Un problema mayor

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Publicado el 07/10/2024 a las 11h25
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¡Hola! Me llamo Pilco, y vivo con mi familia en la Chiquitanía, soy un quirquincho demasiado curioso y siempre intento darle una explicación a cada problema con el que me encuentro; por más absurdo que pueda sonar. Además, me gusta tener una vida tranquila y sencilla sin demasiadas preocupaciones, no es que sea alguien holgazán, solo siento que es la mejor manera de vivir. 

Últimamente he notado que hay un poco de tensión en el bosque, ya que no cae ni una sola gota de agua. Cada vez miramos más al cielo, con la esperanza de que vuelva a llover, pero solo nos encontramos con un panorama gris y fuertes ventiscas, y sobre todo la desaparición de las especies del lugar, que son raptadas por los qhari qhari; los cuales son unas bestias que no tienen compasión por nada ni por nadie, y arrasan con todo lo que encuentren a su paso, por esa misma razón todos tienen miedo de toparse con ellos.

Los animales afirman haber visto un grupo numeroso de esas bestias, acechando por el lugar siniestramente, especialmente a las especies más vulnerables de la zona. Pero, como mi mamá no me deja salir mucho por el temor de que me pueda pasar algo malo a mi hermano y a mí; hasta el momento no he logrado ver uno ni de casualidad, hay veces donde pienso que eso es algo bueno, aunque me mata la curiosidad por poder mirarlos solo por un instante, posiblemente es muy tonto de mi parte al siquiera imaginármelo y talvez la mejor idea sería olvidar ese asunto por completo…

  • ¿Pilco?  ¡Pilco! –
  • ¿Eh?, ¡sí mamá! ¿Qué pasa? –
  • Te llevo llamando un buen tiempo y no me escuchabas, en qué cosa estarás pensando, pero bueno, no te olvides que tienes que ir a buscar la cena para esta noche, y tienes que salir antes de que se ponga el sol –
  • Está bien, saldré lo más antes posible –
  • Pero no olvides llevar contigo a tu hermano Mejo, porque si sale solamente él, es más probable a que se pierda y a que pueda ser capturado por uno de esos qhari qhari, que andan rondando cerca –

 

  • No te preocupes tanto, ya que iremos acompañados por la señora Sonia –
  • ¡¿Sonia?! ¿el hurón charlatán? –
  • Por supuesto, ¿hay algún problema? – le pregunto a mamá suavemente –
  • No es eso en absoluto, es solo que es un poco irritante cuando empieza a hablar ya que nunca se calla con nada de lo que le dices, y te puede contar algo por horas sin siquiera cansarse –
  • No hay problema en eso, después de todo nos acompañará de ida y vuelta, así que no me molesta que hable por horas sin guardar silencio –
  • Suspira – Está bien, solo vayan con cuidado y vuelvan rápido –
  • Volveremos antes de que oscurezca, vámonos Mejo que se nos hace tarde – Nos alejamos a paso veloz de la cueva subterránea - ¡Adiós! –
  • ¡Adiós!  ¡se cuidan! -

Con cada día que pasa tengo que hacer la misma rutina de siempre para poder recolectar alimento y así ayudar a mi mamá, es un poco tedioso realizarlo ya que no hay suficiente comida por la falta de lluvia en la zona, pero tengo la corazonada de que todo va a mejorar; ya sea tarde o temprano, mientras tanto seguiré haciendo lo que mejor hago, que es recolectar plantas y frutas.    

  • ¡Pilco! ¡Mejo! ¡Por aquí ¡-
  • ¡Ah! – me voy acercando – señora Sonia ¿Cómo ha estado? –
  • Pff... ni que hablar, como veo que están las cosas será mejor que vaya alistando mis cosas para irme de aquí inmediatamente, porque si nos yo seré la siguiente que desaparezca por esas criaturas llamadas qhari qhari – hablan mientras camina junto a nosotros – preferiría morir de hambre o sedienta antes de ser capturada y morir en manos de esas bestias sin piedad alguna – lo menciona frustrada –
  • Y… ¿A dónde se irá? – pregunta Mejo tristemente –
  • No te sientas tan apenado por mí Mejo – responde la señora Sonia – porque me iré a vivir con mi hermana que está en Cochabamba, aunque no me gustaría dejar este lugar por nada –

 

  • Pero ¿cómo piensa llegar hasta allá sin que sea capturada por uno de esos qhari qhari? – pregunto preocupado – he oído que hay bastantes de ellos afuera del bosque, por lo tanto, sería más difícil para usted salir de aquí –
  • Eso es cierto – dice la señora Sonia alegremente – por esa misma circunstancia tengo un plan para poder partir rápidamente de este lugar, sin ser vista por ellos –

 

  • ¿Cuál es ese plan? – pregunta Mejo curiosamente–
  • Bueno, ese plan consiste en transportarme por aire y no por tierra – menciona la señora Sonia –
  • ¿Cómo es eso posible? – pregunto sorprendido –
  • ¡Jajajaja! – se empieza a reír la señora Sonia – para que eso pueda ocurrir no lo haré todo sola como ustedes están pensando mis pequeños, le pediré ayuda a Pipe para que me pueda llevar de aquí hasta ¡Cochabamba! –

 

  • Espere un momento señora Sonia – la interrumpo brevemente - ¿Quién es Pipe? –
  • ¿Qué? Pensé que ya lo conocían – afirma la señora Sonia –

¿Pipe?... Nunca antes había escuchado un nombre parecido a ese, tampoco creo haberlo visto; a pesar de que la señora Sonia afirma que nosotros ya lo conocemos al igual que ella, creo que después de todo talvez mamá tenía razón acerca del hurón que nos acompaña, ya que puede conversar de cualquier cosa, no ha parado de hablar todo el camino hasta ahora, he incluso empezamos a hablar de alguien llamado Pipe, y eso que todavía no llegamos al lugar donde recolectamos las frutas, pero es mejor escucharla hablar a que estemos todo el camino en silencio.

