La FAB busca reactivar centro de ensamblaje de aviones en Santa Cruz
Con la llegada de dos de los nueve aviones de entrenamiento Huaynas Zlin 242 L, de industria checa, el Centro de Industria y Tecnología Aeroespacial (CITA), de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) volverá a ejercer funciones de entrenamiento, capacitación, transferencia de tecnología y ensamblaje de aeronaves de instrucción.
Las tareas del CITA fueron interrumpidas hace más de un año a raíz de una serie de problemas que presentaron las dos primeras naves “fabricadas” en el país que derivaron en la muerte de dos pilotos.
Los Tiempos visitó ayer el CITA, ubicado en el hangar 80 del aeropuerto El Trompillo, donde uno de los operadores se limitó a informar que, efectivamente, se reiniciarán las labores con la llegada de los aviones checos. Las restantes siete aeronaves llegarán en enero del próximo año. La inversión total es de 3,2 millones de dólares, según un comunicado de la FAB.
Al respecto, el presidente Evo Morales, durante su discurso de ayer en el acto de conmemoración por el 93 aniversario de la FAB, saludó “las buenas propuestas” de comandantes y excomandantes, referentes a la industria aeronáutica y lamentó no haber podido cumplirlas ni financiarlas de manera oportuna. Sin embargo, señaló que “no es tarde para continuar con esos grandes deseos que plantearon”.
Además, el Primer Mandatario indicó que Bolivia continuará comprando aviones para bien de la FAB y del pueblo boliviano. No obstante, indicó que es importante que el Colegio Militar de Aviación (Colmilav) tenga una especialización para la administración del radar que es adquirido por el Estado con un costo de 200 millones de dólares para “sentar soberanía aérea”.
El CITA fue objeto de críticas luego de salir a la luz, en junio de 2015, un informe de la FAB que advierte varias falencias respecto a la infraestructura de este centro y del inexistente control de calidad, además de un trabajo empírico. Dicho documento señala también que el CITA tampoco contaba con la certificación de la Dirección de Aeronáutica Civil y que se creó saltando una serie de procedimientos.
El avión “Foxtrot 4-Gavilán”, construido en este centro, se siniestró el 15 de octubre de 2014 al presentar fallas en los alerones, y la Junta Investigadora de Accidentes Aeronáuticos (JIAA) adjudicó los motivos a supuesta mala calidad de los materiales con los que ensambló la aeronave.