De taxistas, parqueos, abusos y cobros excesivos
La proliferación constante del parque automotor ha creado un negocio redondo para los propietarios de vehículos, que ponen a disposición sus coches y los hacen trabajar como taxis de manera independiente contratando choferes para tal efecto o inscribiendo sus vehículos en compañías donde se hacen de unos buenos pesos.
Bajo cualquiera de las modalidades, se desenvuelven con gran demanda y alcanzan a cubrir mensualmente sus créditos bancarios para pagar la compra de sus vehículos, además de un plus que a diario alimenta los bolsillos del gremio y genera una economía circular muy interesante.
Escarbando mucho, sólo es posible encontrar un factor positivo: facilitan el transporte de la gente. En cambio hay mucho que criticar: la mayoría de estos taxistas no se organizan como empresas legales; no ofrecen seguridad a los usuarios y cobran en forma variable y abusiva, sin respetar los acuerdos tarifarios definidos con el Gobierno municipal en función a las distancias y zonas que recorren.
A ello hay que agregar el desorden vial que causan usando las calzadas de muchas las vías en las que han encontrado cómodos parqueos incluso en doble fila, en desmedro del tráfico y de otros pobladores que requieren el espacio sin afanes lucrativos; el cruce de esquinas sin respetar el semáforo e incluso ir en contrarruta cuando no ven autoridad de control.
Ante esa realidad, es de esperar que la iniciativa de la Secretaría de Movilidad Urbana de instalar una línea gratuita, la 800-14-0201, para que los usuarios llamen y denuncien este tipo de abusos rinda buenos resultados… tanto porque la gente haga la denuncia, como porque las autoridades sancionen a los infractores.