  • ¡Miren allá! – grita Sonia –
  • ¡¿Qué es lo que pasa?! – lo dice sobresaltado Mejo –
  • ¡Allí está Pipe! – se emociona Sonia –
  • ¡¿Pipe?! ¡¿Es un tucán?! –  Mejo y yo sorprendidos al verlo, lo decimos en la misma sintonía –
  • ¡Pipe! ¡Pipe! ¡Ven! ¡Aquí abajo! – lo empieza a llamar la señora Sonia –
  • ¿Uh? – Pipe al estar volando mira hacia abajo y ve a la señora Sonia acompañada por nosotros - ¡Oh! ¡Enseguida bajo! –
  • ¡Sonia! – dice Pipe después de haber aterrizado, y le da un abrazo a la señora Sonia –
  • ¡Felipe! – lo decimos entusiasmados Mejo y yo –
  • ¡Wow! ¡Pilco! ¡Mejo! ¡Cuánto tiempo sin verlos! – dice Pipe emocionado –
  • ¡Es asombroso volverte a ver! – menciona Mejo con una gran sonrisa –
  • Pero ¿Qué es eso de Pipe? – pregunto confundido –
  • ¡Ah! Eso es un apodo que me puso Sonia hace un buen tiempo atrás – responde Pipe a mi intriga –
  • Ahora todo está más claro, porque cuando te mencionó la señora Sonia como Pipe; no tenía ni la menor idea de que fueras tú Felipe – argumento con una sonrisa –

 

  • ¡Ay! – se sobresalta Sonia repentinamente – antes de que se me olvide, Pipe ¿me podrías hacer un pequeño favor? –
  • Sí, por supuesto – afirma Pipe – pero ¿Cuál sería? –
  • ¿Será que me pudieras transportar de aquí hasta Cochabamba dentro de unos días? –
  • Uy, perdóname Sonia, pero esta vez no te podré cumplir el favor que me estás pidiendo – menciona Pipe apenado – porque no sé si todavía te acuerdas sobre el último viaje que hice a La Paz –
  • Claro que me acuerdo, pero no entiendo qué tiene que ver La Paz con Cochabamba – dice Sonia –

 

  • Justamente a eso voy, porque para dirigirme hacia La Paz hice una pequeña parada en Cochabamba, y te cuento que el aire de ahí tenía un olor extraño que podía sofocarte, porque cuando me asomé un poco para descubrir de dónde era que provenía, me encontré con un grupo de qhari qhari, por suerte solo los vi a la distancia y no quise acercarme más, pero antes de irme del lugar escuché a uno de ellos decir que iban a armar una “k´oa”, esa era una frase nueva que no había escuchado antes, entonces tomé la decisión de quedarme por un minuto más. Cuando armaron la k´oa de repente apareció una luz roja, la cual desprendía nubes de color negro que se iban al cielo; haciendo que se vuelva opaco, pero tenían el mismo olor sofocante de cuando llegué a Cochabamba –
  • Oh, ya veo – dice Sonia desanimada –
  • Por esa misma razón no podré llevarte a Cochabamba, ya que si vuelvo allá siento que moriría asfixiado – menciona Pipe entristecido –
  • Tranquilo, no te preocupes que encontraré otra manera de realizar mi viaje – alegremente Sonia le responde –

 

  • Bueno, fue un gusto volverlos a ver; me despido, porque tengo varias cosas por hacer -dice Pipe antes de partir vuelo – ¡en otra ocasión hablaremos con más calma! –
  • Ahora, continuemos con nuestro camino, porque si nos retrasamos más, su mamá estará muy enfadada con nosotros – Sonia lo dice preocupada, después de que se haya ido Pipe –

Fue bueno hablar por un momento con Felipe, y su relato de la visita a Cochabamba estaba interesante, pero creo que también era algo triste porque me hizo pensar que talvez eso pueda ser la causa de que no pueda llover aún en esta época del año. Al escuchar la historia de Felipe me puse a pensar en algo que me había contado mi mamá hace mucho tiempo, y recuerdo que ella me dijo que cuando apenes era una cría; el aire y el clima eran muy diferentes a lo que es hoy en día, también que no se escuchaba mucho sobre el qhari qhari como es ahora.

  • ¡Ya llegamos al lugar!, alcen toda la fruta necesaria que comerán hoy – dice Sonia emocionada –

Puedo observar que la falta de lluvia está afectando mucho a la cantidad de frutas, comparado con la anterior temporada; esto no es ni la mitad de lo que había antes. Pero no hay que ser tan exigentes sabiendo la situación de ahora, hay que tomar todo lo que podamos para mañana también.

  • Bueno, creo que con esto ya es suficiente, será mejor que volvamos a casa – lo digo mientras sostengo una canasta llena de frutas –
  • Sí, pienso lo mismo, regresemos antes de que oscurezca por completo – menciona la señora Sonia –

El camino de regreso parece más largo que antes, que bueno que tenemos a la señora Sonia con nosotros, ya que estoy seguro de que nos hablará todo el camino de vuelta como el de ida.

