Prevén que Boric no tocará postura de Chile con relación al mar y Silala
Bolivia no debe ilusionarse con la ascensión de Gabriel Boric a la presidencia de Chile, su política exterior es de Estado e inalterable, por tanto, no abordará el tema marítimo, que se fortaleció con el fallo de La Haya. Tampoco retrocederá en su postura sobre las aguas del Silala, sostienen analistas y políticos.
El próximo 11 de marzo, Gabriel Boric asumirá la presidencia de Chile, de tendencia izquierdista, aspecto que generó gran expectativa en autoridades bolivianas, que al considerar que son de la misma línea o preferencia ideológica, habría mayores posibilidades para considerar temas estructurales, como la soberanía marítima.
“Lo que yo creo que va a haber en algunos temas es una relación muy dinámica y positiva. Creo que las comisiones mixtas van a trabajar de manera mucho más ágil, sin embargo, el tema fundamental, el tema neurálgico, el marítimo y el Silala, va a generar mucha tensión”, señaló el analista internacional Álvaro del Pozo.
Institucionalizada
El diplomático y exembajador ante la OEA y la ONU, Jaime Aparicio Otero, dijo que el Gobierno boliviano, antes de hacerse ilusiones y generar expectativas, debe considerar que Chile tiene una “democracia institucionalizada”, una democracia fuerte.
“Obviamente va a mejorar la simpatía, la afinidad ideológica eso va a ayudar, pero lo que sí no hay que olvidar es que Chile es una democracia institucionalizada, sus principios esenciales de política exterior no van a variar porque además va a ser un Gobierno que va a tener controles muy fuertes en el congreso, donde no tiene mayoría”, dijo.
La situación bilateral fue tensa en los últimos años por la demanda planteada en 2013 por el Gobierno de Evo Morales ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, en busca de un fallo que obligue a Chile a negociar en firme el acceso soberano al Pacífico reclamado por Bolivia.
En 2018 la CIJ determinó que Chile no tiene obligación legal de negociar con Bolivia, sin embargo, las autoridades bolivianas entienden que la sentencia no supone un impedimento para el diálogo.
“En los temas fundamentales creo que vamos a seguir trancados, empantanados, porque no veo un cambio de actitud del Gobierno de Boric con el gobierno de Arce, más aún cuando se espera una resolución sobre la demanda impuesta por Morales contra Chile por las aguas del Silala”, dijo Aparicio Otero.
Del Pozo aseguró que “los chilenos están hoy mucho más empoderados con el fallo de La Haya, por tanto, no veo opción. Boric va a estar con muchos candados si es que en algún momento se le ocurriría abrir el tema”.
“Chile ha dado muestras a lo largo de su historia que más allá del Gobierno sea de derecha, de izquierda, de centro, ha mantenido su política exterior inalterable, es una política de Estado que defiende la integridad de su territorio y soberanía”, manifestó.
En tanto, la politóloga Patricia Velasco dijo que la afinidad ideológica que puedan tener los gobernantes podría facilitar la posibilidad de reestablecer las relaciones diplomáticas, además de otros temas que no sean estructurales.
“Se podría avanzar en algunos de los temas, que no es la discusión de soberanía sino el tema del uso de los puertos, el tema del transporte de mercadería, el flujo migratorio. Creo que en esos campos se puede avanzar incluso se puede reestablecer relaciones diplomáticas, pero el marítimo será intocable”, señaló.
Agregó que “la política exterior de Chile se mantiene inalterable y no va a cambiar absolutamente nada al margen de la ideología de su Gobierno”.
Las relaciones diplomáticas están rotas desde 1962, salvo un paréntesis de 1975 a 1978, por la falta de solución a la centenaria reclamación marítima boliviana, aún así mantienen consulados en La Paz y Santiago.
Silala
El 23 de marzo de 2016, Evo Morales, envalentonado con la hasta entonces positiva marcha del juicio ante La Haya por el tema del mar, anunció otro proceso internacional contra Chile para establecer los derechos bolivianos sobre las aguas del Silala.
Ante esta advertencia, Chile se adelantó en presentar la demanda bajo el argumento de que el Silala es un río internacional compartido, en tanto que Bolivia sostiene que las aguas son producto de un manantial canalizado artificialmente hacia Chile.
