Ausencia de Trump obliga a reformular entrega de códigos nucleares a Biden
Washington |
Los códigos nucleares de EEUU fueron entregados ayer al nuevo presidente, como manda la ley, pero por primera vez en la historia esta transferencia usualmente discreta requirió un esquema en dos etapas.
Debido a que Trump se negó a participar en la ceremonia de su sucesor, hecho sin precedentes en 150 años, la transferencia de los códigos, que generalmente se hace de manera discreta, en el estrado de nominación, este año requirió dos copias de la maleta que contiene todos los elementos necesarios para el escenario de un ataque nuclear, y que acompaña al presidente estadounidense en todas las circunstancias.
Ayer por la mañana, cuando voló desde la base militar Andrews, cerca de Washington, hacia su residencia en Mar-a-Lago, Florida, Trump seguía siendo presidente y, como tal, iba seguido de un ayudante militar que llevaba la famosa maleta nuclear. Todavía tenía una pequeña tarjeta de plástico que contenía los códigos nucleares, apodada la "galleta".
Pero al mismo tiempo en Washington, otro asistente militar, con otra maleta y otra "galleta", ocupó su lugar en la plataforma erigida en los escalones del Capitolio -sede del Congreso- para la investidura de Biden.
Y exactamente al mediodía local, mientras tradicionalmente el asistente militar del presidente saliente debe entregar la maleta a su par del nuevo mandatario, esta vez la "galleta" de Trump simplemente se desactivó, como una tarjeta de crédito que vence.
Así, una nueva clave fue atribuida a Biden y activada en Washington, dando oficialmente al 46º presidente de EEUU el poder absoluto para usar las armas nucleares.