“La tonada del viento”: La fuerza de la amistad de 2 niños en un mundo hostil
Escrita y dirigida por la boliviana Yvette Paz Soldán, “La tonada del viento” sigue la historia de Panchito (Franco Miranda, conocido por su participación en el videoclip de Naughty Boy-La la la ft. Sam Smith), un niño campesino que termina en un orfanato tras perderse en El Alto. Allí, durante la hora cívica escolar en la que se recuerda los más de 100 años en que Bolivia perdió el mar contra Chile, Panchito conoce a Pedro (Benjamín Carrasco), un niño chileno que perdió a sus padres en Antofagasta.
Ambos se unen en un viaje para llegar hasta el mar que transcurre entre el altiplano árido, con el silbido del viento terroso, y el vigoroso viento de las olas del océano.
La producción
El rodaje, que duró alrededor de 20 días el año 2015, se desarrolló en varias locaciones de La Paz, el altiplano y la ciudad chilena de Antofagasta.
Paola Gosalvez, productora del filme, manifiesta que “La tonada del viento” se ha filmado gracias a tres fondos: el de desarrollo cinematográfico otorgado por el Gobierno Municipal de La Paz, el apoyo del programa estadounidense The Global Film Initiative y el de la Cooperación de la Iglesia católica alemana.
El filme fue concluido a inicios de este 2019 gracias a la participación en el BoliviaLab y el Festival de Bio Bio, donde recibió los premios de corrección de color y mezcla de sonido, respectivamente.
“Logramos terminar la película con el premio del BoliviaLab que nos permitió hacer la corrección en Brasil, y el premio en posproducción de sonido en Santiago de Chile”, indica Gosalvez.
“La tonada del viento”, una producción de Pucara Films -la misma casa productora que estrenó “El río” de Juan Pablo Richter-, comenzará pronto su recorrido internacional a través de festivales y mercados cinematográficos.
Se prevé que la cinta sea estrenada a finales de 2019 o principios de 2020.
La esencia de “La tonada del viento”
La directora boliviana Yvette Paz Soldán, quien realizó los cortos “Calle aire”, “Ícaro – entre el cielo y el suelo” y el documental “La ruta de los dioses”, detalla qué fue lo que le inspiró a escribir el guion y a dirigir esta película.
“Me inspiré en un artículo del periódico que trataba sobre el Día del Mar, recordando el centenario de haber perdido el mar, y me llamó mucho la atención el hecho que un niño decía que odiaba a los niños chilenos porque ellos le habían robado el mar. Me puse a pensar en los niños y en que ellos no tienen odio en sus corazones y cómo pudo llegar (ese niño) a decir eso.
Me di cuenta que al final la educación dogmática que uno recibe de los hechos históricos es lo que nos lleva a esto. Entonces, decidí escribir una historia mostrando la inocencia de los niños y cómo ellos viven en su propio universo infantil en el que tienen otra forma de sobrellevar los problemas que los grandes tenemos. Quise hacer una película que sea un homenaje para los pequeños. Y además como una pacificación entre dos países, pero vista desde la amistad de dos niños”, sostiene Paz Soldán.
“No es una película histórica, es una historia simple de la amistad de dos niños, un boliviano y un chileno, que nos muestra el diario vivir de los niños, sus preocupaciones, sus sueños, sus simpleza y su amistad”, concluye.