K’ara K’ara: manejo de basura y cierre cuestan más de Bs 20 millones
El manejo de la basura en Cochabamba sigue siendo un problema que lleva más de 30 años sin resolverse. Incluso en 2009, la Sala Penal Tercera de la Corte de Justicia prohibió, el 17 de septiembre de 2009, echar más residuos en el botadero desde el 1 de enero de 2010.
Su manejo representa un gasto millonario. Hasta 2014, la Alcaldía pago 7,7 millones de bolivianos a la Empresa Municipal de Servicios de Aseo (EMSA) por la disposición final y a partir de 2015, un total de 26 millones a la empresa Colina SRL, contratada por excepción -sin licitación- en agosto de 2014.
La Compañía de Limpieza e Ingeniería Ambiental (Colina), representada por Jaime Chávez Solano, fue contratada en la gestión de Edwin Castellanos para el “servicio de tratamiento, disposición final de residuos sólidos, cierre técnico y mantenimiento del relleno sanitario de K’ara K’ara”, en la ciudad.
El primer convenio estableció 13 actividades. La operación técnica, sanitaria y ambiental (1), la disposición final de residuos que ingresen al relleno (2), elaborar el proyecto TESA para mejorar la disposición final y los derivados como residuos bioinfecciosos, compost, biogás, escombros y llantas (3), mejorar el manejo y tratamiento de lixiviados (4), preservar el ambiente de salud pública y promover el uso de tecnologías que eviten la contaminación ambiental (5), cierre técnico y mantenimiento de relleno sanitario y el plan de abandono (6), mitigar o remediar los impactos ambientales de los residuos dispuestos antes de la concesión (7), cumplir la Ley Municipal de Gestión Integral de Servicios de Aseo, Tratamiento y el Decreto Municipal Reglamentario (8), vigilancia y control del predio (9), la puesta en marcha y operación de una planta de abono y biogás (10), implementar un proyecto de lumbricultura (11), manejo de escombros (12) e invertir en equipos e infraestructura (13).
En menos de dos años, el contrato ha sufrido tres modificaciones: una en la gestión de Castellanos y dos en la de José María Leyes. Los cambios han incidido en el incremento del precio por tonelada de basura y ampliaciones de plazo para la implementación de plantas de compost, biogás y lumbricultura.
Cada día ingresan alrededor de 500 toneladas de basura y residuos sólidos al botadero. Sin embargo, las condiciones de funcionamiento no han cambiado sustancialmente desde que empezó a funcionar en 1987, en un terreno de la universidad que se habilitó por necesidad.
Hace 30 años, los asentamientos alrededor del botadero eran mínimos. Hoy las construcciones están a 500 metros del vertedero y la Alcaldía levantó este año el perímetro de retricción de un kilómetro.
El botadero funcionó hasta 1997 sin una supervisión directa. En 2002, EMSA inició con el trabajo de disposición de residuos. “Era un lugar de acumulación de basura, pero con el ingreso de EMSA se tecnificó. Se comenzó con el confinamiento de acuerdo a la Ley 1333 de Medio Ambiente”, explicó el gerente de EMSA, Raúl Gutiérrez. En 2014 se firmó un contrato con Colina.
Cierre y disposición final
El jefe de Residuos Sólidos de la Alcaldía, Marco Claure, explicó que el cierre técnico consiste en impermeabilizar las macroceldas, hacer los ductos necesarios para los lixiviados y el biogás. Luego cubrir y reforestar. El trabajo se realizará en tres macroceldas del botadero. En la primera, la más antigua y grande, ya no ingresa basura y el proceso de cierre está en un 60 por ciento. Otra tarea es el mantenimiento, debido a la descomposición de la basura, las macroceldas suelen ceder y fisurarse. Para ello, Colina debe hacer el trabajo necesario para mantenerlas, dijo Claure.
