La nueva planta de Albarrancho opera sólo al 35% por falta de Bs 39 millones
La nueva planta de Albarrancho, que se inauguró en septiembre de 2023, solamente opera en un 35 por ciento de su capacidad por falta de presupuesto.
La infraestructura aún no trata adecuadamente las aguas servidas que descarga al río Rocha y Tamborada.
Luego de estar paralizada durante siete años, fue ejecutada y concluida con un presupuesto de 110 millones de bolivianos, provenientes de la Entidad Ejecutora de Medio Ambiente y Agua (Emagua), la Alcaldía de Cochabamba y el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa).
De acuerdo a los antecedentes, fue construido para reducir los olores de las aguas negras que llegan por el sistema de alcantarillado de la ciudad de Cochabamba y tratar adecuadamente con equipos modernos el líquido residual.
Aunque tiene la capacidad de tratar en esta etapa 900 litros por segundo (l/s), sólo ingresa un 35 por ciento, alrededor de 300 l/s, explicó el gerente de Semapa, Luis Prudencio. Y, para su funcionamiento total se requieren de 39 millones de bolivianos.
“Hemos realizado varias observaciones como Semapa y se requieren 39 millones adicionales. Tras realizar unas evaluaciones, las condiciones nos revelaron que se necesita de más presupuesto”, afirmó.
En septiembre de 2023, se informó que tomaría un año para ponerlo en funcionamiento al 100 por ciento, pero Prudencio resaltó la necesidad de una inversión no sólo para los trabajos adicionales, sino, también para el personal calificado. Ya se realizan gestiones con el Ministerio de Economía en busca de un financiamiento.
El gerente de Semapa sostuvo que con el 35 por ciento de su operación se redujo los malos olores. Aunque la efectividad de la planta será más notoria una vez finalizado el emisario sudeste, cuyos trabajos iniciaron el año pasado, pero fueron suspendidos por la época de lluvias. La nueva planta recibirá otros 300 l/s mediante el conducto.
Presupuesto y tutela
En enero de 2024, el alcalde Manfred Reyes Villa dijo que se requerían 12 millones de bolivianos para su operación. Sin embargo, Prudencio aclaró que ese monto fue calculado por la empresa supervisora, pero no se tomaron en cuenta varios factores.
“Empresas extranjeras nos vinieron a capacitar y nos revelaron las necesidades y falencias. Como por ejemplo no hay desengrasadores y otros”, señaló.
Por otro lado, legalmente Emagua continúa con la administración de la nueva planta. Prudencio dijo que la parte biológica se trabaja, aunque faltan equipos. Se prevé que en 2026 Semapa ya cuente con toda la administración de la planta. “Por ahora, no existe nadie en Bolivia que tenga el conocimiento para este tipo de plantas. Se hará una licitación internacional para que vengan y nos ayuden con esto”, detalló.
Este proyecto fue cuestionado desde 2017. El representante de la Asociación de Ingenieros Eméritos, Gonzalo Maldonado, dijo que se observó el monto del presupuesto, su operación y otros detalles. Indicó que solicitaron informes. “Cochabamba sigue con sus conflictos de desagües y no sabemos cuánto tiempo más”, manifestó.