Los célebres perseguidos políticos
SERGIO GONZALO GUZMÁN ROCHA
Al margen de las diversas materias que a este Gobierno transitorio le corresponde asumir, estimo moralmente ineludible analizar una de las que se esta filtrando en la agenda, que reside en el tratamiento de los perseguidos políticos, cuya aparición no tardó en esperar y que para muchos configuró un escenario incómodo por la situación que atraviesa el País. A esto es preciso señalar que sería una equivocación altamente reprochable el considerar a todos en conjunto como “perseguidos políticos”, inclinando sesgada y parcialmente las apreciaciones por venganza a los abusos del régimen totalitario de Morales. Frente a ello la pregunta brota instantánea.
¿Ante una lista de todos los políticos que fugaron y que fueron sujetos a procesos legales durante la gestión de Morales, cual de ellos podría tener la condición de oprimido o víctima de la política?. La respuesta la dejo a consideración de los lectores ya que su tratamiento obliga realizar un análisis personalísimo para cada una de las personalidades, comprendiendo que muchos de ellos cuentan con elementos que innegablemente les aislan de los otros que ameritan mayor detenimiento ya que sus actos verazmente fueron contrarios a la Ley. Ciertamente – aunque parezca una verdad de perogrullo - sería inaceptable que todos ellos sean medidos con la misma bara, ya que ahora más que nunca a fin de proceder con la demolición de la política pretérita, congruente a lo que hoy la ciudadanía demanda, por ética cada cual debe recopilar sus antecedentes para realizar el escrutinio de sus actos y por lo tanto si corresponde asuman defensa poniéndose a disposición de los tribunales de justicia hasta probar su inocencia como cualquier otro ciudadano. Al margen de ello, el dinamismo de la política, sumó a la lista al mismo Morales que en un pasado tweet señaló “quién se esconde o escapa es un delincuente confeso, no un perseguido político” , mensaje que cayó en efecto bumerán. Naturalmente el tratamiento de Morales y colaboradores configura un nuevo panorama en torno a los célebres perseguidos políticos, toca a este gobierno pero en especial al futuro, abordar esta materia potenciando - más allá de las legítimas diferencias - la unión, a fin de promover y fortalecer una nueva forma de hacer política, misma que sea distante a lo que se vivió por décadas.
El autor es abogado
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