Las Heroínas de la Coronilla
La valentía y la bravura que caracterizó a aquellas mujeres se han convertido en el paradigma de las actuales cochabambinas que son capaces de nuevas proezas, ya sea en el hogar o en trabajos cívicos
Uno de los episodios más entrañables de la Guerra de la Independencia de Bolivia es el suceso ocurrido en la colina de San Sebastián, donde un grupo de valerosas mujeres se enfrentó a los ejércitos realistas encabezados por Goyeneche.
Esta batalla me conmueve más que otras porque mi corresponsal en el Palacio Real de la Plaza Murillo es descendiente directa de una de las bravas cochalas aunque nunca llegó a la coronilla del Presidente Vitalicio, ni a la del columnista… que reconoce su excelente trabajo.
La valentía y la bravura que caracterizó a aquellas mujeres se han convertido en el paradigma de las actuales cochabambinas que son capaces de nuevas proezas, ya sea en el hogar o en trabajos cívicos que se traducen en apoyos al actual prefecto Sr. Canelas y al Sr. Alcalde José María Leyes, quienes libran jornadas diarias de ocho horas en oficina prolongándose estas en el hogar durante otras ocho horas más.
Entre las mujeres aguerridas cochabambinas está la diputada Norma Piérola, de Colcapirhua, quien en su carrera política se hizo acreedora a una medalla al valor por haberse negado a estrechar la mano de su contrario político Evo Morales, a quien dejó con la mano extendida.
Rememorando la batalla de la Coronilla pregunté a Macacha si le enseñaron en la escuela de Quillacollo qué estaban haciendo los varones cochabambinos el 27 de mayo de 1812 pues las malas lenguas vallunas dicen que estos estaban estudiando, mientras las mujeres armadas de sus “makanas” peleaban por la Independencia, aunque la Historia da cuenta del buen comportamiento de los independistas cochalas que continuaron librando batalla contra el opresor español.
Teniendo una valerosa cochabambina a mi alcance decidí honrar el 27 de mayo, prometiendo llevarla a comer al Restaurant Luciérnagas, para degustar un buen Silpancho con su “sarsa” de cebollita y tomate.
Con todos esos ingredientes mostrados al lector trataremos de enaltecer el valor de las heroínas cochabambinas y de los bravos cochalas cuyo valor intelectual y guerrero nunca fueron puestos en duda.
¡Viva Cochabamba mayllapipis!!!!
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