico, los sistemas B2B o B2C destinados ya sea a las empresas o a clientes específicos. Apuntamos a una vasta diversificación y optimización de servicios.
Por ejemplo, en el caso del transporte, servicios diferenciados para niños o mascotas. En el caso de los negocios, es posible relacionar diversos emprendimientos menores con empresas grandes. Hay mucho por hacer, y todo será a su tiempo. Estamos desarrollando nuevas unidades de negocio digital.
—El fenómeno de la cuarentana por el Covid-19 ha desatado una radicalización digital de las relaciones sociales y económicas. ¿Cómo evalúa ese escenario?
—Esta cuarentena ha acelerado un proceso de digitalización que iba a llegar pase lo que pase. La tendencia mundial se completa. Es tiempo de que todo lo empresarial, por lo menos, opte mucho más por incorporarse a esa tendencia. Es un momento clave.
—¿Cuáles considera que son las principales claves para lograr proyectos digitales exitosos?
—Un consejo para emprendedores es que sepan probar un proyecto mínimo viable. Cuando uno tiene una idea, tiene que aterrizarla en lo más cercano al mercado y sacar el producto lo antes posible. Ahí se verá si es un producto que está listo para el mercado o si el mercado está listo para ese producto.
En Bolivia hay muchos espacios para los que la gente todavía no está lista. Por ejemplo, la forma de pensar de ciertos sectores sociales o el sistema de pagos por tarjeta. Se los está impulsando, y mucho más con el problema del Covid-19, pero en comparación a otros países estamos todavía lejos. El uso de pagos online es todavía mínimo. Entonces, un proyecto digital exitoso de cubrir una demanda real en el mercado. Uno debe comprobar esa demanda con un producto mínimo viable.
—¿Qué ejemplos de emprendimientos digitales destaca en Bolivia?
—El caso de NetComidas me parece que constituye el número uno. Es una startup (empresa emergente con alta capacidad de innovación) boliviana que fue adquirida por la empresa Pedidos Ya. Hay otras como Mister Delivery, cuya plataforma resulta muy amigable, o el emprendimiento Izi, un sistema de facturación que ya tiene como dos años en Bolivia.
Bueno, en el tema del desarrollo de software siempre vale mencionar lo que hace JalaSoft. En Bolivia se puede hacer grandes proyectos como ése. Y con ese ejemplo, quiero ir al otro lado y mencionar que nosotros como bolivianos, muchas veces, nos estamos abriendo demasiado a las multinacionales. Ellas vienen con sus plataformas tecnológicas y se llevan la plata afuera.
Hay conocidas empresas de transporte que ya han hecho eso en el país. Una de ellas factura por comisiones más de un millón de dólares sólo en Santa Cruz. Acá tiene apenas un empleado y toda la comisión que esa multinacional gana se va fuera del país. Como bolivianos nos urge desarrollar más startup.
—Se anuncia una significativa recesión económica. ¿Cómo altera ese tipo de emprendimientos un escenario con las dificultades esa situación podría traer?
— Los emprendimientos digitales deben apuntar a la economía colaborativa, viene el tiempo de la economía colaborativa. Afortunadamente, los bolivianos aún tenemos un espíritu muy afín a ese concepto. Usuarios y prestadores de servicios pueden relacionarse dinámicamente, optimizar costos y hasta participar de los emprendimientos. Se tejen redes de relacionamiento. La delicada economía de cada uno es cuidada gracias a los recursos digitales. Se empiezan, incluso, a crear fuentes de producción de bienes de capital o de servicios.
Se debe aprender a distribuir eficientemente las utilidades para incentivar a cada sector. Es economía colaborativa aplicada al mundo digital. Es algo que a lo largo de la historia, en cada tiempo, ha funcionado notablemente en Bolivia. Y es un espíritu que estamos viendo que persiste en estos tiempos de la cuarentena.
PERFIL
Francisco Frías Oblitas es paceño. Estudió Administración de Empresas. Ha sido ejecutivo en importantes compañías como la Cervecería Boliviana y el grupo SAIF - D y M.




















