Familias vencen al Covid, pero aún batallan con traumas y secuelas
Una segunda oportunidad de vida. Eso es lo que significa para cientos de familias superar la Covid-19, pero la batalla contra el virus no termina con el alta médica de los pacientes, debido a que algunos deben seguir lidiando con las secuelas emocionales y físicas que deja la enfermedad.
Depresión, estrés, ansiedad y culpa son algunos sentimientos que afirman haber experimentado las personas que superaron la Covid-19. Sin embargo, reconocen que los cuidados de la familia, la fe y el apoyo de amigos los impulsaron a continuar luchando hasta dejar atrás los momentos difíciles.
Este es el caso de Paola Herbas, una joven que, junto a su familia, soportó el drama de ver cómo el virus apagaba la alegría y la voluntad de vivir de su padre.
Relató que en un inicio se resistía a creer que su papá contrajo el virus, porque éste se cuidaba bastante con plantas medicinales.
La negación hizo que junto a sus hermanos busque especialistas de otras patologías para aliviar el dolor de su papá, sin embargo, al ver que su salud empeoraba y que otros integrantes de su familia comenzaron a tener síntomas de Covid al fin decidió acudir a un centro de salud.
“Dimos positivos cuatro, pero lloramos de alegría porque mi mamá que estaba cuidándonos dio negativo. Inmediatamente comenzamos el tratamiento, no le deseo ni a mi peor enemigo todo lo que viví, es doloroso ver a tu papá mal y no poder ayudarlo”, aseveró.
Paola comentó que tras conocer los resultados el calvario siguió, porque debían conseguir medicamentos que no había en las farmacias, pagar a médicos y enfermeras, porque los hospitales estaban saturados y temía que si internaban a su padre éste dejaría de luchar por sentir que fue abandonado.
“Esta enfermedad es seria, te quita las ganas de comer, aunque tengas sed no puedes tomar nada, realmente uno necesita mucho apoyo y cuidados. En una ocasión tuve que contar todas las monedas que encontré porque no me alcanzaba para pagar al médico”, puntualizó.
La adversidad le ayudó a ser más cuidadosa y a extremar en las medidas de bioseguridad para no revivir lo que ella considera una pesadilla.
En tanto, el periodista Franz Navia que también venció el coronavirus dijo: “La secuela que me dejó es la bendición que me dio Dios de estar vivo, de tener una familia, grandes amigos, colegas que me colaboraron cuando estaba enfermo”.
Navia puntualizó que la solidaridad y el apoyo de sus seres queridos le dieron fortaleza para soportar los 18 días que estuvo internado y con oxígeno en un hospital.
“La depresión es grande para un enfermo con Covid-19; tenía un compañero en la misma sala donde estaba internado que quería suicidarse porque no toleraba el ruido de las máquinas que nos conectaban”, mencionó.
El periodista recalcó que en su casa se cumplió con rigurosidad con el aislamiento y el protocolo de bioseguridad, incluso se usaba barbijo dentro del domicilio.
A pesar de estos cuidados por un descuido sus padres se contagiaron meses después de él, su esposa e hijo superaran la Covid-19.
Complementó que la detección oportuna hizo que su padre y madre fueran internados y se recuperaran.
Concluyó que aguarda que su madre esté totalmente restablecida para que pueda vacunarse contra el virus para que esté protegida.
MÁS DE 54 MIL SUPERARON EL VIRUS
En Cochabamba, 54.446 pacientes con Covid-19 se recuperaron durante toda la pandemia, de acuerdo a los reportes que brinda el Servicio Departamental de Salud (Sedes).
El jefe de Epidemiología, Yercin Mamani, informó que en las últimas tres semanas de la tercera ola el promedio de recuperados subió a 800 por día; cuando hace un mes el promedio era entre 902 a 1.440 por semana.
RECUPERADOS LIDIAN CON DOLORES, SOFOCACIÓN, MIEDO Y FALTA DE SUEÑO
REDACCIóN CENTRAL
“Pensaba que iba morir, estaba internado 15 días en una sala donde había dos camas y veía cómo sacaban a personas fallecidas cada tres a cuatro días. Sacaban al muerto y casi inmediatamente traían otro paciente. Sentía que iba a ser el próximo, eso me afecta aún”, contó Miguel Vedia, que logró vencer la batalla contra la Covid-19.
Señaló que se contagió durante la primera ola, por lo que peregrinó en busca de pruebas en cuanto empezó a manifestar síntomas.
La falta de información también complicó su recuperación porque recuerda que en ese periodo sólo se recomendaba aislamiento, pero aún no se sabía con precisión qué medicinas tomar para evitar que la enfermedad avance.
Recordó que fue aislado en un departamento con su hijo que también tenía síntomas, pero en los momentos más difíciles oraba para seguir viviendo.
Su experiencia no sólo le permitió fortalecer la unidad con su familia, sino ayudar a otros familiares y amigos que se enfermaron.
“Uno se preocupa mucho, primero porque tienes miedo de perder la vida, luego están también los gastos para los medicamentos, en ese entonces para conseguir el plasma. A veces todavía tengo dolor en el pecho, no puedo dormir, son dificultades de orden psicológico creo por todo lo que vi”, remarcó.
Su esposa contó que otra dificultad fue el temor al rechazo social, por lo que las compras las realizaba, en la madrugada, alguien que estaba sano.
Tras superar esta etapa, Vedia pidió a la población vacunarse para no pasar por estos traumas.
Para Carlos Vásquez, otra persona que superó la Covid-19, lo más difícil de estar en aislamiento es combatir la depresión.
“Es importante el apoyo de las personas que te rodean. A veces uno siente que está bien y de un momento al otro esto cambia”, concluyó.