Lábaro bendito: rojo, amarillo, verde
La República de Bolivia celebra el mes de agosto dos fechas muy solemnes 6 de agosto día de nuestra patria y 17 de agosto el día de la bandera boliviana; hoy hago alusión a mi única y hermosa bandera rojo, amarillo, verde que es el emblema de libertad y justicia, bajo cuyos colores nuestro país recoge el naciente fervor de todos sus hijos sin distinción de razas ni colores políticos; hoy debemos sembrar en cada uno de los bolivianos el significado de la palabra patriotismo, creemos que tiene un sentido más humano que el que le dan los políticos de hoy para hacerle servir a sus propios intereses, cuando no se cree ya en nada que hermoso es confiar aun en la grandeza de la patria porque la patria es la vida, el trabajo, la libertad, la justicia que es el imperio de la ley.
Nuestro estandarte que hoy 17 de agosto orgullosamente flamea en todo el país, es el símbolo patrio más venerable del cual es lícito afirmar lo que de ningún otro de la tierra; que no tremoló jamás sobre la desolación de los vencidos sin escuchar simultáneamente la plegaria de los libertados; la patria no sólo es el perímetro territorial que delimita soberanía, tenemos un país con todos sus caracteres con sueños, esperanzas e ideales, es la nación imperecedera por la que luchan y trabajan todos sus hijos aunados a una sola y única bandera. Donde vayamos ella nos identifica, de un país a otro es nuestra herencia secular. La tricolor boliviana hoy se la equipara con la whipala como si fuese otro emblema nacional. Esta bandera de varios colores representa al lugar donde viven los campesinos en sus comarcas y se identifican por su color en sus fiestas religiosas y en el tinku, juntando los colores hoy es la bandera llamada whipala que se la incluyó en la Constitución y la vemos flameando al lado de nuestra enseña patria. Entre las dos banderas hay una gran diferencia abismal. El rojo, amarillo, verde es la gloria y la historia de la República de Bolivia, mientras la whipala representa a un solo sector ideológico y se la incluyó bajo las pasiones políticas de un partido que hoy gobierna.
Nuestro lábaro bendito se tiñó con la sangre de los héroes de nuestra independencia, la sangre de los soldados de la Guerra del Pacífico, de la Guerra del Acre, de la Guerra del Chaco y los soldados de Ñancahuasú. Todos estos valientes soldados fueron combatientes heroicos de nuestra nación llamada Bolivia; ellos horadaron montañas, caminaron sobre hoscos guadales, atravesaron desiertos, desafiaron la muerte y dialogaron con la gloria empuñando fuertemente la tricolor boliviana como signo de heroísmo y pundonor. Así también la tuvieron entre sus manos nuestros antepasados y nuestros abuelos.
Se dice que nada en la vida es eterno todo pasa, todo cambia y al final termina, así se derrumbaron murallas como la de (Berlín); tenemos el ejemplo de la antigua URSS la época más recalcitrante del comunismo donde sólo flameaba la bandera roja con (la hoz y el martillo), hoy Rusia enarbola su única bandera: blanca, azul, roja, cuyos colores dignifican a esa hermosa nación; es así que las pasiones y excesos de poder no siempre duran, lo que sube muy alto también con más fuerza cae. Todos los países del mundo están enraizados con su historia con una sola bandera que representa sacrificio y honor, el reconocimiento a sus héroes y soldados que derramaron su sangre y durmieron en el campo de batalla.
Columnas de BEATRIZ S. DE LÓPEZ VIDELA