El famoso papel que Madonna rechazó y se convirtió en un éxito: “Me arrepiento cada día”
En la historia de Hollywood, las oportunidades van y vienen, y las decisiones que los actores toman en un momento pueden convertirse en aciertos o arrepentimientos. Madonna, una de las artistas más icónicas de todos los tiempos, ha tenido una carrera en el cine que estuvo llena de momentos clave, decisiones importantes y rechazos que, con el paso de los años, le han pesado. Según contó ella en el programa The Tonight Show Starring, con Jimmy Fallon, uno de los más importantes fue su negativa a interpretar a Catwoman en Batman Returns, la secuela de Batman de 1989 dirigida por Tim Burton.
La historia comenzó a principios de los años 90, cuando la cantante se encontraba en la cúspide de su carrera. La artista venía de lanzar álbumes exitosos, de romper récords y de consolidar su imagen como un ícono del pop. En el cine, también estaba construyendo su camino.
En 1990 había protagonizado Dick Tracy, la adaptación del famoso cómic en la que compartió pantalla con Warren Beatty, y su interpretación en la película le había permitido ganar reconocimiento como actriz. Su carisma, su presencia y su audacia la habían convertido en una candidata perfecta para interpretar personajes femeninos fuertes y desafiantes. No era extraño que Warner Bros. la tuviera en la mira cuando comenzó la producción de la esperada secuela de Batman.
Después del éxito rotundo de la primera entrega, Tim Burton tenía en mente una película más oscura, más estilizada y con personajes que llevaran el tono gótico a otro nivel. Uno de los elementos más importantes de su visión para Batman Returns era el personaje de Selina Kyle, una mujer que, tras un suceso traumático, se transformaba en Catwoman, una antiheroína tan enigmática como letal.
El personaje debía ser fuerte, sensual, pero también vulnerable y con una carga emocional profunda. Se necesitaba a alguien con magnetismo suficiente para compartir la pantalla con Michael Keaton y para enfrentarse tanto a Batman como al Pingüino, interpretado por Danny DeVito.
Cuando Warner Bros. comenzó la búsqueda para el papel, varios nombres fueron considerados. Entre las candidatas estaban Nicole Kidman, Geena Davis y Demi Moore, pero uno de los nombres más potentes en la lista era el de Madonna. Su imagen rebelde, su actitud desafiante y su capacidad de reinventarse constantemente la hacían una opción lógica para un personaje tan icónico. Además, su participación en Dick Tracy había demostrado que podía moverse con facilidad en el cine de acción y en un mundo de estética cómic.
Madonna, sin embargo, decidió rechazar el papel. En los años 90, Madonna lanzaba discos exitosos y revolucionaba la industria con cada paso que daba. Cada álbum, cada videoclip y cada gira eran eventos de gran impacto en la cultura pop, y es probable que en ese punto de su vida no quisiera desviar su atención hacia el cine de manera más comprometida.
Tras su negativa, la producción siguió adelante y el papel terminó en manos de Michelle Pfeiffer. La actriz se sumergió completamente en el personaje, desde su transformación física hasta su interpretación de una Selina Kyle con matices complejos. Su actuación terminó siendo una de las más memorables de la película y, con los años, se consolidó como una de las mejores versiones de Catwoman en la historia del cine.
Años después, Madonna admitió que rechazar ese papel fue un error. Durante una entrevista en The Tonight Show Starring Jimmy Fallon, cuando el presentador le preguntó sobre algunos de los rumores más comentados de su carrera, la cantante confirmó que efectivamente le habían ofrecido el papel de Catwoman y que, al ver la película terminada, sintió un gran arrepentimiento.
