Libertad de prensa
Hoy, 3 de mayo, se conmemora en todo el mundo el Día de la Libertad de Prensa y de Expresión. Tal como viene ocurriendo desde 1993, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas lo estableció, a iniciativa de los países miembros de la Unesco.
Ese organismo de la ONU dedica este año su atención a la importancia del periodismo y la libertad de expresión en el contexto de la actual crisis medioambiental mundial que se expresa en cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación, y expresa preocupación por la información falsa que desvirtúa los esfuerzos científicos por alertar de estos riesgos.
En ese marco, la Asociación Nacional de Prensa (ANP), entidad que agrupa y representa a los principales diarios de Bolivia, “alerta que el avasallamiento de tierras productivas y la destrucción de bosques y de la riqueza natural por la extracción descontrolada de minerales preciosos derivó (…) en acciones de violencia contra periodistas y amedrentamiento contra medios de comunicación”.
Pero existen también otros aspectos preocupantes que atentan contra el derecho de “toda persona” la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección”, como lo establece la Convención Americana sobre Derechos Humanos, de la cual Bolivia es signataria.
Un ejemplo de ello es la reciente convocatoria a la periodista Ximena Galarza a declarar en calidad de testigo en un juicio por difamación, hecho con el que ella no está vinculada.
Como lo declaraba la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en su reunión semestral realizada a principios de abril, existen “riesgos crecientes para las libertades de expresión y de prensa” en el continente.
Y en Bolivia, el ejercicio de la libertad de informar es calificado como “difícil” de acuerdo con la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2023 de la organización mundial Reporteros Sin Fronteras (RSF), que ubica al país en el puesto 117 de 180, con un puntaje de 52 sobre 100.
Uno de los obstáculos al ejercicio de la libertad de prensa en Bolivia es la dificultad de acceder a fuentes oficiales en tiempo oportuno, cuando se trata de obtener su versión respecto de denuncias o informes acerca de temas críticos que no favorecen a las instancias estatales.
No tendría que existir ese ni otros obstáculos que vulneren el derecho a la información, pues su ejercicio es garantía de vigencia plena de la democracia, razón más que suficiente para renovar, en esta fecha, nuestro compromiso de defender sin concesiones la que ha sido definida como la libertad sobre la que se sostienen todas las demás libertades.