“No deje para mañana, lo que puedes hacer hoy”
PROCRASTINAR | POSTERGAR LAS OBLIGACIONES, YA SEA LA ENTREGA DE UN TRABAJO, COMENZAR UNA DIETA O UNA CONVERSACIÓN IMPORTANTE, SUELEN SER FRECUENTES EN LA VIDA DE ALGUNAS PERSONAS, PERO SE DEBE CUIDAR QUE NO SE CONVIERTA EN UN MAL HÁBITO.
Mañana empiezo”, Mejor lo hago luego”, “Otro día pago mis facturas”, “Mañana comienzo a estudiar”, “La próxima semana seguro que pido un aumento”, estas son algunas frases comunes cuando se quieren postergar ciertos asuntos y la verdad es que quizás una gran mayoría, en algún momento, lo hace, pero se debe tener mucho cuidado ya que se puede caer en procrastinar que significa postergar de forma sistemática aquellas tareas o situaciones que se deben realizar.
La procrastinación es un término utilizado en psicología que indica el hábito de una persona de postergar para más tarde las tareas o actividades que en muchas ocasiones son inclusive prioritarias. Esto no es exclusivo de los flojos, le suele suceder a muchas personas en mayor o menor medida.
La pregunta en realidad es si ¿es bueno posponen las tareas? y ¿Si eso nos hace más felices postergarlas?, la verdad es que la mayoría está consciente de que no es así, pero aún así muchos lo siguen haciendo.
En la web de Psicomed, Instituto de Psicología, en su artículo “La procrastinación o la costumbre de postergar”, se asegura que al contrario de lo que se piensa, la postergación, en raras ocasiones, está vinculada a la flojera, y no es algo necesariamente propio de los vagos o de personas a las que todo les da igual. Pero se debe saber que el hecho de posponer asuntos o situaciones supone un gran degaste, de hecho mayor que el que supondría enfrentarlas.
Según Efe Salud, la pereza o en este caso el hecho de postergar asuntos no es un rasgo de personalidad, sino que se trata de un hábito adquirido.
“Los factores biológicos o de personalidad pueden influir, pero no son determinantes”, explica a EFE Salud Bárbara Tovar, directora de la Clínica Bárbara Tovar. No obstante, el tipo de educación que se recibe tiene un efecto crucial en los modelos de conducta.
Los estilos educativos basados en la sobreprotección suelen desarrollar este tipo de hábitos.
CAUSAS
Estudios de psicología en este tema han llegado a la conclusión de que existe cierta relación causal posible entre la procrastinación y los siguientes trastornos de comportamiento:
• Ansiedad
• Baja autoestima
• Perfeccionismo
• Aburrimiento y apatía
• Impulsividad
Otros factores también pueden ser asociados con la procrastinación:
• Miedo al fracaso suele ser la principal, pero recuerde que si no lo intenta y además a tiempo, luego será peor.
• Sentir dificultad para hacer ciertas tareas o actividades.
• Falta de motivación o dificultades de concentración.
• Trabajo excesivo o agotamiento profesional.
Obviamente que el postergar los asuntos trae consecuencias que van desde el estrés, sentimiento de culpabilidad, pérdida de productividad, juicio social relacionado a la evasión de responsabilidades, estigmatización, es decir que la persona puede ser interpretada por el entorno como que es perezosa, mediocre o falta de ambición y lo que es peor es que se llega a un fortalecimiento de la procrastinación, es decir a que de alguna manera se puede convertir en un hábito.
Muchas de las consecuencias pueden afectar su vida y si es profesionalmente es aún peor porque puede llevar a situaciones como que no se entreguen los trabajos o proyectos a tiempo, se pierde credibilidad ante los jefes y profesores o docentes, generando lo que ya se mencionó estrés y angustia que sólo aumenta a medida que el tiempo transcurre y no hay avance alguno.
Considere también que si posterga asuntos, trabajos o situaciones puede perder oportunidades importantes.
ESTUDIOS
Según publica el artículo “Procrastinar se asocia con peor salud psicológica”, de Marisa Fernández para Muy Interesante, un estudio llevado a cabo por investigadores de diferentes entidades alemanas ha pretendido dar algunas respuestas las cuestiones como sí postergar asuntos o situaciones no lleva a ser más felices. El trabajo de investigación contó con la colaboración de 1.350 mujeres y 1.177 hombres, de edades comprendidas entre los 14 y los 95 años. Se les aplicó un cuestionario sobre procrastinación y también otras escalas de estrés, depresión, ansiedad, fatiga y satisfacción con la vida, con el objetivo de analizar las relaciones entre el hábito de posponer las obligaciones y el bienestar general.
Los resultados que fueron publicados en la revista PLoS ONE (2016), han mostrado que de forma general, no parece que los procrastinadores disfruten de un mayor bienestar en comparación con los que si cumplen con sus tareas y actividades cuando se las debe hacer realmente. Al realizar este estudios, los autores encontraron también que las personas más jóvenes son los que más postergan sus asuntos, encontrándose las tasas más altas entre los 14 y 29 años. Además, parece que en general hombres y mujeres tienen esta tendencia por igual, así que no suele ser cosa de género.
Los autores plantean la necesidad de realizar más investigaciones para poder estudiar por qué se posponen las actividades, fundamentalmente en poblaciones jóvenes y desempleados, de forma que pueda comprenderse mejor este fenómeno. Además si se realizan estudios en profundidad se podrían proporcionar herramientas de apoyo a quienes padecen este problema.
LUCHANDO CONTRA ESTE MAL HÁBITO
Si sufre de procrastinación o conoce a alguien que lo hace, se recomienda consultar con un psicólogo, ya que aunque no se tome muy seriamente este problema, puede llegar afectar en gran medida la vida de estas personas y por supuesto también a su entorno.
Los psicólogos aconsejan a manera general tomar ciertas medidas que pueden ayudar para que este problema no se convierta en un hábito y por el contrario se luche con la procrastinación:
• El primer paso es que aprenda a confiar en Usted mismo.
• Elabore una lista de las tareas que tiene que realizar. Lo ideal es hacerla con el tiempo necesario para poder realmente llevarlas a cabo.
• Marque las tareas por realizar en orden de prioridad y fije metas alcanzables.
• Planifique sus horarios y actividades de todos los días para que no se le pasen las horas asegurando que “lo hará más tarde”.
• También es fundamental enfrentar. Muchas veces algunas situaciones son evadidas porque significan dar la cara a situaciones que posiblemente no sean de su agrado, pero igualmente las debe encarar en algún momento, sino igual luego pagará las facturas de no haberlas hecho cuando debía.
• Registre las tareas que ya ha cumpliendo y prémiese cuando las cumpla.
• Oblíguese a empezar
Recuerde que el momento es ahora, no más tarde y si Usted conoce una persona que esté practicando este mal hábito, no la reprenda, ni agobie con sermones, por el contrario anime a esa persona a que puede hacerlo.
Ante cualquier duda consulte con un especialista.
Con datos de: Efe Salud, Muy interesante y Psicomed.