  • Creo que después de escuchar lo que dijo Pipe acerca de Cochabamba tendré que buscarme otro lugar donde pueda vivir – afirma Sonia un poco desanimada – pero lo que más me preocupa es mi hermana ¿sabes? – mirándome entristecida – no sé cómo estará ella, talvez la situación de allá está peor de lo que pensaba, solo espero que esté bien y que no le haya pasado algo malo –
  • Señora Sonia… - lo digo preocupado –
  • ¡Oh! ¡Miren ya llegamos! – lo dice la señora Sonia con una sonrisa, interrumpiéndome – bueno mis pequeños, me despido, nos vemos más tarde – se va alejando del lugar –

Creo que la señora Sonia no quería hablar acerca del tema, talvez sea algo difícil para ella e intenta no mostrarlo a los demás. En realidad, me gustaría ayudarla, pero no sé cómo hacerlo o qué es lo que debería decir en este tipo de casos, para poder elevarle el ánimo, aunque sea un poco.

  • ¡Ya volvimos! – grita Mejo –
  • ¡Ahí están! – responde mamá, alegremente - Es bueno que hayan regresado rápido, díganme ¿Cómo les fue? –

Mejo se ve emocionado por la pregunta de mamá, será mejor que le deje contar sobre todo lo que hicimos cuando nos despedimos de ella, porque también estoy muy cansado como para hacerlo yo mismo – dejo a Mejo y a mamá a solas, para que puedan conversar, mientras me dirijo a dormir, acostándome así en el suelo - Pero, supongo que no podre conciliar el sueño por nada del mundo, ya que sigo recordando la expresión que puso la señora Sonia, tengo que hallar una manera para hacer que olvide el mal momento, y al mismo tiempo no echárselo en cara cuando intente realizarlo.

  • Pero… ¿cómo lo lograré? – me pregunto a mí mismo – talvez sería una buena idea darle un presente ¿Cuál podría ser?, lo mejor en este instante es analizar el problema a fondo. A ver, a ver, a ver – lo menciono con una mirada pensativa – la señora Sonia está triste, porque piensa que su hermana pueda estar en problemas o en peligro, ya que vive en Cochabamba con un aire sofocante e intoxicante; el cual había descrito Pipe con anterioridad, y él supone que pueda ser a causa del qhari qhari. Ahora la pregunta es cómo puedo deshacer algo que fue hecho por ellos, porque si no realizaran a eso que le llaman “k´oa” no se producirían las nubes negras que desprenden un olor asfixiante y si eso no sucediera, entonces la señora Sonia no estaría tan preocupada por su hermana en estos momentos – suspiro – ¿Cómo soluciono este problema?, obviamente será un gran regalo para la señora Sonia saber que su hermana está bien, pero intentar resolver esto es algo complicado –
  • ¿Pilco? ¿con quién hablas? – aparece mamá, y me pregunta con voz suave-
  • ¿Eh? No es nada – respondo con una sonrisa –
  • Bueno, será mejor que te duermas o si no te despertarás tarde – me recomienda mamá –
  • Está bien, buenas noches mamá – digo antes de dormirme –

Es mejor que empiece a descansar, porque después de pensar tanto creo que mi mente no da para más, me está dando bastante sueño, no puedo mantener los párpados abiertos por más que lo intente, por el momento…es bueno…tomar una siesta…mañana pensaré en algo nuevo…para…la señora…Sonia….

  • Hoooaaah – bostezo, antes de despertarme por completo – ¿Mmm? ¿mamá? ¿Mejo? ¿Dónde están? – me levanto y salgo de la cueva subterránea –
  • Pilco, ya despertaste – se me acerca mamá con una sonrisa, mientras veo a mi hermano con una canasta llena de manzanas – te levantaste muy tarde –
  • ¿Y para qué son las manzanas? – pregunto desconcertado –
  • Son para la señora Sonia, recolectamos las manzanas en la mañana y Mejo estaba apunto de ir a entregárselas a su casa, ¿quieres acompañarlo? –
  • ¡Claro! – respondo emocionado – ¡vamos rápido Mejo! – lo digo mientras camino junto con él –

¿Cómo no pensé en esto antes? ¡Si le encantan las manzanas a la señora Sonia!, esto definitivamente la pondrá de muy buen humor.

 

  • ¡¡¡Aaaaahhhhh!!! – se escucha un grito a lo lejos –
  • ¿De dónde proviene ese grito? – pregunta Mejo aterrorizado –
  • ¿Qué es eso de allá? – menciono con una voz temblorosa –

Veo una luz roja a lo lejos que se acerca rápidamente, Mejo me está hablando; pero no sé lo que me dice, ahora solo puedo escuchar millones de gritos a la distancia que son de dolor, quiero correr en este mismo instante. ¿Cómo lo hago? ¡¿Cómo lo hago?! ¡¡¡¿Cómo lo hago?!!! No puedo ni siquiera moverme por el miedo paralizador que recorre todo mi cuerpo, tampoco logro mantenerme en pie, ni contener mis lágrimas que me nublan la visión, apenas si puedo distinguir una silueta que se dirige a gran velocidad hacia nosotros.

