Sepa cómo evitar robo de autopartes
Con chalecos de color naranja y portando una caja de herramientas, así caminan los “aseguradores” a lo largo de la avenida Siles, en Cochabamba, dando a los conductores soluciones para evitar el robo de autopartes, que en la actualidad se ha convertido en el pan de cada día, provocando inseguridad.
Se los conoce como “aseguradores” porque aseguran todos los repuestos que son susceptibles de ser robados, como parabrisas, faroles, espejo, aros y guardafangos.
El costo oscila entre 40 y 250 bolivianos, dependiendo del modelo, tamaño y accesorio que requiere ser asegurado por su propietario.
El director departamental de la unidad de la Dirección de Prevención de Robo de Vehículos (Diprove), Javier Mendoza, dijo que, cada día, esta unidad recibe varias denuncias sobre el robo de vidrios laterales de los minibuses.
“Los antisociales operan en cuestión de segundos con la ayuda de herramientas”, explicó y aseguró que la mayoría de los robos se registra en los municipios de Sacaba y Cercado. Los antisociales sustraen un repuesto en minutos o segundos, y luego lo llevan al mercado negro para comercializarlo a un costo que definen en ese momento.
“Una vez me robaron mis retrovisores, fui al mercado negro y los encontré. Al final tuve que volver a comprar las partes de mi propio vehículo”, contó Richard Pérez, conductor de un vehículo de transporte público.
Ante este panorama, una veintena de personas conformaron la Asociación de Aseguradores, quienes caminan a lo largo de la avenida Siles ofreciendo sus servicios, asegurando los autopartes a cambio de algunas monedas y en otros por billetes.
Conductor: “¿Cuánto me cobras por asegurar los retrovisores de mi auto?”, pregunta.
Apolinar Mostacero, “asegurador”: “Depende del modelo, jefe. Le puedo hacer precio si se anima”, le contesta.
Los afiliados a esta asociación ofrecen el seguro para retrovisores, placas, faroles, logotipos, letras, guardafangos, entre otros servicios.
“El precio depende del material, el modelo del vehículo y el tamaño de lo que se quiere asegurar. Por ejemplo, al vidrio de los retrovisores les ponemos un gancho, con eso se evita que los ladrones logren su objetivo”, explicó Edgar Choque mientras aseguraba las letras de un vehículo con unos remaches.
En tanto que para los retrovisores utilizan unas “garritas” para que su sustracción no sea tan fácil.
En el caso de los aros, se utilizan unos pernos que brindan un mayor refuerzo.
En los talleres mecánicos también ofrecen un servicio similar, aunque con un costo diferenciado. Sin embargo, algunos conductores, sobre todo del servicio público, se las ingenian para asegurar sus autopartes por sí solos. “Los precios varían de un extremo a otro, hay que ir cotizando”, dijo Johnny Severich, que metros más abajo aguardaba mientras instalaban unos guardas barros nuevos a su vehículo.
MÁS
Oferta y demanda
Según pasa el tiempo, la creatividad de los trabajadores coadyuva para frenar el robo de autopartes.
MODUS OPERANDI
Clanes familiares y los autopartes
Según el registro documental, en los operativos que realiza la Dirección de Prevención de Robo de Vehículos (Diprove), para la recuperación de autopartes, la mayoría de los antisociales pertenecen a clanes familiares que se dedican al robo y comercialización.
Esta unidad, en gestiones pasadas, realizó ferias para exponer las autopartes recuperadas y que las víctimas puedan recuperarlas.