Un problema de Evo en Cochabamba
Misicuni está concluida hace más de un año, no obstante para cualquier valluno aquella realidad constituye un hecho metafísico aunque realmente no lo es. La presa de 120 metros de altura está hecha y el nivel de las aguas aumenta más o menos conforme a lo previsto durante los numerosos estudios técnicos realizados sobre la presa desde 1953.
Entonces ¿por qué su existencia sigue siendo metafísica para las grandes mayorías? Pues si actualmente sus aguas fluyentes a través de las montañas nutren miserablemente los campos de agricultores, lecheros y regantes; ni una gota de ellas alimenta a los grifos y fuentes de los habitantes de Cercado y municipios vecinos. Actualmente, el caudal que transporta el túnel de trasvase del embalse al valle, es casi igual al que traía antes de la “fiesta inolvidable”, o sea, antes de la inauguración de la presa más grande de Bolivia: unos 200 litros por segundo.
Evo inauguró Misicuni en marzo de 2017, y accionando él mismo las compuertas de la presa como parte del acto, duplicó aquel caudal para el beneficio exclusivo de Cercado. Aquel mismo día, también anunció que Misicuni estaría suministrando a Semapa 700 litros por segundo a mediados del 2018, luego 3.000 y finalmente 6.000 en el mediano plazo. Inesperadamente, tan sólo algunas horas después de la fiesta (cuatro o cinco), el acueducto tendido por la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENDE) entre la boca del túnel y las plantas del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa) de Cercado (Cochabamba), reventó varias veces en las faldas del Tunari (no precisaré detalles técnicos en esta ocasión).
La empresa Misicuni (estatal), tuvo que cerrar las compuertas de inmediato para no inundar el Valle Bajo al atardecer de la “fiesta inolvidable”, por supuesto, no por el éxito sino por el fiasco.
Se aproximan las próximas elecciones y la gran hazaña de Evo para Cercado y alrededores podría resultar inútil captando votos: ni se avizora el arreglo del acueducto colapsado, ni las lluvias garantizan pasar la próxima estación seca sin cortes indefinidos ¿Cómo puede ocurrir eso? Los actores implicados: Semapa, ENDE, Misicuni, nuestra alcaldía, Evo y su gobernador, Iván Canelas, luego de culparse mutuamente durante los días posteriores al desastre, parecen haber firmado un pacto de silencio.
Al Cholango, no le quitó el sueño trabajar conjuntamente con Semapa apuntando a convertir en realidad el anhelo de los vallunos: agua suficiente para el campo y la ciudad. Más tarde, y ya durante la gestión municipal de Leyes, el gobierno central parece haber priorizado un objetivo político inmediato pero inútil, y peor aún, nefasto al mediano y largo plazo: joder al alcalde Leyes, encarcelarlo a cualquier precio, incluso a costa de dilatar la conclusión de Misicuni en los hechos de la vida cotidiana.
¿Acaso el Cholango fue más honesto que Leyes? Para mí, salvando el hecho de que uno está preso mientras el otro anda de gira promocionando su nuevo disco de folklore mercantil, ambos son rateros. De esa manera, Misicuni, como muchos otros grandes aportes del gobierno de Evo (y no precisamente el más publicitado: la refundación de YPFB), aún estando concluidas en más del 99%, no les sirven al pueblo como fruto de la clásica cultura política mezquina y ratera de nuestro país, evidenciando una vez más lo siguiente: el proceso de cambio es un bluf.
El autor es economista.
llamadecristal@hotmail.com
Columnas de JUAN JOSÉ ANAYA GIORGIS