  •    ¡¡An!! ¡¡Orran!! ¡¡¡Corran!!! – grita la señora Sonia a la distancia, para que podamos reaccionar y escapar del lugar –
  • Mejo, corre – Es lo primero que digo al salir del shock –

¡Debemos apresurarnos he ir a casa de inmediato, si no será demasiado tarde para nosotros, tengo que decirle a mamá que se esconda! Pero primero, ahora mi prioridad es mantener a mi hermano a salvo.

  • ¡Coof! ¡coof! No puede ser, me estoy quedando sin aliento, no puedo seguir más – respira forzosamente la señora Sonia – creo que inhalé demasiado de esas nubes negras – habla suavemente, y deja de correr para luego detenerse lentamente –
  • ¡señora Sonia! ¡¿Qué hace!? Tenemos que irnos rápido – frustrado elevo la voz –
  • ¡Ustedes sigan corriendo sin detenerse! ¡y ni se les ocurra mirar atrás! – lo dice Sonia entre lágrimas – yo los alcanzaré después -
  • ¡La ayudaremos! – lo digo estando preocupado –
  • ¡No! ¡váyanse! ¡fuera! – interrumpiéndome - ¡¿no me oyeron?! ¡váyanse! – nos grita la señora Sonia, antes de que salgamos corriendo –

 

  • ¡Vamos Mejo! – exclamo –
  • Pero… - responde mi hermano atemorizado –
  • ¡Vámonos ahora! – lo digo para que corramos velozmente del lugar, y luego empezamos a correr –

No tengo que mirar atrás, solo debo correr con todas las fuerzas que me quedan, hasta llegar a un lugar seguro.

  • ¡¡¡Aaaaaaaahhhhhhhh!!! – grita incontrolablemente de dolor Sonia –
  • ¡Tenemos que volver! – Mejo, afirma con respiración agitada –
  • ¡No! ¡solo sigue adelante! – le reprocho –
  • ¡Pero nos necesita! –
  • ¡¡Eso no importa ahora!! –
  • …  - Mejo se queda en silencio al ver la desesperación en mis ojos, y solamente sigue adelante –

Por fin, ya estamos cerca de nuestro hogar, solo hay que seguir un poco más, y debemos encontrar a mamá, antes de que esa enorme luz roja esté sobre todo el bosque.

  • ¡Ahí está! ¡mamá! ¡mamá! – grito desesperadamente –
  • ¡Por aquí! – responde mi madre con una sonrisa, hasta que logra ver la tragedia que estaba por detrás de nosotros, y su cara alegre desaparece - ¡Entren rápido a la casa! – nos dice, mientras nos mete a la cueva subterránea, pero ve que esa luz roja destruye todo a su paso –

 

  • ¡Mamá, entra rápido! ¡no te quedes afuera, Mejo ya entró hasta lo profundo de la cueva! – insisto persistentemente –
  • No dejaré que esa cosa les haga daño, ve con tu hermano y quédense ahí, no salgan – habla mamá con una voz dulce y tierna –
  • ¿Mamá?... –
  • Prométeme que cuidarás a tu hermano Mejo – lo dice temblorosamente sin poder aguantar el llanto – ¿está bien? –
  • Mamá… - comienzo a lagrimear –
  • ¿Recuerdas que te cantaba todo el tiempo cuando eras más pequeño? – mientras mi madre me pregunta, asiento con la cabeza – bueno, ¿sabes lo que haremos? Tú te irás caminando hasta el fondo donde se encuentra tu hermanito, y yo te estaré cantando desde aquí. Así que, podrás escuchar mi voz, para que sepas que estaré bien – lo menciona entre lágrimas – ¿te parece buena la idea? –
  • Sí – no pudiendo soportarlo más empiezo a llorar en un estado impotente, y me despido de mamá con todo el pesar de mi corazón, después me voy caminando hacia Mejo, lenta pero dolorosamente –

Escucho la hermosa melodía que está cantando mi mamá, es demasiado complicado explicar este sentimiento que estoy viviendo ahora, no puedo parar de llorar, no lo soporto. Mejo no tiene que verme así, solo debo imaginar que es una pesadilla o un mal sueño, nada de esto puede ser real ¿verdad? No tiene que serlo, en absoluto.

  • ¿En dónde se encuentra mamá? – tímidamente pregunta Mejo –
  • Ella dijo que se quedaría a vigilar cerca de la entrada de la cueva, para percatarse de que la luz roja no pudiera pasar –
  • Okey, pero ahora qué deberíamos hacer, porque no podemos salir, sabiendo como están las cosas ahí afuera –
  • Tienes razón, lo mejor sería que descansáramos hasta que se calme la situación –
  • Bueno, intentaré dormir, aunque creo que no lo lograré por los ruidos de afuera –
  • Solo tienes que tratar un poco más –

Yo tampoco podré descansar con los llantos y gritos de ayuda que provienen de afuera, solo espero despertar de este mal sueño, para volver a lo que era antes. Después de todo, la esperanza es lo último que se pierde.

No pude pegar el ojo ni una sola vez, entonces supongo que esto no era una simple pesadilla. Por lo que veo, Mejo se quedó completamente dormido, será mejor que no lo despierte, ha de estar cansado.

  • Iré a ver cómo están las cosas en el exterior – hablo para mí mismo, antes de acercarme a la entrada de la cueva – pero…no escucho la voz de mi mamá, ni tampoco su cantar, pude ser que ella…- me pongo a pensar – creo que es mejor no dejar salir a Mejo –

No tengo ni la menor idea de cómo saldremos de este problema, tendremos que quedarnos en la cueva con las pocas reservar que hay. Aproximadamente nos durará unos cinco días a lo mucho, pero aún así recortaremos las porciones, para que nos dure mucho más.

