Tipnis: un paraíso natural donde ahora siembran temor y división
En esta playa surgen luces naturales cuando se va el sol, y entonces inicia un majestuoso espectáculo visual protagonizado por los ojos de cientos de lagartos que no pretenden ser artistas. Ésta es una de las características de la noche en el río Isiboro, que a lo largo de su extensión alberga a 17 de las 64 comunidades del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (Tipnis).
El tránsito por estas vías de agua dulce es frecuente, pues es el único modo de conexión entre una y otra comunidad. El sonido del peque (una larga y angosta lancha de madera que avanza impulsada por un motor) no espanta a decenas de lagartos, capibaras, tortugas y aves que se refugian en los gigantescos árboles que obstaculizan el paso por el río.
Aquí llegó Los Tiempos, cuatro días después de la promulgación de la Ley 266 que anula la intangibilidad a este territorio. Puerto Geralda, a 18 kilómetros de la ciudad de Trinidad, es el punto de partida de un recorrido fluvial que dura más de 20 horas sobre el imponente río Mamoré, y que posteriormente continúa por los ríos Isiboro y Sécure.
Sobre la investigación
Hoy Los Tiempos puso a disposición de sus lectores un suplemento impreso con una crónica y varios testimonios de indígenas que habitan el Tipnis. La entrega estará disponible en la página digital a partir de mañana en varias entregas que se irán publicando hasta el miércoles. El material irá acompañado de productos audiovisuales.
El periodista Josué Hinojosa y el reportero gráfico Gerardo Bravo se adentraron en el Tipnis por seis días para brindar este material especial a nuestros lectores.
El objetivo del recorrido fue conocer el potencial paisajístico y la diversidad de la fauna de este lugar que se ve amenazado por la intensión de la construcción de una carretera y cuya intangibilidad fue abrogada por el Gobierno el pasado 13 de agosto. Del mismo modo, acceder a la versión de los comunarios, conocer su forma de vida y transmitir sus necesidades y potencialidades.
El trabajo del equipo de Los Tiempos se realizó a través de un viaje bajo las mismas características que lo hacen los habitantes de la zona y coadyuvando con dirigentes indígenas. Los testimonios que se recogieron en el lugar son crudos, pero totalmente verídicos y reflejan la realidad de la problemática que implica la intervención de la reserva.