Piedras, rituales y fe en el Calvario de Urkupiña
COCHABAMBA |
El Calvario de la festividad de Urkupiña congrega a miles de feligreses que comparten todo tipo de ritos y tradiciones sincréticas a los pies del cerro de Cota cada año en esta fecha. La multitud de todos los visitantes que vienen desde diversos puntos del país y el mundo, se observa desde el ingreso a Quillacollo formando un anillo alrededor del santuario de la Virgen.
Cada persona con una promesa, un sueño, un favor o inmensa gratitud.
Don Leonardo Villarroel tiene 62 años, es agricultor y viene desde Ivirizu, del trópico de Cochabamba, acompañado de su esposa. Movido por la fe a la "mamita de Urkupiña" carga en un aguayo en sus espaldas una piedra de más de 20 kilos. Según la cultura local, esta práctica simboliza en la roca el dinero o el oro que a base de esfuerzo y combazos es extraido de la tierra.
Cuenta que desde hace 30 años sigue la tradición y en esta oportunidad su gracia es mayor porque consiguió extraer "la piedra más grande".
“Hemos venido con la fe a la virgen, pedimos todo, autitos y terreno”, afirma . Leonardo que una vez más se llevará la piedra cargada en sus espaldas a Cochabamba para luego hacer un viaje de cuatro horas hasta su localidad.
Los creyentes como Marcelo Torrez superan cualquier frontera, tiempo y distancia movidos por la devoción. Él es cochabambino que vive hace 17 años en Barcelona trabajando como diseñador de modas.
“Hoy he pedido por mí. Después de vivir 17 años fuera de mi tierra tengo muchas ganas de volver, solo he pedido volver y que me vaya bien aquí”, explica Torrez, acompañado de su pareja y sus cuñados, todos españoles.
Marcelo esta vez tiene un pedido especial para la Virgen y con la esperanza de que se cumpla se llevará la piedra que extrajo hasta su hogar en España.
“Ha sido un placer poder conocer la tradición, es la primera vez que vengo (…). Llevado un poco por la información de parte de la familia me ha incitado a querer vivir in situ esta tradición y seguir todo el camino con devoción”, cuenta Joan Estabé, familiar de Marcelo quien evidenciaba cansancio luego de los combazos.
La mayoría de los devotos piden salud, trabajo y bienes inmuebles y aseguran sentierse complacidos por todos los favores que les ha concedido la "Manita de Urkupiña" .
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— Los Tiempos (@LosTiemposBol) 16 de agosto de 2016
Amautas
Los Amautas son figuras que se observan desde el ingreso al cerro de Cota y a lo largo del trayecto que envuelve a la “minas”. La importancia de su presencia se encuentra en el tradicional rito de la k'oa y ch'alla que acompañan obligatoriamente la ceremonía de este día particular.
Los rituales que realizan simbolizan un “pago a la Pachamama” por las piedras que se han extraído del cerro en forma de préstamo, explica Marcelino Cancari, amauta de La Paz. La ceremonia dura aproximadamente entre 10 a 15 minutos, donde se eleva una oración en aymara y castellano con un llamado a los ancestros y agradecimiento a Dios, a la Virgen y a la tierra. La cerveza, el crucifijo y un quirquincho son los elementos principales para llenar de buena suerte a los feligreses.
“Esto es bendición de nuestra Virgen, la mamita tiene poder y les ayuda. Todo tiene significado, nuestros Illas nuestros achachilas nos alumbran, nos dan sabiduría y se les agradece”, señala Cancari.