Un “encantador” de perros… y de sus dueños
“Gracias a Diego” es la frase que repiten en el parque Lincoln de Cochabamba los dueños de varios perros de distintas razas mientras los ven correr juntos, sin intentar morderse o molestar a alguna persona.
Las historias detrás de estos canes son diversas, pero el común denominador es que eran agresivos, inquietos, hiperactivos o territoriales.
El artífice de que estas mascotas puedan encontrarse en un mismo sitio y compartir junto con sus propietarios y extraños es Diego Rodríguez Bellot, un cochabambino criado en Oruro y que hoy trabaja en su ciudad de origen.
Diego, con estudios de veterinaria hasta cuarto semestre, se inspiró en César Millán, la estrella del canal de cable Animal Planet, para copiar su oficio: “encantador de perros”.
El joven de 29 años cuenta que todo empezó hace 10 años cuando se compró un perro pit bull y decidió entrenarlo para alejarlo del estigma sobre esa raza. “Quería que la gente vea que el pit bull no era como decían, como lo satanizaban, que no era malo ni agresivo si era bien educado y criado. Viendo el ‘encantador de perros’ empecé a trabajar con mi perro, trabajaba, estudiaba y el tiempo libre que tenía lo pasaba con él”, dice.
El pit bull se volvió grande, imponente, pero “demasiado bueno” e incapaz de atacar a nadie. “Así empecé a ayudar a algunos, amigos, primos, conocidos. Empecé a poner en práctica todo lo que veía en el ‘encantador de perros’”, dice Rodríguez.
El especialista pone en práctica con las mascotas, incluidos gatos, la etología, el estudio del comportamiento de los animales y de sus necesidades, e impulsa la tenencia responsable.
“Para que un perro esté en equilibrio necesita un líder, una persona que le guíe sobre las cosas que quiere o no quiere que haga. Y ese líder es el dueño”, explica. Hay perros que tienen fobias, miedos, traumas fuertes, agresividad, hiperactividad, y Diego ayuda a los dueños primero a entender esos males y de dónde vienen. La causa, indica, son generalmente los mismos propietarios que influyen para que su perro se porte de una u otra manera.
Para Rodríguez, el dueño del animal es el que debe cambiar su actitud hacia su mascota para que ésta se rehabilite de los problemas que tiene.
“Nunca el problema es el perro, siempre es el dueño, porque si tiene un perro desde chiquito y le enseñas cómo comportarse a ser como su líder, como su padre, que en enseña a comportarse, da reglas, pone límites y lineamientos. Hay personas que desde pequeños no guían a sus perros y crecen como puede, sin saber qué es bueno o malo. Ya de grandes sólo se puede corregir el comportamiento”, señala.
La técnica
El “encantador de perros” boliviano trabaja con los perros y sus propietarios por sesiones, lo ideal, dice, es de una a dos por semanas, y va dejando tareas que deben cumplir. Estas actividades son básicamente hacer ejercicio para que el animal elimine toda su energía excesiva y adiestramiento básico para que aprenda a concentrarse.
“Voy guiando sobre todo a las personas, enseñándoles a entender a los perros. Una persona que entiende a su perro sabe qué necesidades tiene, que no sólo son comer, estar bajo techo, tener las vacunas, sino ciertas necesidades como hacer ejercicio, tener un líder que le guíe cómo tiene que comportarse en casa, con otros perros y con otras personas”, agrega Rodríguez.
Después de algunas sesiones, las mascotas y sus propietarios, son puestos a prueba en un encuentro conjunto con otros animales que están también en proceso de rehabilitación.
Huellas
Diego es un apasionado de su trabajo y muestra con orgullo algunas de las huellas que ha dejado en su cuerpo: cicatrices de mordidas.
Lo difícil de comenzar la rehabilitación de perros, de razas grandes o pequeñas, es que al inicio muestran su agresividad.
“Algunas veces me reciben con el ataque, un golden retriever, por ejemplo, la dueña no quería que me acerque, se resbaló la cadena y fue directamente a mi brazo. Ya me han mordido como unas 50 veces en estos años”, relata.
Pero esto ocurre sólo en la primera sesión; en las siguientes los perros empiezan a mostrar cambios, como el caso de un san bernardo, que era agresivo y que se convirtió en un animal tranquilo.
Rodríguez defiende a los perros de razas que son consideradas peligrosas y dice que si lo son es porque sus dueños los han criado así.
“Hay personas que son malintencionadas, que al ver la fuerza del pit bull, de un rottweiler, los crían para pelear y lucrar. Un perro que está mal cuidado, expuesto a la pelea, al que matan de hambre, lo encadenan, no saben más que atacar”, explica. También hace notar que hay una diferencia entre los perros criados para cuidar la casa, que pueden ser equilibrados, y aquellos entrenados para pelear o hasta para matar.
Rodríguez dice que el paso siguiente en su oficio es compartir lo que sabe con estudiantes de veterinaria y también escolares, para promover la tenencia responsable de mascotas, una labor y compromiso de toda la familia.
¿QUÉ MASCOTA ME CONVIENE?
Rodríguez aconseja, al momento de buscar un cachorro, preguntarse primero: ¿qué le podré dar a mi perro? Hay más de 300 razas en el mundo y cada una tiene características diferentes:
- Si vives en un departamento pequeño, trabajas todo el día y toda la noche, y no tienes tiempo para tu perro, no elijas uno con mucha energía como un labrador, un husky o un golden retriever. Entre los criollos, un perro de patas largas, con hocico alargado, tampoco podrá vivir encerrado.
- Para departamentos pequeños, es mejor optar por razas como bulldog francés, el bulldog inglés, el pequinés, que no son muy enérgicos. Entre los criollos, un perro de patas y cuerpo pequeños es el ideal.
- Si no tienes tiempo para tu perro, éste se frustrará, sea cual sea su tamaño. Tienes que tener tiempo para salir con él y crear lazos. Un perro encerrado, al que no dedicas tiempo, que está amarrado o en una terraza o patio de 4x4 metros, terminará siendo agresivo o destruyendo cosas.