Público del corso vibra con los caporales, salay y la diablada
Después del paso de los premilitares, el público que asiste al Corso de Corsos vibra en la tarde con la energía de los caporales, la vitalidad del salay además de la majestuosidad de la diablada. Los danzarines cochabambinos y del resto del país continuan haciendo gala de sus pasos con danzas como el pujllay, la llamerada, el tinku y la saya afroboliviana.
En esta oportunidad sobresalen los bailarines de salay que contagian su alegría al público, que retribuye su esfuerzo y talento con aplausos. El alcalde Ivan Tellería también aprovechó para bajar del palco y compartir el ritmo del zapateo durante unos minutos.
Organización
A pesar de la gran asistencia de público, las graderías no cuentan con basureros, por lo que las calles y jardineras comienzan a llenarse de todo tipo de residuos.
El caos vehicular que comenzó el miércoles con el armado de las tarimas persiste y se agudiza en las pocas vías de desfogue. A ello se suma la falta de guardias de vialidad y de Tránsito, por ejemplo, en la av. San Martín y Bolívar sólo hay un gendarme para regular a todo el tráfico.