La institucionalidad democrática se impone en Brasil, pese a Bolsonaro
SAO PAULO/RÍO DE JANEIRO, Afp y Efe
Jair Bolsonaro se quedó solo ante la derrota. Después de soportar durante meses una sistemática campaña de descrédito, las instituciones brasileñas le mandaron un mensaje claro al jefe de Estado: la democracia no se cuestiona.
Todas las altas autoridades del país, incluidas algunas afines al líder ultraderechista, que sigue sin reconocer el resultado, salieron en estampida para reconocer la victoria del ahora presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, al poco tiempo de hacerse oficial.
No dieron pie a ninguna sombra de sospecha, desmarcándose de las teorías conspiratorias de Bolsonaro, que cuestionó repetidamente la legitimidad del proceso electoral e insinuaba que desconocería el dictamen de las urnas en caso de derrota, que al final fue muy ajustada (50,9 %-49,1 %).
Unánime
El presidente de Congreso Nacional, Rodrigo Pacheco, fue taxativo al afirmar que los resultados son “incuestionables” y que “el presidente Bolsonaro así lo reconocerá”, poniendo más presión sobre el capitán retirado del Ejército, que guarda silencio desde el domingo en la noche.
Pacheco compareció el mismo domingo en un acto inédito al que asistieron el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, y buena parte de los 11 jueces de la Corte Suprema, a los que Bolsonaro ha dedicado los más variados insultos.
En la misma línea se pronunciaron el jefe de la Cámara Baja, Arthur Lira, y el fiscal general, Augusto Aras, dos figuras clave para la continuidad de Bolsonaro en el poder.
Transición
El ministro de la Presidencia de Brasil, Ciro Nogueira, entró en contacto con voceros de la campaña de Luiz Inácio Lula da Silva para anunciar su disposición a iniciar el proceso de transición entre ambos Gobiernos pese al silencio que el líder ultraderechista aún mantiene sobre la victoria del rival.
La iniciativa de Nogueira fue anunciada por el coordinador de comunicación de la campaña del Partido de los Trabajadores (PT), Edinho Silva, en un comunicado divulgado anoche.
“Mantuve contacto en la tarde de este lunes con el ministro de la Presidencia, Ciro Nogueira, a petición suya, y de inmediato se dispuso a conducir el proceso de transición representando al actual Gobierno Bolsonaro”, afirmó Silva.
La transición de Gobierno está prevista en la legislación brasileña y prevé que el presidente en ejercicio y el electo nombren equipos de trabajo en un plazo de 48 horas para que coordinen el proceso.
El vicepresidente de la República, general de la reserva Hamilton Mourao, también dio un paso para facilitar la transición y Mourao entró en contacto con el vicepresidente elegido, Geraldo Alckmin.
Ministro ordena actuar contra bloqueos de vías
El ministro de Justicia de Brasil, Anderson Torres, ordenó ayer reforzar “todas las acciones” que permitan la normalización en las carreteras del país, donde se registran centenares de bloqueos por camioneros que no aceptan la derrota de Jair Bolsonaro, en las presidenciales del domingo.
En las primeras declaraciones de un miembro del gabinete presidencial sobre el tema, el Ministro señaló que la situación está siendo monitoreada “minuto a minuto” por la Policía de Carreteras y el Gobierno.
Camioneros que se dicen seguidores del líder ultraderechista, que aspiraba a la reelección, montaron entre la noche del domingo y ayer más de 270 bloqueos en carreteras de 20 de los 27 estados de Brasil para protestar por la victoria electoral de Lula, que la atribuyen a un supuesto fraude.