  • Pilco… -
  • ¿Uh? –
  • ¿Ya podemos salir? –
  • Lo lamento, pero eso no podrá ser posible –
  • ¿Por qué? –
  • Eso es porque… cuando me asomé un poco para salir; había varias nubes negras, como las que nos contó Felipe ¿te acuerdas? –
  • Sí, me acuerdo –
  • Por ahora, es mejor quedarse a dentro –
  • No pondré a discusión ese hecho, pero ¿Qué vamos a comer? –
  • Tenemos algunas reservas, podemos racionar la comida y hacer que nos aguante –
  • Sabes que tarde o temprano tendremos que salir ¿verdad? –
  • Lo sé mejor que nadie, y saldremos en unos cuantos días, pero no será hoy –

Quiero que esta tragedia termine de une vez, pero cuando me asomo a ver el exterior va empeorando, la luz roja está acabando con todo lo que tenga vida, y ha exterminado a una gran parte del bosque, tanto árboles como a los mismos animales. Parecería que mi destino fuera vivir bajo tierra solo para lograr sobrevivir, he incluso si no me mata la escasez lo harán los qhari qhari, porque al fin los pude ver, al parecer a ellos les gusta andar en grupos. Los escuché hablar sobre que el “fuego” se había extendido rápidamente por los fuertes vientos de la temporada, quizás sea así como lo nombran a la luz roja, pero eso no es lo importante en estos momentos, la pregunta es ¿Por qué siguen llegando más de ellos? ¿O será que los qhari qhari son responsables de este desastre?

 

  • Estaremos seguros en la cueva si mantenemos silencio, y no nos acercamos a las malvadas bestias – le digo a Mejo –

 

Es necesario tener que mentir a mi propio hermanito, para poder protegerlo del peligro del exterior, sé que el alimento no nos durará mucho, pero no podemos salir por la entrada; ya que ahí permanece el cuerpo sin vida de mi madre, todavía no lo sabe Mejo y prefiero que siga sin saberlo, porque sería demasiado doloroso para él. Por esa misma razón, estoy intentando hacer una nueva salida, sin decirle nada al respecto a mi hermano.

Estoy más que decidido a salir de aquí por mi propia cuenta, porque nadie va ha venir a ayudarnos, y si no lo hago antes de que la luz roja nos sofoque con esas asfixiantes nubes negras; moriremos aquí abajo, y el sacrificio de mi mamá habrá sido en vano, no quiero que eso pase, por eso haré todo lo posible para seguir viviendo e intentaré no rendirme. Aún es demasiado complicado no hacerlo, ya que pasaron dos días, y no paran los inmensos gritos de agonía que surgen desde afuera, a estas alturas dudo mucho volver a ver a la señora Sonia y también a Felipe.

Las raciones de fruta tampoco están durando lo esperado, tendré que dejar de comer para darle todo a Mejo, creo que podré durar unos días más sin consumir ningún alimento, lo más importante es que él este bien. Por otro lado, ya casi está listo la nueva salida, tendré que hacer mi mayor esfuerzo para no desmayarme por lo debilitado que me siento, solo es un día más de trabajo para poder irnos de aquí y abastecernos de comida, después deseo que todo mejore, porque no aguanto para dar más batalla.

Ya es el cuarto día, y a llegado la hora de escapar de esta ratonera, tengo que escarbar solo un poco más, lentamente puedo observar una luz que se hace cada vez más grande, siento como la tierra se hunde dentro de mis garras, pero no me importa. En este preciso instante estoy muy desesperado como para preocuparme por algo como eso, quiero salir de aquí y ver que todo halla pasado, deseo sentir el viento en mi cuerpo, observar los árboles en todo su esplendor y respirar el aire fresco.

  • ¡Al fin! Logre salir –

Pero… ¿Qué es todo esto? ¿Qué les pasó a los árboles verdes, a la tierra fértil y al hermoso cielo azul? No puedo creer que desapareció todo, no queda nada, si no este horrible panorama. A la distancia, lo único que se puede observar es que la luz roja sigue destruyendo hasta lo último, parecería que trata de acabar con el bosque completo. Pero esto debe ser una broma de muy mal gusto ¿Por qué sigue aquí? ¿Cómo es que todavía no se ha desvanecido? ¡¡Pasarón cuatro miserables días y con lo único que me encuentro es esto!!

La vida es demasiado cruel e injusta, porque los responsables no pagan por sus pecados, y los que tienen que sufrir somos los que no hicieron nada para merecerlo, pero tampoco es como si pudiéramos hacer algo para cambiarlo. No puedo sacarme la idea de que esto fue por culpa de los qhari qhari, y que pudo haber sido diferente si ellos simplemente dejaran de existir, hubiera sido mejor si ni siquiera conocieran este lugar. Es fácil para ellos secuestrarnos, matarnos, extinguirnos y como si eso no fuera suficiente destruyen todo lo que tenemos, solo nos queda soportar ver como nos dejan sus desechos y contaminan nuestro ambiente, no les importamos en nada; tampoco les interesa si perdemos a nuestra familia por culpa de su codicia, por su irresponsabilidad, por lo que puedan ganar a través de nosotros, son unos seres muy egoístas que solo piensan en sí mismos. Al parecer, los animales ancianos del bosque tenían razón, ellos nos decían que no debíamos emocionarnos por ver un qhari qhari, ya que son bestias insaciables que siempre quieren más y podrían acabar con todos nosotros en cualquier momento que se les plazca.

