La tregua energética entre rusos y ucranianos se tambalea poco después de entrar en vigor entre acusaciones mutuas de violación, mientras la marítima se topa con muchos escollos en el camino, debido a la exigencia rusa de levantar las sanciones agrícolas occidentales antes de aceptar un cese de las hostilidades en el mar Negro.
Rusia y Ucrania acordaron “eliminar el uso de la fuerza” en el Mar Negro después de conversaciones paralelas con negociadores estadounidenses en Arabia Saudita, aunque el Kremlin dijo que un alto el fuego marítimo comenzaría sólo si recibía un alivio de las sanciones a las exportaciones agrícolas.
Ucrania aceptó ayer una propuesta de EEUU para que se declare entre Kiev y Moscú un alto el fuego total inmediato y prorrogable de 30 días en tierra, mar y aire, sobre el que ahora debe pronunciarse el presidente ruso, Vladímir Putin.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, señaló ayer que no aceptará ningún acuerdo para terminar con la guerra que se haga sin la participación de Ucrania.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, sigue perfilando su estrategia para lograr una paz aceptable para su país recurriendo a la presión diplomática internacional sobre Rusia, y anunció que presentará en septiembre al presidente de EEUU, Joe Biden, un plan en este sentido que tiene entre sus pilares la operación que llevan a cabo las tropas ucranianas en el óblast ruso de Kursk.
El Ejército de Ucrania difundió un video en el que se ve a militares rusos rindiéndose en el paso fronterizo de Sudzha, en la región de Kursk, donde hace tres días las tropas de Kiev lanzaron una incursión transfronteriza sin precedentes y que las fuerzas del Kremlin no logran repeler.
Se ha producido el mayor intercambio de prisioneros entre Rusia y Estados Unidos desde la Guerra Fría, en el que 16 personas fueron liberadas de la custodia rusa, entre ellas el periodista del Wall Street Journal Evan Gershkovich. También fueron liberados otros ciudadanos extranjeros detenidos en Rusia y numerosos presos políticos rusos.
El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, negó ayer que exista un acuerdo de Bolivia con Rusia para la compra de crudo, y descartó que un buque con diésel hubiera llegado a puertos chilenos con combustible para el mercado boliviano, como informaron diversos medios.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, llegó ayer a la ciudad de San Petersburgo (Rusia) con motivo de la celebración del Foro Económico Internacional (Spief, por sus siglas en inglés). Durante el evento, está previsto que se reúna con su homólogo ruso, Vladímir Putin, y abordará, entre otros temas, el posible ingreso de Bolivia en el grupo Brics, informó la agencia Sputnik.