La tensión y conflictividad se mantiene en el país y no se prevé una solución inmediata, luego del fracaso de dos intentos de diálogo de este fin de semana. El fallido intento de encontrar un solución pasa por intereses partidarios de grupos, demandas de ley para garantizar elecciones, pedido de renuncia de la presidenta Jeanine Áñez, pérdida de autoridad y la postura de sectores radicales, apuntan analistas.