Para entender el Bruxismo…
El rechinar de dientes de forma consciente o inconsciente, durante el día o el sueño (el momento más habitual), es lo que se conoce por bruxismo. Una de las causas es el estrés y los efectos colaterales del bruxismo afectan a la musculatura orofacial y trae consecuencias tanto en procesos articulatorios como en los alimentarios, por mencionar algunos.
La doctora Albana Escobar responde las dudas de Más Salud sobre este problema psico-neural-muscular.
¿Qué es el Bruxismo?
El bruxismo es un problema psico-neuro-muscular que consiste en el apretamiento o rechinamiento de los dientes durante la noche o el día. Es un comportamiento inconsciente, potencialmente destructivo sobre las estructuras dentarias. Este hábito nocivo, al desarrollarse durante el sueño, es difícil que sea percibido con rapidez; es por eso que en algunos casos puede llegar a niveles donde el daño a la dentadura sea extremo.
¿Qué origina esta condición?
Su origen es desconocido, pero se asocia a varios factores: oclusales, psicológicos y trastornos del sueño.
¿Cuáles son los síntomas?
Uno de los principales problemas del bruxismo es que los dientes pueden ejercer una presión excesiva en los músculos, los tejidos y las estructuras que rodean la mandíbula. De hecho, si se prolonga en el tiempo, puede causar problemas en la articulación temporomandibular.
Los principales síntomas son:
• Ansiedad.
• Estrés.
• Depresión.
• Dolor de oído.
• Dolor de cabeza.
• Sensibilidad muscular.
• Sensibilidad a las cosas calientes, frías y dulces.
• Trastornos alimentarios.
• Dolor y/o inflamación de la mandíbula.
• Insomnio.
¿Qué personas son las más afectadas? (tomando en cuenta edad, género, etc.)
Puede afectar a todas las personas, hombres o mujeres, jóvenes o adultos e incluso a los niños. En niños y adolescentes varía del 14 al 20 por ciento, en jóvenes y adultos jóvenes 15 a 28 por ciento, en adultos jóvenes del 6 al 8 por ciento y en adultos mayores de 60 años el tres por ciento.
En el bruxismo del sueño no hay diferencias entre géneros
No hay un patrón genético para heredar esta parafunción, pero hay estudios que señalan que entre el 21 al 50 por ciento de pacientes que rechinan los dientes durante el sueño, tienen un miembro de la familia que hacía lo mismo durante la niñez.
¿Cuáles son las consecuencias?
Las consecuencias del bruxismo son múltiples, siendo las más importantes:
• Cansancio de los músculos de masticación, debido a la hiperactividad muscular.
• Desgaste de los dientes, con superficies desgastadas y daños en el esmalte, que expone la parte interna del diente (dentina) y provoca la sensibilidad.
• Las fracturas dentarias también son consecuencia del desgaste, ya que los dientes serán cada vez más susceptibles a las descargas de fuerza durante el bruxismo. Incluso pueden presentarse problemas con la articulación de la mandíbula, y puede disminuir la apertura bucal (llamado trismus).
• Los dolores de cabeza, cuello y hombros son también comunes, asimismo la inflamación de los músculos y articulaciones en las sienes, cara y nuca, que provocan contracturas.
• Otro problema son los daños en la parte interior de la mejilla y la lengua, así como también el insomnio, ya que el rechinamiento y el dolor suelen despertar al paciente. Algunas veces el bruxismo severo puede ser escuchado por la persona que comparte la cama con el bruxómano e interferir con sus patrones de sueño.
¿Existe alguna forma de prevención?
Infelizmente el bruxismo no es algo que pueda evitarse, lo que sí podemos hacer es disminuir las consecuencias de este mal hábito, esto se logrará modificando algunas prácticas:
• Practicar deportes o cualquier otra actividad que permita distraerlo liberando energía. Hacer ejercicio físico reduce la costumbre de apretar los dientes, quizás porque aumentan las etapas de sueño profundo.
• Insertar períodos de descanso durante las actividades diarias. También se aconseja realizar actividades recreativas, o escuchar música antes de acostarse.
• Disminuir el consumo de estimulantes antes de dormir, como son el café, bebidas alcohólicas, gaseosas y evitar el consumo de tabaco. Tomar baños relajantes.
• Para relajar los músculos de la cara, aplique calor húmedo en las zonas afectadas.
¿Cuáles son los tratamientos profesionales que se ofrecen a los pacientes?
Los expertos coinciden en que el tratamiento del bruxismo debe ser integral y multidisciplinario entre el odontólogo y el psicólogo. Antes de iniciarlo, se debe tener en claro cuál es la causa del trastorno; que será determinada por el odontólogo según cada caso en particular.
• Tratamiento odontológico: Se trata tradicionalmente con planos o férulas oclusales, los que han demostrado ser eficientes para evitar desgastes dentarios, bajar el dolor facial y la fatiga muscular. La férula de descarga para el uso nocturno es el método más eficaz para prevenir el desgaste o fracturas dentales por bruxismo.
• Tratamiento psicológico: Las personas que tienen dificultad en manejar el estrés pueden necesitar la ayuda de psicólogos y profesionales afines, quienes tratarán las causas psico-emocionales, a través de un cambio de actitud ante los problemas que los aquejan. La psicoterapia ayudaría a la persona afectada a expresar su enojo y a controlar la ansiedad o el estrés.
• Tratamiento farmacológico: Sólo para los casos extremos se reserva este tratamiento que se orienta a la reducción de signos y síntomas, como dolores musculares o de cabeza (tranquilizantes y relajantes musculares).
• Terapia física: En casos donde existen molestias o dolor facial causados por el apretamiento, el odontólogo puede remitir al paciente a un fisioterapeuta entrenado para tratar problemas de cabeza y cuello. Donde se utilizarían ejercicios de estiramiento, relajación, terapia con calor y otros.
• Concientización: Se concientiza al paciente de su estado y de cómo tratar de reducirlo, sobre todo cuando es un estado consciente.
• Acupuntura: Algunos profesionales recomiendan esta terapia en pacientes que presentan cefaleas crónicas e intolerancia a las placas.
ODONTÓLOGA
Albana Escobar Romero es odontóloga con especialidad en Estética Dental (Universidad de Sao Paulo- Brasil). Tiene un postgrado en Implantología (CEPODO).
Actualmente es propietaria del Centro Integral.