Gamboa, el luthier boliviano que deja un gran legado
El luthier René Gamboa Soria (83) fue el pionero en la fabricación de charangos y guitarras. El charango, desde épocas ancestrales, ha tenido diversas innovaciones en su estructura y es un instrumento peculiar. Con el tiempo, se han implementado distintos temples o formas de afinación, así también cambió el tamaño y se caracteriza por escalas rústicas según la región, principalmente en Potosí, Oruro, La Paz, Cochabamba.
René Gamboa Soria dedicó su tiempo para investigar y encontrar la estandarización del charango MI-440, que delimita diferentes grados de este instrumento.
Tras la partida del luthier, su hija Mónica Escarlen y su yerno tomaron la posta, con el desafío de hacer prevalecer el gran legado que les dejó Gamboa.
En 1938 nació René Gamboa Soria, hijo de Antonio Gamboa Sánchez y Emilia Soria Ríos. Desde pequeño su disposición e interés de superación originaron que trabaje como ayudante de muebles (ebanista), pero su inclinación a los
instrumentos de música se fue acrecentando. Contra todo pronóstico y enfrentado todas las adversidades, primó su indudable constancia y energía hasta materializar su anhelo: erigirse como constructor de instrumentos musicales.
Los éxitos cosechados no hubieran sido posibles sin su esposa María Magdalena Solís Herbas, y la motivación por sus hijos Gonzalo René, Juan Carlos, Mónica Escarlen y Jorge Luis Gamboa Soliz.
Los primeros réditos de su emprendimiento se reflejaron en los reconocimientos que recibió de autoridades departamentales y nacionales, para después replicarse fuera de nuestras fronteras.
“Para el entorno musical ha sido un valor muy importante no solo con la construcción de instrumentos musicales, sino también formando parte de diferentes grupos musicales y muchos de ellos portaban los instrumentos de René Gamboa Soria con mucho orgullo. El valor que se dio y que persiste hasta le fecha es el agradecimiento a un personaje que ha complementado el arte con los instrumentos más valiosos, como son el charango y la guitarra, fabricadas por el gran maestro René Gamboa Soria”, señaló su hija, Mónica Escarlen.
Cabe recordar que el luthier boliviano no solo ha sido un gran referente en la construcción de instrumentos musicales en Bolivia, sino que también integró diferentes conjuntos musicales desde su juventud. Fue reconocido por festivales y organizaciones de eventos nacionales.
“Nunca dejó su gran pasión”, dijo su hija, quien comentó que, al concretar un ciclo más de su trayectoria, su papá creó el grupo musical de intérpretes “Alcore” con “grandes amigos de vida: Cosme Lazarte, Alfredo Soliz, con quienes ha recorrido el ultimo trecho de expresión e interpretación musical”.
Nace Instrumentos Gamboa
En 1954 comenzó a ponerle mayor énfasis al proceso de construcción del charango. Logró estandarizar el referido instrumento musical a escalas, dimensiones y sonido perfecto de MI-440. El proceso implicó la innovación e implementación de materiales para hacer realidad el diseño exclusivo de boca “Mariposa”, alcanzando alta calidad y notas perfectas.
“Esto ha generado interés y buena referencia del personaje en el ámbito nacional e Internacional, constituyéndose como el precursor de la nueva era del charango. La investigación y la experiencia lo convirtieron en referente y reconocido luthier de charangos y guitarras, hechas por manos bolivianas”, dijo su primogénita.
Pero eso no es todo, porque en su trayectoria ha forjado varias invenciones intelectuales, entre los que resaltan la charanguita, la charangueña, el charangazo, charango rústico megalítico.
Además, viajó a diferentes naciones del mundo con el propósito de difundir la música y exponer el arte de la construcción del charango y guitarra. Trascendió más allá de las capacidades y se constituyó en el pionero y máximo expositor de Bolivia y un valioso aporte a la cultura nacional.
“Esa travesía le ha permitido abrir un gran surco cultural por donde transitan en la actualidad los músicos y constructores del arte de la música”, añadió Mónica Escarlen.
La contribución del luthier se extendió por el país, puesto que enseñó a pequeños productores el arte de la construcción del charango. También aportó para que muchos pobladores de Aiqule se dediquen a esta actividad, producto de las enseñanzas que les transmitió el maestro.
En todo este proceso de trabajo y experiencia, René Gamboa Soria entendió de la necesidad de infundir y transmitir su conocimiento a la segunda generación de su familia, consiguiendo buenos resultados.
Precisamente su hija Mónica Escarlen, junto a su yerno Pastor Uriona, tomaron la posta para continuar con el legado que les dejó el luthier boliviano.
Así desde 2000 ,la segunda generación de la familia Gamboa se puso el overol para afrontar nuevos desafíos y emprendimientos con el designio de extender el mercado y mantener la hegemonía en el rubro.