Andrea Cornejo: “La ciudad debe adaptarse a nosotros”
Desde hace años, y mucho más ahora, Andrea Cornejo destaca especialmente por embanderar un ideal. Lo ha impulsado con su activismo en las redes sociales y con una exitosa incursión internacional en el mundo de la belleza. Pero, sobre todo, ha dado el paso para concretarlo desde la política. Mira lejos, Andrea espera que dentro de 30 ó 40 años las ciudades bolivianas sean plenamente inclusivas.
Quiere transformar las mentes para que se comprendan las necesidades y se valoren los potenciales de las personas con discapacidad. Quiere hacer que el común de la gente entienda que ese cambio nos beneficiará a todos. Sobre ese ideal Andrea habla con OH!
Nuestras ciudades no sólo son insensibles con las personas con discapacidad, sino que son “discapacitantes” con la gente común. En ese escenario, ¿qué hay a favor de un sector cuyo universo de adversidades resulta tan poco comprendido?
Es algo que sucede en muchos de los países de Latinoamérica. Vamos bien en cuanto a normativas. Tenemos normativas nacionales, municipales, reglamentos… El problema surge cuando hay que ejecutarlas. Esto por la falta de sensibilidad de las autoridades y de la comunidad en sí, cuando no comprende que debemos tener una ciudad para todos.
Cuando hacemos accesible un lugar es un beneficio para las personas con discapacidad, pero a la vez es una ventaja para toda la población. Estamos trabajando en ello.
En el reto cotidiano, ¿qué es lo que más les angustia a las personas con discapacidad?
Son muchas cosas. Por ejemplo, como concejala tengo un auto para realizar mis funciones, pero lo uso los días hábiles. Cuando debo movilizarme los fines de semana hay algo que me pasaba siempre y me sigue pasando hoy: al subirme a un medio de transporte la gente no comprende que mis tiempos no son los mismos que los de los demás.
Cuando haces parar un radiotaxi y debes subir primero tú y luego debes subir tu silla de ruedas se desatan los bocinazos. Asimismo, hay choferes que no quieren parar, nos ningunean. Y otros cobran por llevar la silla de ruedas, no comprenden que la silla es parte de uno. Alguna vez le dije a alguien: “¿Tú te sacas tus piernas cuando subes a un radiotaxi? La silla de ruedas es mis piernas”. Pasan cosas así con el transporte, excepto en el caso del Puma Katari. A eso se añade que La Paz es una ciudad bastante accidentada.
Con el tiempo sólo se han notado mejoras en la atención de ciertas instituciones y algo en infraestructura.¿Qué se deberá hacer para que haya políticas integrales, intensivas y extensivas ?
Es responsabilidad de todos. Para un trabajo así se precisa de la participación de los gobiernos central y departamental, no sólo del Gobierno Municipal. Los gobiernos municipales tenemos presupuestos muy bajos y, sin embargo, somos los que estamos más cerca de la población, somos los que le resolvemos el día a día para todas sus necesidades.
En México, un amigo me decía que si hay un tema que une a todos los partidos y sistemas competenciales, es el de la discapacidad. Todos debíamos ser parte de esto. Nosotros en el tema competencial quedamos limitados en varias cosas. Por ejemplo, en educación sólo llegamos hasta infraestructura. Ahí surge una competencia del Gobierno Central relacionada a la currícula.
Al parecer, los problemas empiezan en instancias superiores por una falta concreta de datos, ¿no es cierto?
Sí. Lo reclamo desde hace tiempo: necesitamos un censo de personas con discapacidad. Nos falta saber cuántas personas con discapacidad existen en Bolivia, qué tipo y qué grado de discapacidad tienen. Son tres datos muy sencillos, pero a la vez muy potentes como para permitirnos trabajar en una política pública integral.
Mientras no se unifica el trabajo con otras instancias de poder, ¿qué se está haciendo desde la Alcaldía en favor de las personas con discapacidad?
Escuché a veces que se quiere sensibilizar a la población y a las autoridades, pero hay que apostar a transformar mentes más que a sensibilizar corazones.
Hemos trabajado todo este tiempo realizando talleres donde se explica por qué se debe tener una ciudad mucho más inclusiva y accesible. También, junto al Consejo Ciudadano de Personas con Discapacidad, trabajamos la Ley 209, que resuelve el día a día de la persona con discapacidad.
Se trata de la primera ley municipal de este tema en el país. Se la ha complementado con talleres realizados en las diversas unidades ediles .
Tenemos varios proyectos, por ejemplo lanzamos el de Turismo Accesible junto a la agencia La Paz Maravillosa, con tres planes piloto: uno para personas con discapacidad visual, otro para discapacidad auditiva y uno para físico-motriz. Sirve para conocer la ciudad porque el derecho a la ciudad es de todos.
