Bolivia ya no es sitio de tránsito, sino de operación para cárteles y el narco
Bolivia dejó de ser un país de tránsito y se convirtió en un “hostal” para los capos del narcotráfico que operan a nivel internacional. Ellos son brasileños, mexicanos, uruguayos, paraguayos, argentinos, italianos y peruanos, entre otros. Se refugian y operan cómodamente en Bolivia por meses, incluso años, dedicándose al negocio ilícito de las drogas, tráfico de armas y sicariatos.
Para desviar su captura o búsqueda, utilizan doble identidad o nacionalidad. Así se demuestra en al menos una decena de casos.
En el país se constató la presencia de estos “capos”, líderes de cárteles, organizaciones internacionales y mafias, que operan junto a emisarios, entre otros, del Primer Comando Capital (PCC) y del Comando Vermelho. Estas organizaciones dedicadas al tráfico de drogas, tráfico de armas de fuego y sicariatosson son las más grandes y peligrosas de Brasil.
La mafia italiana Ndrangheta, que controla cerca del 80 por ciento de la cocaína que ingresa a Europa, también está en el país. Las sustancias controladas son obtenidas en Bolivia por la pureza. Otros dos grupos, como Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa, de México, también operan desde tierras bolivianas.
Al respecto, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, aseguró que se tienen frutos en la lucha contra el narcotráfico identificando a líderes de cárteles y desbaratando organizaciones criminales que operaban desde el país.
“El intercambio pronto y oportuno de información con otros países nos ha permitido identificar si dentro del territorio nacional hay criminales que están siendo buscados por otros países de la región o del mundo, gracias a la comunicación que tenemos con Brasil, con Perú y otras regiones, logramos identificar la presencia del PCC”, dijo Del Castillo.
Remarcó que estos narcotraficantes se instalaron en Santa Cruz para organizarse y delinquir dentro del territorio nacional, pero en su mayoría ya fueron capturados y extraditados a sus países para que sean juzgados.
“El trabajo prolijo que realiza la Policía boliviana ha logrado capturarlos y entregarlos a las autoridades para que se enfrenten a la justicia de su país. No queremos importar narcotraficantes ni delincuentes; al contrario, queremos que se vayan, que se retiren”, añadió.
El Ministro señaló que hace dos semanas se extraditó al Loro, un narcotraficante peligroso con antecedentes de asesinatos. Y, en la ultima semana, se expulsó a un integrante del PCC y otro narco mexicano.
Antecedentes
Igor Oliveira Campos, alias Iraque, se identificó inicialmente con un nombre falso, pero un intercambio de información entre la Policía boliviana y la Federal de Brasil permitió establecer su verdadera identidad.
Por orden de un juez y con fuerte operativo policial, Oliveira, líder de la facción Matto Grosso del PCC, fue expulsado el 29 de noviembre a Brasil en el marco del cumplimiento de una orden judicial que dispuso su entrega a ese país.
El narcotraficante mexicano Héctor René Ghetta Carrillo fue extraditado el 30 de noviembre por el Viceministerio de Sustancias Controladas. El sello rojo fue solicitado por Perú bajo cargo de tráfico de drogas. Ghetta fue aprehendido el 8 de marzo de 2022, acusado de tráfico de sustancias ilícitas.
Sebastián Enrique Marset (33), narcotraficante con nexos de la PCC, mafia italiana, aún no fue capturado. La Policía continúa realizando operativos para desarticular sus organizaciones dentro del territorio boliviano.
Caso Blooming
El fiscal antinarcóticos Julio Cesar Porras informó que el 1 de diciembre se realizaron dos allanamientos: en la secretaría del club Blooming y en su sede, de donde se secuestraron documentos para analizar.
“Ya citamos a cuatro personas para el lunes en calidad de testigos. No queremos manchar ninguna institución, pero hay documentación que puede reflejar posibles personas investigadas dentro del caso Marset. Es una investigación muy delicada”, dijo.
El penalista y especialista en investigaciones de narcotráfico Cristhian Sánchez dice que las organizaciones internaciones y cárteles se establecieron sistemática y permanentemente en Bolivia.
“Los cárteles pretenden reclutar gente en Bolivia. Así lo confirma inequívocamente la existencia del PCC y de otros cárteles transnacionales como el Comando Vermelho, incluso el Tren de Aragua venezolano en el país. Existen varios estudios académicos sobre el establecimiento de estos cárteles y organizaciones criminales transnacionales”, asegura.
Para el experto, la justicia en Bolivia no es la adecuada; debería existir una justicia particular para los delincuentes y narcotraficantes transnacionales.
Señaló que los asesinatos ocurridos en el país están relacionados con las organizaciones y cárteles que buscan tener poder en territorio nacional y operar desde Bolivia.
El Ministro de Gobierno anunció que una comisión llegará de otros países en breve para trabajar identificando a los narcos internacionales para extraditarlos.
“Está llegando una comisión de Brasil para hacer un ‘barrido’ en todos los centros penitenciarios que tenemos en nuestro país para saber cuál es la verdadera nacionalidad de estos extranjeros que se encuentran al interior de las cárceles”, dijo Del Castillo.
“Queremos tener la verdadera identidad de estos ciudadanos extranjeros que se presentan dentro del territorio nacional. Estamos coordinando con Perú y Argentina, entre otros”, dijo.