Bush contra el Congreso de su país
Washington | EFE
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, volvió a arremeter ayer contra el Congreso por irse de vacaciones sin aprobar la ley de fondos suplementarios para Irak y por tratar de imponerle condiciones sobre la guerra.
"En vez de enviarme una ley aceptable, se han ido de vacaciones" sin terminar su trabajo, reprochó Bush a los legisladores, en un acto con los miembros de la base del Ejército de Fort Irwin, en California.
El Mandatario insistió en que no hay tiempo que perder y volvió a apelar a los congresistas para que dejen a un lado los intereses políticos y cumplan su principal responsabilidad, la de proporcionar a los militares estadounidenses los medios que necesitan.
Deben desistir, dijo, de sus intentos de fijar "calendarios artificiales" para la retirada de tropas o de imponer su criterio frente al de los comandantes sobre el terreno.
El jefe de la Casa Blanca quiere una ley sin condiciones ni ataduras como las fijadas en los dos proyectos legislativos ya aprobados en las dos cámaras, en los que se establecen fechas límites para la salida de la nación árabe.
La iniciativa del Senado establece como objetivo no vinculante el regreso de los soldados antes de abril de 2008, mientras que la de la Cámara de Representantes fija septiembre del próximo año como fecha límite y vinculante para una retirada total.
Ambas propuestas tienen que ser armonizadas en un proceso bicameral para lograr un único texto final que sería enviado al despacho presidencial.
"El enemigo no mide el conflicto en Irak en términos de calendarios", apuntó Bush, quien advirtió que, si no se aprueba cuanto antes la ley de fondos suplementarios para la guerra, las consecuencias comenzarán a verse a mediados de este mismo mes.