Pastizales destruidos en Colomi contribuían a la recarga acuífera
Los pastizales y arbustos como los que se quemaron desde el jueves en el voraz incendio que azotó a la comunidad de Cayarani, del municipio de Colomi, son de gran valor para la recarga acuífera y la fertilización de los suelos.
El siniestro arrasó con unas 470 hectáreas de vegetación -según el reporte preliminar-. Por lo que, algunas especies forestales como pinos, arbustos,pero sobre todo pajonales al borde de la quebrada fueron afectadas.
El exdirector del Parque Tunari, Carlos Espinoza, explicó que si bien esta zona no corresponde al área protegida, en los pajonales existe gran cantidad de especies herbáceas pequeñas que protegen al suelo de la erosión.
“El pajonal es un ecosistema de mucha diversidad con musgos, plantas, hongos, es el espacio donde se regenera la vegetación herbácea”.
Este tipo de vegetación es el que se pierde con mayor frecuencia con los incendios. A pesar de la poca importancia que se le otorga, los pajonales contribuyen a la infiltración del agua, “hacen que el suelo sea más poroso” y tornan la tierra más fértil con el aporte de materia orgánica o “biomasa”.
“Al quemarse se pierde esa capa vegetal y se expone el área a los procesos de erosión y a los efectos de los vientos”. Según refiere Espinoza, las denominadas “pajas bravas” y los arbustos colaboran en la captación de dióxido de carbono.
La serranía donde se registró el incendio está bordeada de vertientes y está cerca a la laguna Corani, por lo que también existen bofedales que funcionan como fuente de vegetación importante de la zona.
Hasta ayer existían cuatro focos de calor que se dirigían hacia la cabecera de monte de la serranía. Para evitar una reactivación del fuego, se tomó la determinación de usar el helicóptero Súper Puma que con el “Bambi Bucket” descargó 2.500 litros de agua.
El director general de emergencias de Defensa Civil, Jorge Infante, manifestó que hasta ayer en la tarde el incendio estaba parcialmente controlado. “Desde el día de ayer (viernes) ha tenido una proyección, ha transmontado todo un cerro. Estamos monitoreando el avance”.
Los fuertes vientos dificultaron la labor de los 250 voluntarios de Bomberos, SAR-FAB y SAR Bolivia, que trabajaron controlando el siniestro.
El año pasado, en Colomi también se registró un incendio que se tardó cuatro días en extinguirlo y dañó más de 2 mil hectáreas.
Aún no se determinó quiénes son los responsables del inicio del fuego, sin embargo se estima que se debió a una acción de chaqueo.
El responsable de la Unidad de Gestión de Riesgos de la Gobernación, Óscar Soriano, explicó que el riesgo de incendios se agrava en la temporada de quema de barbechos y sembradíos para la próxima siembra.
Se espera que con la ayuda del Gobierno Municipal de Colomi se identifique a los responsables.
Desde el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), el director del Parque Tunari, Hector Bejarano, negó que la zona forme parte del área protegida.
Limpieza del Tunari
En plena época seca, troncos y restos de materia forestal continúan en el Parque Tunari.
El responsable de la guardia del Tunari, Alberto Terrazas, informó que se requieren volquetas para su traslado.
“Hemos hecho el corte de las ramas pero estamos viendo cómo sacar. La Alcaldía nos dijo que nos puede ayudar con cinco volquetas pero de forma particular”, señaló.
Pese a los anuncios de limpieza, los restos de vegetación continúan en el kilómetro 8 y 16 de la zona del exfundo Andrada.
SEPA MÁS
Tres incendios fueron controlados
La Unidad de Bomberos reportó que el incendio en la localidad de El Paso en Quillacollo quemó cinco hectáreas de bosque y que ya fue controlado.
Otro siniestro ocurrió en la localidad de Falsuri, que no superó la hectárea de extensión.
Mientras que en Achocaya se registró otro incendio, que también fue controlado. El siniestro afectó una hectárea y media de arbustos.
Continúan con el monitoreo
El SAR -FAB continúa con el monitoreo en el municipio de Colomi ante los vientos registrados ayer por la tarde.