 

  • Tengo que volver adentro – regreso a la cueva –

 

Debo mantener la compostura para volver con Mejo, él debe seguir durmiendo por lo débil que se siente, no puedo dejarlo que me vea eufórico, porque podría acabar con todas sus esperanzas en una sola palabra. Además, que ya es bastante complicado hacer que deje de preguntar en dónde se encuentra mamá, es demasiado obvio por la expresión que pone, él sabe perfectamente que algo no anda bien. Y es doloroso para mí pensar en que esto no acabará pronto.

¿De dónde puedo conseguir comida para mi hermano?  No hay nada comestible ahí afuera; y dejarlo solo no es una opción, estoy en una posición en la que tengo que contener mis lágrimas para aparentar ser alguien fuerte delante de Mejo, porque si yo me derrumbo; él también lo hará junto conmigo. Ahora soy su único soporte y en momentos así hasta llorar es un lujo, el cual no me debo dar, al hacer esto sé que el más afectado seré yo, pero puedo soportarlo con tal de que mi hermano no se rompa en llanto.

 

  • ¿Mmm? ¿Pilco? ¿dónde estabas? – dice Mejo somnoliento –
  • No sé de qué estas hablando, estuve aquí todo el tiempo –
  • ¿Seguro? –
  • Sí ¿A dónde iría? –
  • Eres un mentiroso – susurra, para luego volverse a acostar –
  • ¿Qué dijiste? No te pude escuchar bien –
  • No es nada, simplemente estoy muy cansado – responde a la pregunta con el ceño fruncido –

 

  • ¿Ya comiste? –
  • ¿Qué voy a comer si no hay nada? Además, no tengo hambre –
  • Lo lamento –
  • No te disculpes, porque esto no es tu culpa ni la mía –
  • Entonces… ¿Estás bien? –
  • Sí, solo tengo un poco de sueño, así que voy a descansar unos minutos más, te recomiendo que tú también lo hagas, he notado que no logras dormir bien hace días –
  • Claro, lo haré – respondo con una sonrisa –

La razón por la cual no logro descansar bien es porque… tengo miedo de quedarme dormido y nunca despertar, hay momentos donde no puedo más y desearía dejar todo en un instante, pero si dejara de respirar; Mejo estaría abandonado a su propia suerte, no podría sobrevivir ante este mundo implacable. Con lo debilitado que estoy; soy propenso a no poder levantarme cuando me acuesto, es como si algo muy pesado estuviera encima de mí, impidiéndome moverme por completo, a decir verdad, me hace sentir patético, en un cierto sentido.

Pero, es verdad que tengo mucho sueño, talvez sea bueno seguir el consejo de Mejo, aunque pueda ser… por solo… una vez…

 

¡Pum! ¡pum! ¡pum! ¡pum! ¡pum!

 

¡¿Eh?! ¿Qué es ese sonido? Mejo me despierta para poder decirme que la cueva está colapsando, debo mantener la calma y sacarlo inmediatamente de este lugar, tenemos que salir rápido; pero no hay tiempo y la salida que hice está bloqueada, le digo que nos vayamos a un rincón para acurrucarnos, y así no nos caerán tantos escombros encima. Al realizarlo, el incesante golpe se detiene, haciendo que la cueva se desmorone por completo. Este es el fin, después de todos mis esfuerzos nos encontraron los qhari qhari, no tengo la capacidad de moverme y ellos nos van a atrapar, no me separaré de Mejo; si es necesario moriré para que no le hagan nada a mi pequeño hermano.

 

  • ¡Los encontré! ¡aquí están! – grita un qhari qhari –

Se van acercando más de ellos, uno agarra a Mejo y otro a mí, no tengo ni la menor idea a dónde piensan llevarnos, pero no logro escuchar bien lo que dicen, se me está nublando de nuevo la vista, no creo que pueda mantener el conocimiento por mucho más tiempo; y lo último que veo es la cara de Mejo, con una mirada de preocupación, hasta que caigo inconsciente.

Al estar parcialmente desmayado, siento como estoy siendo tambaleado ligeramente, me da una sensación de que todas las cosas a mi alrededor se mueven junto conmigo, no estoy seguro de cuánto tiempo haya pasado en total, pero es relajante si lo pienso.

  • Pss, Pilco, despierta Pilco – una voz me susurra –

¿Qué es lo que sucede? La vista se me pone borrosa por momentos, pero logro distinguir la voz de Mejo que me susurra, después de un buen rato recobro la visión, pero aún así no puedo saber donde estamos con seguridad, estoy abrumado con lo que sucedió y hay una interrogante que no logro descifrar ¿Cómo es que llegué a estar encerrado?

  • Mejo ¿Qué fue lo que ocurrió? –
  • Bueno, cuando perdiste el conocimiento; los qhari qhari nos llevaron junto con ellos y después nos encerraron –
  • Ya veo –

No me sorprende el hecho de que ahora estemos encerrados, ya que hablamos de ellos, pero una parte de mí está aliviada de que solo sea eso, y no estemos en una situación peor, es algo alentador... Miro alrededor, para asegurarme de que no hay ningún peligro, también parece que no somos los únicos que han sido capturados, porque hay otras especies que están encerradas.

