Vecinos se enfrentan por la preservación de un bosque en Sacaba
La intención de preservar un bosque y una hilera de molles y eucaliptos continúa provocando enfrentamientos entre vecinos de la urbanización La Huerta y de la OTB Chacacollo, en el distrito 2 de Sacaba, sobre todo luego de que la Alcaldía derribó un muro que protegía los árboles.
Mientras los habitantes de la urbanización insisten en conservar la vegetación; los vecinos apoyan las acciones que asume la Subalcaldía de Quintanilla para despejar el lugar para instalar alumbrado público que permita reducir la “inseguridad”.
“Nuestra idea es conservar el área verde. No confiamos en los arquitectos de la Alcaldía, porque lo primero que hacen es volverlo todo cemento”, señaló Jorge Llosa, vecino de La Huerta, aprobada en 2001.
Explicó: “Hemos cedido en dos sectores espacios más un área de 2,5 metros de preservación de árboles. En una de las cesiones ya han hecho desaparecer sauces llorones para construir una posta policial, una cancha de fútbol, incluso querían hacer una sede social”.
Urbanización
Denunció que las autoridades municipales se parcializaron porque no exigieron a otros excolonos que cumplan con las cesiones pese a que es de conocimiento público que en el lugar hay loteamientos y cuestionó que se derrumbe un “muro patrimonial afectando árboles protegidos por ley”.
“Nos han dicho que es para entrar en rasante, cuando ellos saben que nosotros ya estamos, pero no hacen nada para que la fábrica de cerámica cumpla el comodato y retire el tinglado para abrir una vía de 15 metros. Tampoco les dicen nada a los que están al frente, que levantaron una cerca entrándose al camino por lo menos dos metros”, aseveró.
Otra vecina, Carmen Pérez, alertó que 24 especies de aves y más de 60 árboles están en riesgo, luego de que se destruyera parte de la pared de 200 años “sin notificación” y con resguardo de guardias.
En un recorrido por la zona, se constató que se precintó el lugar con carteles y cintas en los que se puede leer: “Molle protegido por la Ley Nº 1278, prohibido talar”.
En el recorrido se apreció además que no hay iluminación, los bloques del muro aún no fueron retirados, la maquinaria dañó algunas ramas de la vegetación y la avenida conflictiva no está asfaltada.
Vecinos
Respecto a las denuncias, los vecinos de la OTB Chacacollo negaron que exista intención de lotear el bosque y comentaron que respaldaron la demolición del muro después de que dentro de la urbanización se halló parte de los restos de un arquitecto que fue asesinado.
“Esa pared ha convertido el barrio en un lugar peligroso: no se podía transitar, era muy oscuro y desagradable pasar porque la gente incluso botaba basura y eso hizo que proliferen ratones. Los de la urbanización sólo hacen limpieza adentro”, relató un poblador.
Agregó que la comunidad no tiene intención de dañar ninguna especie; al contrario, considera que se puede generar un espacio de esparcimiento para que todas las familias disfruten del área verde y la Alcaldía invierta en este pulmón natural.
Subalcalde
Por su parte, el subalcalde de Quintanilla, Mauricio Zamora , negó que se dañara árbol alguno y enfatizó que no hay afectación a infraestructura patrimonial.
“Una pared no puede ser por sí sola patrimonio; sólo si tiene fachada colonial puede ser considerado como tal, así está en la normativa. Además, ya se había intervenido la muralla cuando hicieron sus garajes”, aseveró.
Zamora afirmó, con planos en mano, que en el plan director la avenida en conflicto será de 24 metros y que se está liberando el área de acuerdo a lo que establece la Resolución Municipal Nº 122/199.
“La notificación se hizo a la OTB. (Queremos) pedirles a los vecinos que consensuen un proyecto ecológico y en beneficio de todos”, dijo.
“(Debemos) aclarar que estamos notificando a otros propietarios para que también entren en rasante, al igual que a la fábrica para que retire el tinglado”, finalizó.