Un iPhone que puede ser un estetoscopio
Madrid |
El estetoscopio, un símbolo de la Medicina, un instrumento que salva vidas, el mejor amigo del médico, está desapareciendo de los hospitales de todo el mundo. Los especialistas utilizan cada vez más sus teléfonos inteligentes para monitorizar el ritmo cardiaco de sus pacientes.
Más de tres millones de médicos se han descargado, por sólo 0,59 libras esterlinas (alrededor de 0,72 euros o cerca a un dólar), un programa informático, inventado por Peter Bentley, un investigador del University College London, que convierte el iPhone de Apple en un estetoscopio.
La semana pasada, Bentley sacó una versión gratuita del programa, que está siendo descargado a un ritmo de más de 500 usuarios al día.
Los expertos afirman que esta aplicación informática, un avance de capital importancia en la tecnología médica, ha salvado vidas y ha permitido a médicos que trabajan en lugares apartados tener acceso a los conocimientos prácticos de especialistas.
"Todo el mundo se siente muy entusiasmado ante la posibilidad de introducir tecnologías de la telefonía móvil en el ámbito médico de trabajo, y con toda razón", ha dicho Bentley, que en un principio desarrolló el programa "como un juguete".
"Los teléfonos inteligentes son unos aparatos increíblemente potentes, provistos de todo tipo de sensores, cámaras y micrófonos de alta calidad con unas posibilidades de visualización asombrosas", ha declarado. "Son capaces de salvar vidas, ahorrar dinero y mejorar la atención sanitaria de manera espectacular".
Programas “saludables”
El programa iStethoscope, el creado por Bentley, no es la única aplicación para teléfono móvil que aligera de peso el maletín del doctor y que transforma la práctica médica: hay cerca de 6.000 programas relacionados con la salud en la Apple App Store. Su aceptación ha sido rápida. A finales de 2009, dos tercios de los médicos y un 42 por ciento del público utilizaban terminales inteligentes, que de hecho son ordenadores portátiles de bajo coste, por motivos profesionales y personales. Más del 80 por ciento de los médicos ha declarado que esperaba tener un teléfono inteligente propio en el año 2012.
Parece probable que esta tendencia vaya en aumento a medida que se incorporen al trabajo médicos más jóvenes. Hay algunas facultades de Medicina que facilitan móviles inteligentes a sus estudiantes. En los Estados Unidos, la Universidad de Georgetown, la de Louisville y la Ohio State University se encuentran entre las que exigen a sus alumnos que tengan uno.
Obstáculos legales
No obstante, los expertos opinan que no se les permite sacar todo el partido posible a las oportunidades que ofrece la tecnología.
Bentley afirma que no puede lanzar toda una serie de aplicaciones nuevas debido a una normativa que se ha quedado anticuada.
"Resulta mucho más fácil desarrollar la tecnología que conseguir los permisos para utilizarla", ha asegurado. "Estoy en condiciones de crear un escáner móvil por ultrasonidos y una aplicación para medir el grado de oxígeno en sangre, pero la regulación legal me lo impide. No nos está permitido convertir el propio teléfono móvil en un instrumento médico y eso quiere decir precisamente que existe en la actualidad una zona indefinida en términos de regulación legal. Esta es la única razón por la que no estamos asistiendo todavía a una invasión de este tipo de aparatos".