Pekín impone aun más restricciones para frenar el avance de ómicron
Pekín cerró ayer decenas de estaciones de metro para luchar contra la Covid-19, restringiendo los desplazamientos de los residentes pese a que la capital china de 21 millones de habitantes registra sólo algunas decenas de casos diarios
La segunda economía mundial está batallando contra su peor brote de coronavirus desde la primera ola de la pandemia, pero con la mayoría de casos focalizados en su principal centro de negocios, Shanghái, donde imperan órdenes de confinamiento desde hace más de un mes.
Las escenas de caos y enfado por las medidas en Shanghái alarman a los residentes en Pekín, que temen ver la capital cerrada a pesar del escaso número de casos.
Ayer, la ciudad registró sólo 51 infecciones, incluyendo casos asintomáticos, mientras que el balance diario de Shanghái se eleva a 5 mil, con una tendencia a la baja.
Los pekineses han empezado a acopiar de comida y productos indispensables, temerosos de encontrarse repentinamente encerrados en casa.