¿Cómo lograr que los niños duerman solos en su cuarto?
“Todos los días es una batalla nocturna. Desde que decidimos que nuestro hijo ya no duerma con nosotros y aprenda a dormir en su cuarto, las noches están llenas de chantajes y llanto”, dice Carla Sejas, madre de Agustín, niño de dos años que se resiste a dejar la cama de sus padres.
Carla explica que fue algo natural y común para ellos que Agustín comparta la cama matrimonial desde bebé. “Era más fácil y cómodo para alimentarlo en la noche y ver que esté bien”, dice. Pero “no pensamos en que la hora de cambiarlo a un cuarto sería tan complicado”, reflexiona.
Existen diferentes posturas sobre si es bueno que los niños compartan la cama o cuarto con los padres. Hay quienes opinan que este acto, hasta los dos años de edad aproximadamente, les ayuda a fortalecer sus emociones y niveles afectivos. Pero la gran mayoría de los psicólogos y especialistas se inclinan a que es mejor optar por el dormir de forma separada, pues los hábitos de cada uno afectan al descanso del otro.
“Es recomendable que los niños, desde bebés, puedan aprender a dormir solos en sus cunas, es probable que en el mismo cuarto que sus padres pero en sus respectivas cunas, y acercarlos cuando sea hora de alimentarlos”, señala la psicóloga Ximena Calatayud. “Cuanto más se prolongue esta opción, más costará hacer que el niño aprenda y acepte dormir solo, porque implícitamente a quien más cuesta la separación es regularmente a la madre, quien dice que es muy chiquito, o que hace frío, o cualquier cosa que se le ocurra que justifique el dormir en el mismo lecho”, explica.
La psicóloga Nancy Rubín de Celis explica que los padres no llegan a descansar lo suficiente y al día siguiente esto genera “malestar, cansancio mental, mal humor, estrés, depresión, malas relaciones sociales, signos de vejez prematura e incluso sobrepeso”, señala.
En cuanto a los perjuicios que ocasiona esto a los niños está el de permanecer con apego emocional hacia los padres. “Su nivel de independencia afectiva será inferior a la de sus pares que duermen en habitaciones separadas, mostrando menos autonomía, inmadurez emocional, descanso interrumpido muchas veces por incomodidad, genera manipulación afectiva de los niños hacia los padres, ansiedad y angustia ante la ausencia de los padres”, explica la experta.
“Podemos generar relaciones de dependencia y miedos irreales como miedo a dormir solo, a la oscuridad, a los monstruos o fantasmas por los mensajes no verbales que le damos al niño al fomentar este mal hábito”, comenta Germán Burgoa, psicólogo.
Lograr que los niños duerman solos en su habitación no siempre es tarea fácil. Por ello, expertos en el tema brindan consejos y tips para que este paso sea más grato y no se constituya en un diario dolor de cabeza. Aconsejan realizar este cambio de forma paulatina y, sobre todo, es importante que la pareja esté de acuerdo en que el niño o niña debe dormir solo en su habitación.
“Se debe conversar con los hijos con seguridad y entusiasmo, dándoles confianza y mostrándoles lo interesante e importante que es dormir solo”, explica Rubín de Celis.
Consejos
1. Adecúen juntos su nuevo espacio
Es importante organizar la habitación del niño junto con él para que se sienta motivado y se acostumbre a su nuevo espacio, que debe ser acogedor. Hacerlo partícipe de la compra de la cama, un edredón, almohada o la decoración con figuras de la preferencia o una lámpara tenue que dé sensación de bienestar y seguridad.
También es importante que, a lo largo del día, utilice la habitación para jugar, estar en ella y mantenerla ordenada para que la reconozca como su espacio.
2. Desarrolle una rutina nocturna
Seguir una rutina juntos antes de dormir. Consideran que la rutina debe iniciar con la hora de dormir, la cual no debe variar, lavarse los dientes, dejarlo escoger y ponerse el pijama, leer un cuento corto, darles besos y despedirse hasta el día siguiente. “Esto fortalecerá la disciplina del hijo y dará seguridad e independencia afectiva”, dice Rubín de Celis.
Expertos señalan que otra estrategia para que los niños no corran al cuarto de los padres ni bien se los acueste es garantizarles que volverán a verlos, dentro de cinco minutos (y asegurarse de hacerlo). Este tiempo se puede ir alargando paulatinamente. El objetivo es que el niño se sienta seguro y sepa que uno está cerca.
Burgoa señala que también es importante acostumbrar al niño a la oscuridad y a los ruidos comunes.
3. No le permita perder tiempo
Los niños pequeños son grandes negociantes y a la hora de dormir no son diferentes. No se sorprenda si su hijo tarda y prolonga las tareas al prepararse para ir a la cama. Puede pedir varias veces un vaso de agua o llamarle varias veces a su habitación porque necesita algo más y va postergando la hora de sueño.
“Si pregunta y argumenta demasiado, es importante no entrar al juego, pues puede estarlo haciendo con el fin de prologar el dormir. En esa situación, la mamá o el papá sólo le dirán que ya es hora de dormir y hablarán mañana, todo esto sin perder la calma”, comenta Calatayud.
Permítale un último pedido más, pero no ceda ante esto.
4. Mantenga la calma, sea firme
No ceda cuando su niño implore que haga una excepción y le permita esto o lo otro a la hora de dormir. Hable con tranquilidad y sin alzar la voz, pero insista en que cuando se termina el tiempo de jugar, se termina y punto. Si cede ante sus súplicas de “sólo cinco minutitos más” aunque sea una sola vez, lo repetirá un sinnúmero de veces en el futuro.
Como padres, uno debe mantenerse firmes en lo que se planteó. Rubín de Celis explica que si el niño pide dormir esa noche con el papá, se le explica que no dormirá con él, pero que lo acompañará hasta que concilie el sueño y que sólo será por esa noche, porque las siguientes el niño debe dormir solo.
“Si llora bastante, se lo consuela, pero por ningún motivo se lo lleva de nuevo a la habitación marital. Se puede acompañar al niño una media hora mientras duerme, pero dentro de su habitación. Así se va disminuyendo su ansiedad por dormir solo y se genera seguridad”, dice Rubín de Celis. Explica que si los padres ceden varias veces, el niño sabrá que podrá transgredir su autoridad.