Más de 30 mil bachilleres, entre la opción de seguir o no estudiando
Elegir una carrera profesional y una universidad o una entidad de formación técnica para seguir estudios superiores es una difícil decisión para muchos de los bachilleres que concluyeron el colegio el pasado año.
El dilema puede ser a causa de la indecisión por una u otra carrera porque ambas son interesantes, pero también por cantidad y diversidad de propuestas que ofrecen hoy en día las universidades, tanto públicas como privadas, que para cada inicio de año se preocupan de lanzar carreras nuevas y rediseñar las que tenían con la incorporación de innovaciones, para hacerlas más atractivas.
El pasado año, en Cochabamba, al menos 30 mil jóvenes obtuvieron el bachillerato y deben tomar decisiones sobre su futuro. Según las estadísticas, menos del 50 por ciento de ese universo de bachilleres (alrededor de 14.000) optará por una carrera académica superior en la universidad pública. Otro porcentaje menor elegirá alguna de las universidades privadas e institutos de formación técnica (ya sea en el departamento o el interior del país y exterior).
Sin duda, también habrá un porcentaje que directamente se incorporará al mercado laboral y no continuará estudiando.
Los empleos del futuro, sin embargo, requieren de una formación, los jóvenes necesitan de una sólida base teórica, una buena formación práctica y estar en contacto con el mundo digital para ser competitivos.
¿Razones para estudiar una carrera universitaria?
El campo profesional cada vez es más competitivo, por ello concluir una carrera universitaria ya no es un lujo, sino un requisito que las nuevas generaciones necesitan para prepararse mejor y adquirir mayores conocimientos, ya que el continuo desarrollo tecnológico y la expansión del mercado laboral así lo exigen. Además de esto, concluir una licenciatura puede representar estabilidad económica y un paso importante para adquirir el éxito profesional.
Estudiar una carrera universitaria, también, ayuda a los jóvenes a adquirir mayores habilidades y competencias para el momento de ingresar al campo laboral.
1. Más oportunidades. Al cursar una licenciatura las posibilidades de obtener un trabajo aumentan, amplían las oportunidades
2. Estabilidad económica. Una persona con licenciatura gana más que una que sólo terminó la prepa y puede asegurar su permanencia.
3. Hacer lo que te gusta. Si bien lo que estudie la persona no va a definir el resto de su vida, debe responder a su programa de vida.
4. Afianzar relaciones sociales. Los universitarios pueden a lo largo de su carrera enriquecer las relaciones personales y laborales.
5. Crecimiento personal. Brinda a los jóvenes cualidades como la disciplina, responsabilidad y perseverancia, además de otros valores, hábitos y actitudes.
NUEVOS DESAFÍOS
Exigencias del mundo actual
La transformación digital no sólo está cambiando nuestra economía, sino también la naturaleza de la sociedad, de los mercados de trabajo y de la mano de obra.
La cuarta revolución industrial, la irrupción de los robots y la IA (Inteligencia Artificial) cambiaran el mercado laboral. Desde la configuración de los telares a vapor, la automatización ha destruido puestos de trabajo antes de crear otros nuevos en cualquiera de los parámetros de la economía.
La diferencia es que las revoluciones anteriores aportaron a la civilización fuerza o destreza física, mientras que ahora las capacidades van mucho más allá, porque son cognitivas. Esta realidad incorpora una sensible preocupación acerca de cómo puede afectar la competitividad de los mercados a las condiciones de trabajo, los niveles de empleo y la distribución de la renta. Tendrá un efecto significativo sobre del empleo remunerado, en la organización de trabajo y el financiamiento de la seguridad social.
“Decidirse a estudiar una carrera universitaria es una decisión importante en la vida de los jóvenes, pues de ello dependerá su futuro profesional, y aunque en ocasiones puede resultar complicado dar este paso, es una elección con grandes beneficios por todo lo que ello conlleva”.
