Navidad, mezcla de tradiciones
Árboles, villancicos, bailes y regalos son algunas tradiciones navideñas que pueden variar según las costumbres y lugar de procedencia de las personas. Cochabamba acoge a extranjeros de Holanda, España y Francia, así como a bolivianos de otros departamentos, y cada quien tiene sus propias costumbres y formas de celebrar.
Arnold Hagens vive en Bolivia desde hace 13 años. Está casado con Kathia Córdova y tiene dos hijos, Mateo y Thomas. Tuvo que adaptar muchas de sus costumbres navideñas. Sin embargo, preserva la llegada de Santa Claus.
“Llega el 6 de diciembre. Es la fiesta del Santo, que no es lo mismo que el Papa Noel norteamericano. Aquí recreamos ese momento junto a un colegio Holandés. En mi país, Holanda, el personaje llega en barco; pero aquí es un poco difícil, así que viene en un vehículo acompañado de sus ayudantes”, contó Hagens.
“Este año cayó en un día lluvioso, pero los niños estaban emocionados. El Santo tiene un libro y llama a cada niño por su nombre y le dice las cosas buenas que hizo y le entrega su regalo. En Holanda, la mayoría de los presentes se entregan ese día, no así en Navidad, porque es para estar en familia”, añadió.
Hagens manifestó que, como en Bolivia el 25 es el día de los regalos, en su familia dividen los obsequios. Si bien logró mantener esa tradición de su país, hay otra que no puede traer a Bolivia. “Una gran diferencia es que allí hace frío y aquí mucho calor”, dijo.
Su esposa, así como sus hijos, acompañan la mezcla de tradiciones para hacerlas propias.
Algo similar ocurre en la familia de Simon Lepine, quien llegó de Francia a vivir hace cuatro años. Contó que no existen grandes diferencias entre las costumbres de su país y las bolivianas, pero armar un pesebre fue algo nuevo para él.
“En Francia no hay eso. Tuve mi primer pesebre con mi esposa Vanessa y ahora con mis dos hijas. Pero diría que la principal diferencia es el clima. En Francia, cuando empieza el frío, lo asocias con la llegada de la Navidad. Aquí con el calor no se siente tanto”, comentó.
Las tradiciones extranjeras no son las únicas que son readaptadas. Dentro del territorio boliviano también existen diferencias entre las costumbres de cada departamento, que se modifican cuando uno se traslada.
“Cuando se sale de la Misa del Gallo, los niños forman rondas y cantan junto a las iglesias. Es un poco difícil hacer eso aquí, porque no todos desean hacerlo y estamos algo dispersos. Pero hay quienes rescatan esa tradición”, contó un residente potosino, Esteban Morales.
Otra tradición es bailar chuntunki chuquisaqueño para adorar al Niño, en Sucre.
Por otro lado, en los municipios cochabambinos hay particularidades. “Lo tradicional en Aiquile es el cocofresco, que es refresco de coco, y el pastel. También hacemos rondas de baile y cantos”, contó un poblador, Ponciano Castro.
El municipio de Quillacollo es uno de los que ha comenzado a innovar con el desfile de carrosas, conciertos, obras de teatro y la catequesis navideña para que la población participe.