Macri se despide de la presidencia con un balance muy optimista
A cinco días del fin de su mandato, el jefe del Estado argentino, Mauricio Macri, utilizó casi 40 minutos de cadena nacional (retransmisión por todas las emisoras de televisión y radio) para explicar los éxitos de su gestión y lo mucho que —según él— había avanzado Argentina durante los pasados cuatro años.
Escuchándolo, se hacía casi incomprensible que hubiera perdido las elecciones sin llegar siquiera a la segunda vuelta. Sólo hizo autocrítica en el ámbito económico, aunque aseguró que había “sentado las bases” para un futuro crecimiento. Su propio Gobierno, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), pronostica que en 2020 seguirá la recesión iniciada hace ya dos años.
Macri perseguía varios objetivos con su mensaje. El primero, amortiguar las acusaciones formuladas por el presidente entrante, el peronista Alberto Fernández, según el cual el Presidente saliente deja poco más que “tierra arrasada” con una deuda en dólares altísima, una economía en retroceso, una inflación desbocada (superior al 50 por ciento anual), un desempleo superior al 10 por ciento y una pobreza que ya rebasa el 40 por ciento y afecta a 16 millones de argentinos, de acuerdo con los datos publicados por la Universidad Católica pocas horas antes de la alocución presidencial.
El segundo objetivo consistía en perfilarse como jefe de la oposición, puesto que no tiene asegurado porque en su campo político diversos dirigentes aspiran a él.