El lugar: “Madrid 1883”
La churrería Madrid 1883, la más antigua de dicha capital, lleva asentada en esa ciudad desde el mismo año de su nombre. Por ella han pasado las manos de cuatro generaciones de familias churreras que durante estos 133 años han alegrando las mañanas y los desayunos a deshoras de sus clientes.
Cuatro generaciones han regentado este local en pleno corazón del barrio de Malasaña, antiguamente llamado como el barrio de Maravillas, en la calle del Espíritu Santo número 8.
Hoy, la churrería Madrid 1883 es regentada por Mario Mendoza Manzano, de 25 años, que con ayuda de su hermana mantiene la tradición de una buena familia churrera, ya que ha heredado las recetas sus padres -que también han dirigido este establecimiento-, sus abuelos, tíos y bisabuelos.
“Lo importantes es que sean crujientes por fuera y tiernos por dentro”, ha explicado a Efe Mario, que asegura que el secreto es que “parezca que ni les ha tocado el aceite”.
Churros y porras se bañan en chocolate en un pequeño y acogedor establecimiento que, adaptado a las necesidades de los tiempos modernos, ha lavado su rostro y ha aunado la modernidad del wifi con el estilo clásico de un “cafetín”.