K’ara K’ara: manejo de basura y cierre cuestan más de Bs 20 millones

K’ara K’ara: manejo de basura y cierre cuestan más de Bs 20 millones

ANTECEDENTES
El botadero de K’ara K’ara comenzó a funcionar en 1987 en predios de la facultad de Agronomía de la Universidad Mayor de San Simón. Los docentes pidieron que se deposite basura para hacer investigación. Sin embargo con el tiempo se convirtió en un espacio de acumulación de basura a cielo abierto, al sur de la ciudad.
La investigación del Centro Vicente Cañas: “El botadero de K’ara K’ara: Un problema medioambiental generador de conflictos en Cochabamba” remarcó que el botadero se construyó de manera improvisada sin los trabajos necesarios para evitar la contaminación de suelos, agua y ambiente de la zona. “No se realizó el levantamiento topográfico de la superficie, fundamental para el diseño y manejo racional”, menciona.
En 1997 se vio la necesidad de crear la Empresa Municipal de Servicio de Aseo (EMSA) de este modo la Alcaldía pasó a ser responsable de los residuos. Pero, con el tiempo la situación continuó creciendo, por lo que se decidió otorgar la labor de disposición final de la basura a la empresa descentralizada EMSA, en 2002.
La basura se manejó durante diez años sin un tratamiento adecuado que repercutió la contaminación. Los residuos generaban lixiviados (líquidos contaminantes) que se filtraban hasta los pozos de agua de la población y se desconocía la emisión de biogás. Por tanto, el aire también se contaminó con metales pesados, gases sulfurados, de nitrógeno, metan, oligogases y otras sustancias.
Por todo ello, durante varios años existieron pugnas entre vecinos que exigían el cierre y la Alcaldía que pedía más plazos. Para llegar a consensos se firmaron varios convenios a cambio de canchas múltiples, caminos, escuelas y demás obras en beneficio de los vecinos del área de influencia.
En 2008 se propuso una declaratoria de desastre para mitigar la contaminación. Sin embargo, la Alcaldía no lo consideró necesario.
COMERCIALIZAN MATERIALES RECICLABLES
Si bien muchas personas consideran que separar los residuos en casa no tiene ningún valor, pues se cree que todo se mezcla en el camión, el gerente de EMSA, Raúl Gutiérrez señaló que gran parte de los materiales se reciclan y venden.
“Los que recogen la basura rompen la bolsa dentro del carro y separan aquello que se puede reciclar de la basura domiciliaria. Luego, se procede a la venta según las solicitudes que hacen empresas o personas naturales”, informó Gutiérrez.
El gerente señaló que al día se reciben entre 20 y 30 toneladas de residuos reciclables, estos son: botellas de plástico (PEP), bolsas de plástico blando, bolsas de plástico duro y papel. De acuerdo, al tipo de residuos se venden en diversos precios.
“Las empresas mandan sus solicitudes y nosotros vemos si tenemos lo que necesitan y lo entregamos”, aseveró. Los ingresos, junto a los que se cobra por barrer la ciudad generan 20 millones de bolivianos anuales para EMSA, destinados a cubrir sus costos de operación.
Los recursos se usan para el pago de planillas, mantenimiento de carritos recogedores y demás. “Se trata de una empresa que se busca que sea autosustentable”, señaló el jefe de Residuos de la Alcaldía, Marco Claure.
OPINAN SOBRE CONSECUENCIAS DE BOTADERO
RAÚL GUTIÉRREZ, GERENTE EMSA
“Hay que educar sobre la basura”
Necesitamos educarnos con la basura, debemos separar y botar donde corresponde y a la hora que se debe, no hacer las cosas como nos da la gana. Por ello, estamos trabajando en campañas desde las escuelas. Que sean los niños que enseñen a sus padres.
MARCO CLAURE,
JEFE DE RESIDUOS SÓLIDOS Y LÍQUIDOS DE LA ALCALDÍA
“Es algo que hemos creado nosotros”
Cochabamba tiene una deuda histórica con la basura. Se trata de algo que hemos creado contra nosotros mismos. Ahora pagamos de lo que no hicimos desde que se instaló el basurero, son tareas que se han ido acumulando y que ahora debemos mitigar.
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