Impulsan norma que apoya el consumo y producción de tarwi
El tarwi es considerado el grano del futuro por sus altas características nutritivas, que superan a la quinua y a la soya; sin embargo, este alimento es poco conocido y producido en el país por la falta de políticas de incentivos. Es por ello que el Comité de Tierra y Territorio del Senado promueve la aprobación del anteproyecto de la ley del tarwi que impulse las políticas públicas para su consumo, industrialización y exportación.
Este anteproyecto, que consta de 14 artículos, delega su cumplimiento a diferentes ministerios, alcaldías y gobernaciones. La propuesta será presentada oficialmente mañana viernes en el Foro Nacional del Tarwi, en la Casa Campestre, con el apoyo del programa Euroclima, Proimpa y Swisscontact.
“El 50 por ciento del tarwi es proteína y el otro 50 por ciento podemos decir que son minerales y vitaminas”, dijo la asesora de la Cámara de Senadores, Roxana Arce.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el rendimiento de la tierra bajó al igual que la producción de tarwi. En 2008, se registraba un rendimiento de 0,6 toneladas por hectárea, con una producción de 1.208 toneladas a nivel nacional. En 2018, el rendimiento bajó a 0,4 toneladas por hectáreas, obteniendo una producción de 537 toneladas métricas.
De acuerdo a Promoción e Investigación de Productos Andinos (Proimpa), cada hectárea produce entre 400 a 600 kilos, una cifra muy reducida si se compara con otros granos, como el trigo o la soya que reciben mayores incentivos a su producción, industrialización, consumo y exportación.
LAS EXPORTACIONES SON REDUCIDAS
Según datos de la Cámara de Senadores, el último reporte del Instituto Nacional de Estadística da cuenta de que se exportó tarwi a Estados Unidos y a Europa por un valor que no supera os 5 mil dólares, una cifra que no motiva a los productores.
Esta leguminosa sale de contrabando por Perú y llega hasta Ecuador. “Se declara de prioridad nacional la producción, el consumo e industrialización del tarwi como producto estratégico”, señala el artículo segundo del anteproyecto.
COCHABAMBA LIDERA EL CONSUMO DE CHUCHUSMUTI
REDACCIÓN CENTRAL
Cochabamba se caracteriza como la región que más consume el mote de tarwi, también conocido como chuchusmuti, de acuerdo al gerente general de Proimpa, Antonio Gandarillas.
Las regiones productores de esta leguminosa son: La Paz, Sucre, Cochabamba y Potosí. En todo el país hay 5 mil productores. Pero, pese a que Cochabamba no es el mayor productor, se caracteriza por ser el mayor consumidor.
En 2015, los cochabambinos registraron un consumo anual de chuchusmuti de 650 toneladas, pero el último año subió a 1.220 toneladas.
“Esto se puede ver reflejado en las calles de Cochabamba. Uno sale y allí están las señoras con sus carretillas que ofrecen el chuchusmuti y la gente se acerca a comprar”, afirmó Gandarillas.
El tarwi se puede consumir como aderezo, en postres, en las sopas o platos principales.
Si bien su precio en harina es elevado, Gandarilla destaca que el tarwi posee un alto contenido de proteína, que lo convierte en la mejor opción antes que las otras harinas, como la de trigo o la de maíz.
En un supermercado, el kilo de harina de tarwi está a 50 bolivianos (con factura), mientras que la de trigo o maíz no supera los 10 bolivianos.
“El tarwi no es sólo harina, sino que es proteína. Somos un país deficitario en comer proteína y ésta es una gran opción para los bolivianos”, destacó Gandarillas.