“Se viene en un mes, ese va a ser un tema complicado. Evo Morales va a tener que responderles a los bolivianos por qué hizo esa amenaza un 23 de marzo que fue lo que nos condujo a este proceso. Él acusó a Chile de robarse las aguas, 100 por ciento bolivianas, que no pasaban a Chile, pero van a tratar seguramente de cambiar muchos de los hechos, pero la verdad es que esa actitud irresponsable de Evo Morales debería tener un costo político, porque le hace un gran daño al país”, dijo el diplomático Aparicio Otero.
De izquierda
Luego de varios intentos de negociaciones que fracasaron y sin mantener relaciones diplomáticas desde 1978, el buen clima inicial entre los gobiernos de Evo Morales y Michelle Bachelet (de izquierda) generó la esperanza de poder acercar a los dos países. Los primeros signos en esta dirección fueron la presencia de Morales en la asunción de Bachelet en marzo de 2006 y la decisión de trabajar en una agenda compartida sin restricciones —conocida como la Agenda de los Trece Puntos— donde se incluyó la cuestión de la mediterraneidad boliviana.
A lo largo de la administración de Bachelet, el calendario de reuniones del Grupo de Trabajo sobre Asuntos Bilaterales y del Mecanismo de Consultas Políticas Bolivia-Chile fue cumplido tal cual lo pactado, pero no se presentaron avances con respecto a la cuestión marítima, a diferencia de otras áreas.
MEJOR TRATO A EXPORTADORES
Según el diputado y exdiplomático Gustavo Aliaga, uno de los retos en la relación actual es que si hay sintonía política, debería ser para mejorar por lo menos las condiciones de los exportadores, de la gestión de los puertos.
“Lamentable Bolivia sigue dependiendo, por tanto, este va a ser el primer reto, los otros temas del control de frontera, lucha contra el narcotráfico, lucha contra la delincuencia internacional casi funciona de manera automática”, dijo e indicó que se pueden profundizar la relaciones económicas.
BOLIVIA NO TIENE POLÍTICA DE DEFENSA EXTERIOR CLARA
REDACCIÓN CENTRAL
Los que hicieron que Bolivia perdiera el mar en La Haya son también responsables de lo que está pasando con el proceso del Silala. Es más trágico puesto que, en abril de 2009, Bolivia convenció a Chile a que pagaría el 50% de esas aguas, a precios internacionales, pero esto no prosperó por diversas circunstancias.
Sin embargo, el fracaso principal es la falta de una política exterior de Estado.
“La formulación de la política exterior es potestad del Ejecutivo, y es importante tener en consideración cómo se estructura el MAS, a los fines de entender los postulados ideológicos y los objetivos en materia de política exterior. Esta fuerza se nutre de los sindicatos cocaleros, los movimientos sociales del altiplano y los remanentes radicales de los partidos izquierda que repiten pautas nacionalistas de los setentas”, dijo la politóloga Patricia Velasco.
En tanto, el analista Álvaro del Pozo señaló que la clave de Chile es su política de Estado, que trasciende gobiernos circunstanciales, la política de Estado va a continuar con esas líneas más allá del cambio de gobierno.
“Chile, desde Portales, mantiene una línea. Lamentablemente los bolivianos adolecemos en este tema, Cancillería, que es fundamental además de otras instancias en temas trascendentales, pero la institucionalidad se ve menoscabada siempre por el peso de la parte política, por lo tanto, la palabra clave es política de Estado”, sostiene.
AGENDA NO AVANZÓ CON LLEGADA DE PIÑERA EN 2010
La asunción de Sebastián Piñera, en marzo de 2010, no generó, en un primer momento, inquietudes en la administración de Evo Morales. Ambos mandatarios ratificaron en una reunión, mantenida en diciembre del mismo año, su compromiso para continuar trabajando en la agenda conjunta establecida durante el mandato de Bachelet y manifestaron la necesidad de conformar una comisión permanente para el seguimiento de los acuerdos.
El 7 de febrero de 2011, se realizó en La Paz la primera reunión de vicecancilleres en 60 años para analizar la cuestión marítima, pero esta finalizó sin resultados. Ante estos acontecimientos, en marzo de 2011, Morales le reclamó a Piñera una salida libre y soberana al Pacífico y planteó la posibilidad de llevar su demanda a tribunales internacionales. Esta situación finalmente se concretó en abril de 2013.
El mandatario chileno afirmó que el anuncio de su homólogo boliviano se constituía en una “pretensión inaceptable” y “se aparta de los términos acordados por ambos gobiernos”.