Cuarentena: las letras no se han detenido
Reflexiones sobre el “nuevo tiempo” que rige la vida de una gran mayoría del planeta, sobre lo que significa ser productivo y escribir con una mirada más introspectiva, son algunas de las ideas que rondan en la cabeza de escritores bolivianos de distintos géneros. Lecturas & Arte consultó con cuatro creadores de la narrativa, poesía y dramaturgia, quienes compartieron las inquietudes que han aparecido en sus procesos creativos en este tiempo que resulta “extraño”, pero que no ha logrado cohibir ni detener su producción literaria.
DRAMATURGA
Paola Oña
La dramaturga Paola Oña tiene un trabajo enfocado a las artes vivas y desde ahí va creando también a través de la escritura. Ha participado en varias plataformas de reflexión artísticas como PanoramaSur (Buenos Aires, Argentina), ExperimentaSur (Bogotá, Colombia) y MovimientoSur (Santiago de Chile), buscando de esta manera evidenciar su trabajo desde su práctica artística. Uno de sus últimos textos, “Acerca de Cordelia”, ganó el segundo lugar XII Concurso Municipal de Escritura Dramática Adolfo Costa Du Rels. Hace poco se graduó de la maestría en Teatro y Artes Vivas de la Facultad de Artes en la Universidad Nacional de Colombia(Bogotá), actualmente sigue creando en La Paz.
“He trabajado sobre todo textos para ser grabados, estoy trabajando con lo sonoro, son textos para ser dichos. Propuestas sonoras. Por otro lado, estoy haciendo mi tercera obra femenina, después de Cordelia e Inunda. Por suerte me ha ido bien, estoy con trabajo y no puedo dejar de hacer y he pensado mucho en eso, ha sido un proceso muy hacia adentro”.
POETA
Gabriel Chávez Casazola
Para el poeta Gabriel Chávez, este tiempo ha sido fructífero, aunque asegura que no pudo dedicarse a la escritura y la lectura como hubiera querido. “Sin embargo, pude ahorrar para la literatura algunas horas que antes gastaba en desplazamientos, vida social o fruslerías. Creo que ahora soy mucho más consciente del valor del tiempo y de mi tiempo, y estas horas ahorradas las he podido destinar, sobre todo, a revisar poemas ya escritos de los últimos años, a preparar un par de antologías que me han solicitado y a continuar con mi taller. Se trata de dos antologías de mi poesía que aparecerán pronto en Colombia, en la colección Obra Abierta, y en Chile, en Andesground, países en los que ya se publicó mi libro Multiplicación del sol en 2017 y 2018, respectivamente. En los próximos días debo preparar también otra antología para Perú, donde aún no estoy publicado”.
Chávez asegura que, como muchos, ha sentido en esta cuarentena el imperativo de reflexionar sobre lo que está sucediendo alrededor, sobre la fragilidad de las seguridades humanas y los largos plazos, sobre la precariedad e inequidad del sistema, sobre las nuevas incertidumbres y antiguas certezas.
ESCRITORA
Giovanna Rivero
La novelista y cuentista boliviana Giovanna Rivero, cuyos cuentos forman parte de diversas antologías nacionales e internacionales, como El futuro no es nuestro, Nueva narrativa latinoamericana (2009), entre otros, asegura que siempre ha preferido la noche como el tiempo perfecto para escribir y leer, pero el consenso de la “realidad” ha ido imponiendo sus reglas y ella tuvo que ajustarse a horarios de producción y creatividad diurnos. “Lo que me pasa con la pandemia es que me he permitido, sin la culpa de transgredir terriblemente los buenos modales del reloj, trabajar concentradamente en mis escrituras hasta que la madrugada asoma por ahí. (En este sentido, la noche se convierte también en un espacio). Digo en plural —escrituras— porque en estos meses tan extraños he aceptado trabajos de investigación y análisis que responden a un calendario muy ajustado, e intento balancear eso con mi propio trabajo literario. Hay noches que son muy fructíferas y otras en que sencillamente el espíritu se hunde en la angustia y ninguna letra pueda salvarme. Eso sí, ruego por que nadie me llame por teléfono en las mañanas, cuando mi voz y mis huesos todavía están en otra dimensión”.
ESCRITORA
Magela Baudoin
Magela Baudoin, la conocida escritora y periodista boliviana, autora de la novela El sonido de la H, con la que recibió el Premio Nacional de Novela 2014 (Santillana-Bolivia); y del libro de cuentos La composición de la sal (Plural 2014), que ganó el Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez. En febrero de este año, antes de que comiencen las restricciones por la pandemia, recibió la grata noticia de ser una de las cinco finalista del prestigioso Premio Internacional Ribera del Duero. Actualmente radica en Estados Unidos, desde donde comenta que en este tiempo ha escrito muy poca ficción, admite que ha sido un poco por falta de tiempo y otro por ansiedad.
“Mucho ruido en la cabeza. En cambio, he leído y escrito mucho para el espacio académico. Con el verano ya en puertas, estoy recién sentándome a retomar la ficción y estos días mano y mente se han conectado inesperadamente bien. Supongo que no podemos quedarnos suspendidos para siempre. Estoy trabajando en un nuevo libro que tenía parado desde febrero y que no sé mucho para dónde va. Por lo pronto, estoy siguiendo mi instinto, garabateando, dejando que la cosa fluya”.