Nos encontramos en diminutas casas hechas de barrotes, que son fríos, brillantes y duros, será difícil hacer un plan para salir de ésta. Además, no parece que hubiera una escapatoria fácil, mientras pienso en cómo escapar; uno de los qhari qhari trae consigo a otro animal más, pero se me hace conocido ¿Quién es? Lo ponen en una de esas pequeñas casas y lo dejan al lado de nosotros.

 

  • ¿Señora Sonia? – le pregunto –
  • ¿Quién eres tú? – lo dice con una mirada sombría –
  • ¿No lo recuerda? Soy Pilco –
  • ¿Pilco? Perdón, pero no te conozco –

 

La señora Sonia parece que perdió la memoria y no solo es eso, sino que también se ve diferente, no tiene casi nada de pelo, su piel está muy dañada, también algunas áreas de su cuerpo son de un color rosa rojizo. Le quisiera preguntar varias cosas como, por ejemplo, qué sucedió después de que nos separamos, cómo es que sobrevivió, dónde se encontraba todo este tiempo y si sabía alguna cosa de Felipe, pero al decir que no me recuerda; ni tampoco sabe quien soy, me lleva a una muy devastadora conclusión, y es que no sabrá nada cuando le pregunte al respecto.

 

 

De la nada, se van acercando los qhari qhari y se la llevan, porque dicen que sufrió bastantes quemaduras en el cuerpo, que si no son tratadas de inmediato podría fallecer, y también tienen que hacerle un chequeo rápido, para descartar cualquier otra complicación, no entendí lo que dijeron, pero sé que no le harán nada malo a ella, por el tono de preocupación en cuanto lo mencionaban. Aunque la señora Sonia no dejaba de lado una mirada vacía y sin ninguna emoción, como si no le encontrara un sentido para seguir con su vida; parecía alguien distinta, no lo digo por su apariencia sino porque ya no veía en ella el mismo brillo que la distinguía, ahora se convirtió en un hurón que no soportó más el sufrimiento y se rindió con el hecho de continuar viviendo, es lamentable tener que ver esto.

Es evidente que el incidente nos ha dejado macados a la mayoría, es un trauma que será demasiado complicado borrarlo de nuestra mente por completo, y las heridas de algunos será como el recordatorio de que estábamos destinados a morir por la luz roja, pero por alguna razón nos salvamos como para poder contarlo a futuro.

 

  • Bueno, ahora es turno de ustedes pequeños – lo dice un qhari qhari, mientras nos observa –

 

¿A qué se refiere? Agarra a Mejo primero y se lo lleva; intento detenerlo, pero no lo consigo, estoy demasiado débil como para poder moverme y se me complica poder estar de pie. Ahora parece que es mi turno, me sacan del lugar lleno de barrotes para luego llevarme a quién sabe dónde, me ponen encima de algo que se llama “mesa”, para que me miren por todas partes, al ver que no tengo nada comienza a darme algo parecido al agua, pero con un sabor extraño, y no sabe nada bien. Pero loque me preocupa es…  ¿Por qué este qhari qhari trata de hablar conmigo con una voz amable? Lo ha estado haciendo desde hace rato.

  • Pobrecito ¿Cómo es que aguantaste tanto? – me pregunta en un tono amigable el qhari qhari –
  • ¿Dónde está mi hermano? – debilitado, es lo máximo que alcanzo decir –
  •  Al parecer no comiste en días –
  • ¿A dónde se llevaron a mi hermano? –
  • Estabas tan desnutrido que primero tuve que darte suero –
  • ¿No me escuchaste? Te pregunté en dónde se encuentra mi hermano – lo digo en un tono desesperado –
  • Debes estar tranquilo amiguito, en unos cuantos días volverás a comes sólidos –

Es imposible comunicarme con él, no entiende ni una sola palabra de lo que digo, es como si no me escuchara en lo absoluto, si quiero decirle que nos deje libres o reclamarle por ocasionar que la luz roja acabara con todo, él no lograría escucharme por más que yo lo desee con todas mis fuerzas. Al terminar de revisarme, me devolvió a la pequeña casa de barrotes, en el cual también dejaron a Mejo.

Me preocupa que le hayan hecho algo malo, así que le pregunto sin más rodeos a mi hermano, que a dónde se lo llevaron, él con una sonrisa me responde que primero lo miraron; para ver si tenía alguna herida o simplemente estaba bien, y después me contó que lo alimentaron bastante, pero que al mismo tiempo estaba confundido, ya que piensa si los qhari qhari son bueno o malos. Con lo que dijo Mejo me pone a pensar si todos ellos son malos, y no puedo responder a su intriga, porque yo tampoco sé la respuesta a esa pregunta.

Han pasado varios días, y puedo ahora decir que logré sacar una conclusión sobre ellos, al escuchar como hablan entendí varias cosas, lo primero es que se llaman a sí mismos personas, hombres, humanos o gente y a la luz roja lo denominaron como un incendio masivo, el cual fue provocado por alguien de su misma especie – eso me hace pensar que mi afirmación no estaba equivocada – también noté que una parte de ellos están preocupados por nosotros, por lo que no tienen las intenciones de hacernos daño. Puedo decir con seguridad que no todos los qhari qhari son malos, porque ciertamente existen algunos de ellos que tratan de acabar con nuestra vida, pero la otra parte se preocupa por nuestro bienestar, y tratan de hacer lo mejor posible para curar nuestras heridas, salvarnos, también alimentarnos, me demostraron que puede haber un poco de bondad en quienes ni te puedes imaginar, ahora lo sé.

