Una comisión de la empresa pública Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) recibió de forma provisional la planta industrial de carbonato de litio en julio de este año. En ese entonces, se indicó que había “observaciones que no son de magnitud y son subsanables”, pero tres meses después se conoció que había problemas de diseño e incluso se llegó a afirmar desde el Gobierno que la planta, tal como había sido diseñada, no funcionaría.