Policía mata a su pareja; luego se suicida
La Paz | La Prensa
Bebió un vaso de moqochinchi (refresco de durazno seco). La policía Silvia Judith Alarcón Paredes (22) pagó a la vendedora una vieja cuenta y comenzó a caminar con una amiga, también uniformada, por la calle Comercio. Ambas reían mientras el reloj del Congreso Nacional, donde trabajaban, daban las 12 campanadas del medio día paceño.
Parecía un día más hasta que un hombre, pareja de Silvia con quien tuvo un niño de dos años, atrajo a la muerte y se fue con ella.
Alarcón llamó a su amiga Laura Mayta Flores, también policía, con quien acordaron ir a merendar en el regimiento dos ubicado en la calle Loayza, a dos cuadras de su trabajo.
Ambas caminaron (a media cuadra de la plaza Murillo) y llegaron a los kioscos instalados en la esquina de las calles Comercio y Colón.
Faltaba dos minutos para el medio día. Laura se acercó a un teléfono público para saber cómo estaba su bebé mientras Silvia se acercó a la vendedora de moqochinchis y calmó su sed.
Luego se juntaron y se aproximaron a la esquina Comercio y Loayza. La vendedora de refrescos contó que "estaban riendo".
Un hombre se les aproximó por la espalda. Discutió por algunos minutos con Silvia de su relación de pareja. Se conocían y forcejearon. El desconocido, vestido de civil, sacó su arma, una pistola de calibre 9 milímetros. Hizo un disparo al aire. Laura intentó defender a su amiga, se abalanzó sobre el agresor pero recibió como respuesta un balazo en el estómago. El reloj ya había terminado de dar sus campanadas.
El desconocido agarró por el cuello a Silvia, como si fuese una llave de la lucha libre y le disparó en la sien derecha, según el director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), coronel Adolfo Espinoza. Después, él optó por suicidarse con otro disparo en la sien. Los investigadores descubrieron cuatro casquillos de los proyectiles. La gente se arremolinó. Había un charco de sangre cerca de Silvia, quien estaba caída en la acera, un hombre agonizante y la policía Mayta, herida, que intentaba alejarse del lugar.
El asesino fue identificado como José Chura García. Según los familiares de la fallecida, el hombre daba malos tratos a su pareja. El coronel Espinoza, dijo que "eran concubinos desde Santa Cruz y Alarcón no quería saber nada (de Chura)".