Dos estudiantes queman la dirección de su escuela
La portera, la regente y la secretaria de la Unidad Educativa 27 de Mayo del municipio de Colcapirhua vivieron minutos de pánico y zozobra ayer por la tarde cuando dos estudiantes de 15 y 17 años ingresaron con máscaras de payasos a la escuela, rompieron con un hacha la puerta de la dirección, lanzaron un explosivo y rociaron gasolina.
La regente logró a salir a tiempo, impregnada de gasolina, y se salvó de convertirse en una antorcha humana, contó una profesora que fue testigo del atentado.
El jefe de seguridad de la Estación Policial Integra de Colcapirhua, Erwin Morales, informó que los dos adolescentes fueron detenidos por los maestros y vecinos luego de incendiar la secretaría de la dirección. Se presume que pretendían agredir a la directora, pero no se encontraba.
La maestra del menor de los estudiantes dijo que quedó sorprendida con el hecho, porque se trata de un estudiante destacado, inteligente y con un promedio de 80 que ayer no acudió a clases hasta el momento del ataque. En tanto que el mayor aparentemente se hallaba bajo los efectos de alguna droga, “estaba perdido en el tiempo y el espacio”, dijo.
El hecho ocurrió entre las 15:30 y 16:00, antes del recreo, y los profesores sofocaron el fuego con baldes. Se manejan tres hipótesis: que se buscaba atentar contra la vida de la directora, venganza contra los profesores y el uso de drogas.
Los adolescentes fueron detenidos por los vecinos. Luego, llegaron los bomberos y la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc).
Los estudiantes fueron trasladados a la EPI Colcapirhua, donde llegaron sus padres y comenzaron a defenderlos. Los adolescentes no quisieron declarar.
“Vamos a esperar que se realice la declaración con la Fiscalía y presencia de la Defensoría de la Niñez, por el momento, son sólo daños materiales”, afirmó Morales. No se trataría del primer caso en el que estudiantes intentan atentar contra una escuela, profesores y compañeros en el departamento.
Crisis de valores
El director de la Fundación Infante, Miguel Gonzales, asegura que esta situación responde a la crisis del tejido social fundamentado en el rol de la autoridad que prevalecía en un pasado.
“Esta crisis viene alentada por factores económicos que generaron la desintegración familiar. Temas sociales con nuevos valores muy permisivos, individualistas y subjetivos. Y todo esto entra en un serio conflicto, porque las unidades educativas todavía continúan en este tejido social”, afirmó Gonzales.
El también sociólogo aseguró que esta situación no justifica un hecho delictivo o que atente contra la seguridad de otras personas. Agregó que los padres no pueden justificar la violencia, pues su rol debería ser más crítico.
“Hay una disputa por la autoridad y el poder que genera que entren en conflicto padres e hijos y a veces algunos ganan el poder a través de la violencia”, finalizó.