Real Madrid se enfundó ayer el traje de las grandes noches europeas en el Spotify Camp Nou y noqueó al Barcelona, al que remontó el 0-1 de la ida con una contundente goleada (0-4) y apeó a los locales de la final de la Copa del Rey, en un clásico en el que la pegada y el talento de los blancos decidió la eliminatoria.