El centralismo postergó a Chuquisaca
Sucre | Correo del Sur
Históricamente, el centralismo siempre azotó a Chuquisaca. La organización del Poder Ejecutivo, la Guerra Federal, el auge de la época del petróleo son muestras de las manifestaciones en las que el centralismo dejó sistemáticamente de lado al Departamento.
Al celebrar los 198 años de la gesta libertaria del 25 de Mayo, Chuquisaca se ha propuesto revertir esa postergación y devolverle a Sucre su calidad de sede de los tres poderes del Estado, Capital Plena, una centenaria demanda que la ha escrito a lo largo de años, pero que ahora no quiere dejarla pasar, aprovechando la redacción de una nueva Constitución.
Una revisión de archivos de 1995 a 2006 refleja la cruzada, tantas veces emprendida por dirigentes cívicos y personalidades de Chuquisaca, así como las conquistas "aunque escasas"; en el reconocimiento de Sucre como Capital Constitucional de la República y sede de los poderes del Estado, para devolverle a todo el departamento lo que un día se le quito atención y posibilidades de desarrollo.
Chuquisaca cedió una importante parte de sus recursos naturales a la economía nacional y, a cambio, fue víctima del olvido y la marginación. Tales ejemplos se repitieron en poblaciones como Camiri, ex capital petrolera o Potosí, ex cuna de importantes inversiones y riquezas mineras; tras sus ingentes aportes, hoy se debaten en un panorama poco esperanzador con la paulatina migración de su población.
Particularmente en el caso de Chuquisaca, la Guerra Federal propició el inicio de la postergación regional. Según relata Carlos D. Mesa, en 1898 la aprobación de la ley de radicatoria que forzaba al Presidente a permanecer en Sucre y pedir autorización
para salir de la capital, fue el detonante de una confrontación que esperaban La Paz y los liberales.
Una junta organizada en La Paz declaró el federalismo. A continuación se desató el conflicto bélico que terminó un año después con un nuevo Gobierno y con la sede del poder arrebatada a la Capital, Sucre.
Tuvo que transcurrir más de un siglo para que los chuquisaqueños recién puedan contar con una carretera pavimentada. El polémico tramo Puente Sacramento-Puente Arce, en proceso de entrega definitiva, es el último reducto de tal ejemplo en territorio chuquisaqueño.
Tal señal demuestra un ejemplo del flaco favor que le hizo a Sucre y a todo el Departamento la agraviante Guerra Federal, a partir de lo cual inició la debacle y se centralizó el poder económico y político en torno al eje central del país. Consecuentemente, cesaron también las inversiones en Chuquisaca.