La ciudad debe adaptarse a ti, no tú a la ciudad. Nos pasa a las personas con discapacidad que debemos adaptarnos a la ciudad cuando debía suceder lo contrario. Tenemos claro que una ciudad adaptada a personas con discapacidad es una ciudad para todos.
Hay ejemplos en el exterior y no muy lejos. Es el caso de Ecuador. Allí el actual presidente, Lenin Moreno, es una persona con discapacidad. Y desde mucho antes de ser siquiera Vicepresidente él viene trabajando en ello. Y hoy vemos un país bastante adaptado a una población con discapacidad.
¿Cómo se adapta la ciudad a esos ciudadanos?
Apostamos a una ciudad mucho más inclusiva, donde se pueda convivir. Hay una cadena de accesibilidad. Va desde que tú puedes salir desde la puerta de casa, tomar un transporte que sea accesible y llegar a tu fuente laboral. Implica que puedas contar con una fuente laboral para mantenerte, que puedas ser parte de todo lo recreacional, es decir, parques, museos, conciertos, teatros, cines, etc. Y después debes poder ir de regreso a tu casa como cualquier otra persona. Estamos trabajando en esa cadena de accesibilidad.
Igualmente, buscamos implementar el modelo RBC (Rehabilitación Basada en la Comunidad) desde el Gobierno Municipal. Es un modelo muy importante en el mundo porque deja de ver la discapacidad desde el enfoque médico para verla desde los derechos humanos. Estamos trabajando en esos temas en todas las unidades organizacionales respaldados por nuestra ley municipal.
Pero es una labor muy compleja. El universo de la discapacidad es muy amplio y hay que hacer adaptaciones a diversas discapacidades como la visual, la física, psíquica…
¿Qué están haciendo con problemas tan acuciantes como el transporte?
Seguimos trabajando en el aspecto del trato a la persona con discapacidad junto al Puma Katari. Si bien es un servicio al que las personas con discapacidad pueden acceder sin problemas y reciben un trato preferencial, trabajamos con los funcionarios. Queremos que transformen su forma de ver a las personas con discapacidad y el trato que deben tener con ellas.
Estamos además trabajando, con La Paz Bus, un proyecto de transporte ortopédico. Es una especie de radiotaxi, pero para una persona con discapacidad.
Muchas personas con discapacidad tienen talentos fabulosos con los que podrían aportar a la sociedad. Sin embargo, muchas veces ese potencial queda marginado por falta de políticas educativas ¿Se está haciendo algo al respecto?
La Ley Avelino Siñani debía haber profundizado muchísimo más en la inclusión educativa. No le dieron el enfoque necesario porque si bien la ley dice que los niños con discapacidad deben ser incluidos, eso no sólo significa que vaya al aula. No es suficiente integrarlo, hay que incluirlo. La persona no debe estar ahí como un mueble.
Nosotros trabajamos junto a Caritas en el programa Mundo Inclusivo. Se lleva a cabo en una casa comunal de la zona Cinco dedos. Allí las profesoras han adaptado materiales y la currícula a los tipos de discapacidad .
Se debe trabajar mucho más. Así se podrá aprovechar todos los talentos que tienen.
Otra desigualdad se advierte al comparar las ventajas que los avances de la tecnología brindan a las personas con discapacidad en el primer mundo. ¿Qué se hace en Bolivia para que lleguen más y mejores equipos ortopédicos?
No tenemos nada. Es muy complicado acceder a alguna ortopedia que pueda darte esa libertad. Yo tengo una silla eléctrica que me costó muchísimo conseguir. Busqué en Internet y ahí me resultó barata. Pero cuando la traje acá, me costó más liberarla de Aduana que el haberla comprado. Y ahí tenemos un grave problema: cualquier ortopedia debía ser liberada de impuestos porque es parte de la persona con discapacidad.
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VISIÓN
“Una ciudad adaptada a personas con discapacidad es una ciudad para todos”.
CAMBIO
“Hay que apostar a transformar mentes más que a sensibilizar corazones”.
BUROCRACIA
“Cuando traje (la silla de ruedas) me costó más liberarla de Aduana que el comprarla”.
Escenarios
Turismo accesible es el nombre de uno de los proyectos en los que actualmente trabaja la concejala junto a la Agencia La Paz Maravillosa.
La intención es que las personas con capacidades diferentes puedan conocer su ciudad, como un derecho ciudadano.
El trabajo es muy complejo, porque el universo de la discapacidad es muy amplio, reconoce.
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Perfil
Marcia Andrea Cornejo Vargas nació en La Paz hace 31 años. Estudió diseño gráfico, cine y música. Desde sus 16 años padece atrofia muscular espinal tipo dos. Se hizo activista por los derechos de personas con discapacidad. En 2014, representó a Bolivia en Miss Colours International en Budapest. Fue octava finalista. En abril de 2015 fue elegida concejal y poco después ejerció como alcaldesa interina.