 

  • Pilco, mira allá – me dice Mejo –

 

Y lo que mis ojos ven es a Felipe, con el pico dañado a punto de romperse, debieron encontrarlo recién, ya que es la primera vez que lo veo después del incendio.

  • ¿Felipe? – le pregunto suavemente –
  • ¿Eh? – me mira confundido – con que aquí es donde vinieron a parar –
  • ¿Qué te sucedió? – le pregunto –
  • Ah, hablas de mi pico… pues resulta que después de que la luz roja acabara con casi todo; decidí irme a un pueblo cercano para refugiarme, esa fue una terrible idea, porque en ahí al parecer no era bienvenido, ya que los qhari qhari de la zona me comenzaron a lanzar rocas, y una de ellas era de gran impacto que hizo esto – apunta a su pico – hace un momento escuché que me lo van a quitar, literalmente me cortarán el pico – lo dice sollozando – ¿sabes qué significa eso? No podré valerme por mí mismo, y es probable que me muera de hambre, porque sin mi pico no soy nada –

Lo mejor será que no pregunte nada más, porque Felipe no está en condiciones para hablar, en solo unos minutos se lo llevarán para quitarle la mayor parte de su pico, pero no estoy seguro si luego de eso se encontrará en buenas circunstancias para hablar. 

  • Es mejor que ya te estemos preparando para la cirugía, Tuki Tuki – le dice el qhari qhari a Pipe –

Veo que incluso le pusieron un nuevo nombre a Felipe, pero por qué será que decidieron llamarlo Tuki Tuki. Ahora, él se va junto con el qhari qhari, se le nota en su rostro la gran tristeza que siente al perder su pico, le intento seguir con la vista hasta que lo pierdo.

Mientras tanto, escucho la voz de la señora Sonia susurrando, y repitiendo “tengo que volver, tengo que volver”, con todo lo que sufrió debe haberse vuelto loca de remate. En los últimos días intenté que recobrara su conciencia, pero a pesar de que esforcé mucho no lo conseguí, continúa diciendo incoherencias y no puede quedarse quieta, no quiero que se quede en ese estado, deseo que vuelva a sonreír, con ese brillo que la distingue de los demás y volver a ser el hurón positivo que antes era.

 

 

 

 

Con el anochecer muchos de los qhari qhari se retiran, y solo se quedan algunos para nuestro cuidado. Al amanecer, lo primero que noto al despertar es que la señora Sonia no está

 

  • ¡¿Qué?! Esto no puede ser posible, el hurón escapó de su jaula – dice el qhari qhari en un tono de angustia – tengo que pedir ayuda a la policía, para poder encontrarlo rápido –

 

¿La señora Sonia escapó? Debe ser por lo que decía ayer, de que tenía que volver, pero ¿volver a dónde? Antes de que me diera cuenta el sol se vuelve a ocultar, afortunadamente encuentran a la señora Sonia, y escucho decir a los qhari qhari, que ella trataba de volver al bosque, lo cual les conmueve mucho, porque en estos momentos el bosque está destruido; incluida la casa en donde vivía.

Ya transcurrió un buen tiempo, y me encuentro estable de salud junto con mi hermano, esta estabilidad momentánea dudo que dure más tiempo, porque dicen por ahí que seremos trasladados a otro sitio, unos se irán a refugios, otros a distintos veterinarios y alguno que ya están recuperados serán liberados, pero no estoy seguro a dónde seremos enviados mi hermano y yo.

 

  • Muy bien peques, ¿están listos para su nuevo hogar? – nos habla un qhari qhari –
  • ¿Hogar? Ya había olvidado la idea de tener uno – hablo para mí mismo –

 

Es como si hubiera pasado un largo tiempo después del incendio, porque no recordaba cuando fue el último día en el que fui feliz completamente, creo que los momentos más preciados para mí; era los tiempos en los que ayudaba a mi mamá, jugaba con Mejo, cuando nos quedábamos horas hablando, como si no hubiera un mañana con la señora Sonia o preguntarle a Felipe por las aventuras que vivió.

 

Talvez no todo será como era antes, pero quiero intentarlo, incluso vi algunos avances con la señora Sonia, porque ahora no solo se queda callada mirando al vacío, sino que intenta sacar un tema de conversación cada vez que puede. Y Pipe, al no tener mas su pico, los encargados se lo preparan alimento que sea capaz de consumir, a pesar de eso, él tiene un alma luchadora la cual no sabe cuándo rendirse. Al mismo tiempo, me enteré que seremos trasladados a la clínica de un veterinario, con varios de nosotros.

Ahora creo que puedo vivir tranquilamente con mi hermano, junto a la señora Sonia, Felipe y con otros animales, tratando de ayudarnos unos a otros en la casa de un veterinario, aprendiendo que la vida es muy dura y hay que saber sobrellevarlo, muchas veces encontraremos a alguien que nos haga daño, al destruir todo lo que amamos, talvez suene cruel decirlo, pero en muchos de los casos los culpables no serán castigados por lo que hicieron, y no tenemos que desmoronarnos ante ese hecho. Las personas seguirán contaminando y deshaciéndose de todo lo que existe en este mundo, pero también habrá quienes intenten cambiar ese hecho, tratarán de mejorarlo al ver un problema mayor al de ellos, y si llegan a convencer a la mayoría de los qhari qhari, los animales podrán estar a salvo.

 

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