Dani Martín lanza “La montaña rusa”.
Enfundado en unos guantes de boxeo, más preparado para recibir golpes que para asestarlos, se retrata Dani Martín en “La montaña rusa”, un nuevo álbum que celebra las subidas y bajadas de la vida, especialmente en las relaciones, y cuyo contenido es, confiesa, “absolutamente autobiográfico”.
“Entiendo la vida como andar sobre una cuerda floja. Es compleja y nada dura para siempre. La estabilidad en el amor requiere mucha paciencia y generosidad y, en el momento vital en el que nos encontramos en el planeta, eso es muy difícil que suceda”, opina el músico en una entrevista con Efe, celebrada hoy en Madrid por la salida este viernes de su tercer disco de estudio en solitario.
Concretamente, “La montaña rusa” (Sony Music) habla “de dos asaltos o dos combates, donde el rol cambia para el protagonista”, y se abre con un sencillo, “Las ganas”, en el que canta: “¿Y a dónde irán todas las ganas de querernos más? Se las llevaron nuestras ganas de querer volar”.
“Lo mío es una cuestión de no rendirse a ser joven, de miedo al compromiso, de muchas cosas”, revela Martín (Madrid, 1977), que se niega a vivir “una rutina falsa, acomodada, porque sea lo establecido”.
Además de por su tono confesional, expresado en una interpretación más intensa, la canción ha sorprendido por recuperar un toque más roquero y acelerado, después de dos álbumes -tras su salida de El Canto del Loco- en los que parecía decantarse por un tono más melódico.
“Hacía como seis años que no me salía una canción en la que las guitarras fuesen las protagonistas, pero me he reencontrado con esa energía de forma natural”, comenta Martín.