Vecinos de Alalay soportan malos olores y viven un “calvario”
Los vecinos que viven en los alrededores de la laguna Alalay, como en Cerro Verde, La Rinconada y las avenidas cercanas, deben soportar a diario los malos olores que desprenden los lodos.
La falta de agua y los lodos contaminados son las causas para que se generen olores, similares al huevo podrido, que agravan la fetidez en esta época del año, dijo el representante del Colectivo Socioambiental de Cochabamba (Cosac), Jaime Ponce.
El olor es insoportable para los que circulan por los alrededores de la laguna, más de medio kilómetro a la redonda. Este empeora aún más a primera hora del día, en el atardecer y por las noches.
Una vecina que vive por la avenida 9 de Abril, Elva Claure, lamenta que cada año los vecinos enfrenten esta situación. Dijo que a ciertas horas es complicado, incluso, respirar y teme por su salud.
“Es que uno no se puede acostumbrar a semejante olor y es todo el año. Hasta cuándo vamos a vivir de esta manera. Necesitamos una solución”, remarcó.
En el lado norte de la laguna. por la avenida 9 de Abril y por la Oquendo, hay decenas de negocios entre tiendas, consultorios y puestos de comida. Los Tiempos realizó un sondeo y todos los entrevistados se quejaron por el olor repugnante.
Una vendedora de comida, Griselda Colque, contó que tiene planes de trasladarse a otro lugar, debido a que los olores también ahuyentan a los comensales.
“Esta zona es comercial, pero no puedo quedarme porque en serio se siente feo el olor. Ojalá alguna autoridad viviera por acá para saber cómo es vivir este calvario”, dijo.
Otro vecino, Roger Castellón, manifestó que trotar por la pista de la laguna los fines de semana era su actividad favorita. Sin embargo, los malos olores lo llevaron a reconsiderar esta opción, porque también teme por su salud.
Sin solución
El representante del Cosac lamentó que la Alcaldía de la Cochabamba pretenda ofrecer el dragado como la solución definitiva para la laguna. Dijo que es nececonstruir una zanja de coronación que impida el ingreso de aguas de mala calidad del entorno, particularmente, de las zonas de Valle Hermoso, Alto Cochabamba y Cerro Verde.
“El ingreso de agua limpia no garantizará el punto final del problema, si de la misma manera, sigue ingresando materia fecal. La laguna se puede salvar, pero no pasa por los intereses económicos y hay falta de voluntad política”, explicó.
El entorno de la laguna también está descuidado, debido a la aparición de canchas deportivas. Para Ponce existe un negociado entre la Alcaldía con ciertos actores y clubes que lucran todo el año con campeonatos y esto provoca la depredación del espejo de agua.
Hace más de una década existían en la parte sudeste sólo cuatro canchas a la fecha existe alrededor de 40 que afectan a la riqueza forestal del entorno.